Capítulo 785: Inauguración de la tienda de antigüedades

"Genial, simplemente no quiero que Lihui salga lastimada", dijo Yao Guanghui, pero se sintió bastante enfadado.

“Papá, no te preocupes. Prometo que no haré nada que lastime a Lihui”, dijo Gong Zhengyang.

A Gong Zhengyang le importaba más su venganza y no le importaban las mujeres. Por no hablar de tener relaciones sexuales con otras mujeres, no estaba interesado en ninguna mujer, incluso si se le acercaban. Ya le resultaba bastante agotador tratar con Yao Lihui y pensó que era una pérdida total de tiempo. Sin embargo, no sería útil para su venganza si no tuviera una buena relación con Yao Lihui.

Sin dolor no hay ganancia.

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Se acostó con su hermana pero le resultó imposible tener hijos porque se resistía a tener hijos con su propia hermana.

-“¿De qué querías hablar conmigo?” Preguntó Yao Guanghui.

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Gong Zhengyang habló sobre su trabajo con Yao Guanghui.

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Tang Yunfan y los demás se quedaron en Huafu Hills durante mucho tiempo antes de regresar a la casa de la familia Tang. Gu Man también se fue con ellos a comer, mientras que Tang Yunfan volvería a trabajar esta tarde.

Hoy era el día de la inauguración de la tienda de antigüedades Xiangyun, por lo que Gu Ning tuvo que ir a la calle de antigüedades. Le preguntó a Tang Haifeng si quería irse con ella y Tang Haifeng estuvo de acuerdo con rapidez.

Tang Haifeng había sido un amante de las antigüedades durante años y también era el abuelo de Gu Ning. No había ninguna razón para que la rechazara.

-¡Yo también iré contigo!" Cao Wenxin se levantó de inmediato.

-"¡Yo también!" Dijo Tang Jiakai.

-"¿Por qué no vamos allí todos juntos?" Dijo Tang Yunfan. Aunque no le interesaban las antigüedades, le encantaría asistir a la ceremonia de inauguración de la tienda de su hija. Había estado ausente cuando Jade Beauty Jewelry celebró la ceremonia de apertura y la conferencia de lanzamiento la última vez y no quería perder esta oportunidad.

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Gu Ning rechazó su consejo. -"No, por favor no atraigas demasiada atención innecesaria a mi tienda".

Eran el hombre más rico, el secretario del comité municipal del partido y el director del departamento político de la ciudad B. A los demás les resultaba difícil no prestarles especial atención.

Tang Yunfan se quedó mudo por un segundo y se sintió agraviado. -“¿No quieres que vaya?”.

-"No. ¡Lleva a tu prometida a cenar a tu casa ahora! Puedo ir allí con el abuelo”, dijo Gu Ning.

Tang Yunfan no insistió, pero aun así le enviaría un regalo bajo el nombre de Grupo Tanghuang.

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Tang Yunfan y los otros adultos regresaron juntos a la casa de la familia Tang, mientras Tang Haifeng, Cao Wenxin, Tang Jiakai y Tang Jiayang siguieron a Gu Ning a la tienda de antigüedades.

Gu Man ya no estaba en una situación peligrosa por lo que Qiao Ya volvió al lado de Gu Ning.

Cao Wenxin, Gu Ning y Tang Haifeng estaban sentados en el mismo auto. Qiao Ya conducía el Lamborghini blanco de Gu Ning y los hermanos compartían un coche.

La familia Tang mantenía un perfil bajo por lo que sus coches eran menos notorios aunque también eran coches lujosos. El coche más llamativo tenía que ser el Lamborghini de Gu Ning. De todos modos, era su único coche.

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Tang Haifeng llamó a sus viejos amigos para apreciar las antigüedades con él. También invitó al Maestro Lei y a Zhao Yiru.

Zhao Yiru vivía en otra ciudad, pero su hija se casó en la Ciudad B por lo que visitaba la Ciudad B y se quedaba con frecuencia. Después de todo, estaba jubilado y tenía mucho tiempo libre.

Al enterarse de que Gu Ning abrió una tienda de antigüedades en la Ciudad B, los dos ancianos se sorprendieron, porque hoy en día solo había unos pocos jóvenes interesados ​​en las antigüedades. También estaban emocionados de apreciar las antigüedades, especialmente cuando sabían que era la tienda de Gu Ning.

Tang Haifeng también llamó a muchos otros amigos de la Asociación de Antigüedades, incluido el Maestro Xiao.

-"Oye, Xiao, ¿qué estás haciendo ahora?" Preguntó Tang Haifeng con una amplia sonrisa en su rostro.

-“De camino a la calle de antigüedades. ¿Tienes alguna buena noticia?” Preguntó el Maestro Xiao. Rara vez se contactaban y hablaban de antigüedades cada vez que se encontraban.

-"¡Perfecto! Yo también estoy de camino a la calle de antigüedades. La tienda de antigüedades de mi nieta abrirá hoy. ¿Por qué no vas allí conmigo? ¡Hay muchas antigüedades auténticas y buenas!” Dijo Tang Haifeng con orgullo. Gu Ning, que estaba junto a él, por otro lado, se sintió un poco avergonzado porque el Maestro Xiao ya los había visto.

Gu Ning reconoció la voz del Maestro Xiao y se sorprendió de que el Maestro Xiao fuera amigo de su abuelo.