Capítulo 816: Discusión con Zi Beiying

𝑆𝑖𝑛 𝑒𝑚𝑏𝑎𝑟𝑔𝑜

Aún no era el final del día y cuando Gu Ning conducía de regreso a su casa, sufrió un accidente a medio camino.

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Pero de repente un hombre recibió una pata y cayó sobre el capó del coche de Gu Ning. Pasó demasiado rápido y Gu NIng no tuvo tiempo de evitarlo. “¡Mierda!” No pudo evitar decir una mala palabra.

¡Su coche costó más de 10 millones de yuanes y cambiar el capó costaría varios millones de yuanes! Aunque a Gu Ning no le faltaba dinero en absoluto, eso no significaba que lo malgastara.

El hombre rodó por el suelo después de caer sobre el capó del coche de Gu Ning. Afortunadamente, Gu Ning había frenado bruscamente a tiempo o el hombre podría haber sido atropellado por su coche.

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Gu Ning se enfadó y salió de su coche y detuvo al hombre para discutir la compensación.

El hombre resultó gravemente herido pero no resultó gravemente herido y pudo escapar después de respirar varias veces. Demostró que este hombre había recibido formación profesional.

Justo cuando Gu Ning levantó al hombre, otro hombre fue pateado. Ella inconscientemente le dio una patada y el hombre voló hacia atrás siguiendo la misma dirección y luego derribó a una persona vestida de negro.

La escena sorprendió a todos en el camino y se volvieron para mirar a Gu Ning. Al ver que Gu Ning era una niña, todos se sorprendieron. Para su sorpresa, esta joven era tan ágil y fuerte. Sin embargo, ahora no tuvieron mucho tiempo para prestarle atención a Gu Ning y pronto se concentraron en la feroz pelea.

Gu Ning se hizo a un lado mirándolos luchar entre sí y decidió ocuparse de ello cuando terminaron.

Había dos grupos de personas involucradas en la pelea. Un grupo estaba formado por siete hombres, todos vestidos de negro y parecían guardaespaldas o algo así, mientras que el otro grupo estaba formado por dos mujeres y un hombre. Las dos mujeres y el hombre eran excelentes peleando y no parecían estresados en absoluto en una pelea contra siete hombres.

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El grupo de siete hombres fueron golpeados en el suelo y las dos mujeres junto con el hombre estaban a punto de irse, pero Gu Ning los detuvo. -”¡Oye quién quiera que haya pateado al hombre en ese momento debería pagar la compensación ya que dañaron mi coche!” Gu Ning no dejaría que se salieran con la suya.

-”Mengda, dale 200 mil yuanes”, dijo una hermosa joven. Era Zi Beiying y el hombre que la acompañaba era su guardaespaldas (Mengda). Mengda era un hombre de unos 30 años y tenía una constitución mediana pero era un experto en artes marciales.

La mujer que estaba al lado de Zi Beiying era Nan que tenía 27 años. Era pequeña, pero también buena peleando.

Zi Beiying nació en una familia que era uno de los tres mayores municionistas del sudeste asiático, por lo que sus guardaespaldas eran luchadores estrellas. Si se encontraban con Gao Yi y Qiao Ya en una pelea, era difícil saber qué grupo ganaría.

Zi Beiying no tenía intención de irse sin pagar la compensación y 200 mil yuanes no era nada a sus ojos.

-”¿Doscientos mil yuanes? Eso no es suficiente”, dijo Gu Ning.

-”¿No es suficiente?” Zi Beiying frunció el ceño y no creía que un capo valiera mucho.

-”Puedes echar un vistazo a mi coche y sabrás si es suficiente o no”, dijo Gu Ning.

Zi Beiying miró a Mengda y caminó hacia adelante.

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Mengda regresó hacia ella y le dijo: -”Señorita Beiying, es un Lamborghini de edificación limitada y cuesta casi 20 millones de yuanes. Su capó cuesta alrededor de 3 millones de yuanes”.

-”Tres millones de yuanes?” Zi Beiying frunció el ceño. Ella quedó sorprendida por el preció del coche. Aunque 3 millones de yuanes todavía no eran nada a sus ojos, no estaba dispuesta a pagar sola la compensación completa. De todos modos, no fue completamente su culpa.

-”Estoy dispuesta a pagar la compensación, pero sólo puedo darte 1,5 millones de yuanes. En cuanto al resto, puedes pedírselo”, Zi Beiying señaló al hombre en la mano de Gu Ning.

-”No me importa cómo dividan la compensación. Exijo los 3 millones de yuanes ahora mismo”, dijo Gu Ning.

-”No tengo dinero”, dijo el hombre que fue atrapado por Gu Ning.

-”No es asunto mío que no tengas dinero”, dijo Zi Beiying y perdió la paciencia. -”Sólo te daré 1,5 millones de yuanes. Lo tomas o lo dejas”.

-”Ya te dije que no me importa cómo repartas la compensación. Sólo exijo 3 millones de yuanes ahora mismo y no puedes irte ahora porque tengo que llamar a la policía”, dijo Gu Ning.

Ambos deberían asumir la responsabilidad.

-”No tomes mi amabilidad como tolerancia. ¿Crees que puedes detenernos si queremos irnos?” Zi Beiying estaba enfadada. En ese momento se veía muy diferente de su lindo y amable rostro que mostraba en la casa de la familia Zi.