Capítulo 828: ¡Seamos amigas!

A los ojos de Gu Ning no era gran cosa, así que se encogió de hombros y dijo alegremente: -”Simplemente lo hice”. Sonaba muy orgullosa de sí misma, lo cual era un poco molesto, pero Zi Beiying no estaba de humor para enfadarse por eso. Gu Ning se convirtió ahora en su ídolo.

-”¡Seamos amigas! Puedes enseñarme a disparar. Dime, ¿cómo lograste disparar tan rápido, de manera constante y precisa?” Zi Beiying agarró el brazo de Gu Ning de repente y dijo con entusiasmo.

Zi Beiying que creció con armas no podía estar más interesada en ellas. No le importaban las peleas, las apuestas ni las carreras de caballo, pero disparar era algo que nunca podía ignorar.

 ̶A̶l̶ ̶v̶e̶r̶ ̶e̶l̶ ̶c̶a̶m̶b̶i̶o̶ ̶r̶a̶d̶i̶c̶a̶l̶ ̶e̶n̶ ̶l̶a̶ ̶a̶c̶t̶i̶t̶u̶d̶ ̶d̶e̶ ̶Z̶i̶ ̶B̶e̶i̶y̶i̶n̶g̶ ̶h̶a̶c̶i̶a̶ ̶e̶l̶l̶a̶

Gu Ning se sorprendió, pero estaba dispuesta a aceptarlo.

-”Bueno, aún tienes que pagarme el dinero aunque seamos amigas”, dijo Gu Ning.

-”No hay problema. Mengda lo transferirá a tu cuenta”, asintió Zi Beiying. Esta vez no se sintió molesta en absoluto después de perder dinero, pero se emocionó de que Gu Ning estuviera dispuesta a ser su amiga. Después de todo, 20 millones de yuanes no eran nada a los ojos de Zi Beiying.

La familia Zi no sólo estaba involucrada en municiones sino también en muchas otras industrias y tenía más de 100 mil millones de yuanes en activos. La propia Zi Beiying también tenía ahorros de más de 1000 millones de yuanes.

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No fue una experiencia agradable, por lo que se mostró reacia a darle a Gu Ning 3 millones de yuanes, pero esta vez era diferente.

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Gu Ning sacó un trozo de papel con su número de cuenta y se lo entregó a Zi Beiying.

Zi Beiying lo cogió y luego se lo dio a Mengda y le dijo que transfiriera el dinero.

Dado que Gu NIng cogió el dinero, debería hacer algo por Zi Beiying. -”Esto es lo que Qi Tianlin me compró ayer. Puedes probar una pastilla y sentir el cambio en tu cuerpo” Gu Ning sacó una botella de porcelana con 10 cristales de poder en su interior.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

Zi Beiying se quedó sorprendida por un segundo. ¿Qi Tianlin pagó 20 millones de yuanes por sus pastillas? ¿Es muy efectiva la pastilla? La botella de porcelana es muy pequeña. ¿Cuántas pastillas puede caber? ¿Por qué es tan caro?.

Zi Beiying tenía dudas, pero decidió creer en Gu Ning ya que Qi Tianlin había pagado mucho dinero por ellas. -”¿Es realmente eficaz? ¿Por qué Qi Tianlin está dispuesto a pagar 20 millones de yuanes por ellas?” Preguntó con curiosidad.

-”Es una medicina mágica inusualmente eficaz y puede curar la mayoría de las enfermedades, incluido el cáncer”, dijo Gu Ning. -”Es fácil curar una enfermedad común con ella, pero se necesitan más pastillas y más tiempo para curar una grave. Aunque no puede curar todas las enfermedades, puede mejorar la condición corporal y prolongar la vida”.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

El grupo de Zi Beiying se sorprendió.

Aunque Zi Beiying confiaba en Gu Ning, todavía no podían invitarlo dudarlo. Mengda y Nan tampoco podían creerlo. Incluso pensaron que Gu Ning podría estar engañando a Zi Beiying.

Gu Ning añadió más tarde: -”Este medicamento ha curado enfermedades cardíacas, piernas con daños permanentes, lesiones graves después de accidente automovilístico, etc… Lo he usado para salvar la vida de muchas personas cuando sus médicos ya habían perdido la esperanza en ellos”.

Zi Beiying y los demás quedaron sorprendidos ahora. Nunca antes habían oído hablar de algo tan increíble.

Zi Beiying abrió el frasco y estaba a punto de probar una pastilla, pero Mengda y Nan la detuvieron. -”Señorita Beiying, por favor no lo haga” Zi Beiying era una dama noble nacida en una familia muy influyente, por lo que no podía intentarlo al azar.

Gu Ning también entendió sus preocupaciones, así que les preguntó: -”¿Tienen cicatrices en el cuerpo?”.

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Gu Ning había usado sus Ojos de Jade para escanear el cuerpo de Nan de antemano para ver si tenía cicatrices en el cuerpo para poder hacerle una prueba.

Gao Yi y Qiao Ya ya se habían deshecho de sus cicatrices con las pastillas, por lo que Gu Ning solo pudo hacer la prueba en otra persona.

Tampoco podía elegir a Mengda porque Mengda era un hombre. Después de escanearla, Gu Ning encontró una cicatriz dejada por un disparo en el hombro de Nan.

-”Si tengo” Nan se destacó. -”Tengo una cicatriz dejada por un disparo en mi hombro hace medio año y todavía es bastante obvia ahora”.

-”¿Estás dispuesta a hacer la prueba?” Preguntó Gu Ning.

-”Sí”. Nan estaba dispuesta a hacer la prueba por la seguridad de Zi Beiying.

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Mostró su hombro y la cicatriz quedó expuesta.

-”Mengda, por favor ayúdame a conseguir un vaso de agua”, le dijo Gu Ning a Mengda. Mengda era el guardaespaldas de Zi Beiying, por lo que no tendrían sospechas de que le hiciera algo al agua.