Capítulo 893: Una habitación subterránea

-”Bueno, espero que todos puedan escucharme esta vez”, dijo Gu Ning con cara seria.

-”¿Qué planeas hacer?” Preguntó Yishao.

Todos miraron a Gu Ning.

-”Shaoting y yo aterrizaremos primero en la isla y el resto de ustedes pueden quedarse en el yate. Si He Siyang está en la isla, la gente de He Hongyuan también debe estar allí. Si todos vamos a la isla, probablemente robarán nuestro yate y se irán de allí con He Siyang. Si es así, no podemos rescatar a He Siyang ni perseguirlos sin un yate”, dijo Gu Ning.

-”Es muy peligroso si solo ustedes dos van a buscarlo a la isla”, He Yishao estaba preocupado.

-”Sí”, estuvo de acuerdo He Siyin. -”No sabemos cuánta gente tienen y si solo van ustedes dos, es realmente muy peligroso”.

-”Relájate, incluso si el resto de ustedes luchan juntos solo contra nosotros dos, no ganarán”, dijo Gu Ning y no estaba siendo arrogante, sólo decía la verdad.

¿Qué?.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

He Yishao y los demás abrieron los ojos en estado de shock.

¿Qué tan bueno son peleando?.

Aunque él y He Siyin eran malos peleando, trajeron consigo a 10 guardaespaldas que eran excelentes guardias de seguridad. A los ojos de la gente común, esos guardaespaldas eran bastante amenazantes. Sin embargo, a los ojos de Gu Ning, simplemente no eran nadie.

-”Oh, ¿golpeaste a la gente de Hong Yuefei en un minuto afuera del hotel Gonghao ese día?” He Siyin lo recordó de repente.

-”Sí”, respondió Gu Ning.

-”Bueno, creo que tienes razón. No somos tu rival en absoluto”, dijo He Siyin.

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He Yishao se sorprendió. Toda la gente de Hong Yuefei era buena peleando y si Gu Ning pudo derrotarlos en un minuto, debe ser muy buena en las artes marciales.

-”Mi oído y mi olfato también son mejores que los de la gente común, pero podría afectar mi juicio si hay demasiada gente a mi alrededor. Ya sea que podamos encontrarlo o no, regresaremos después de dos horas”, dijo Gu Ning.

He Siyang estaba ahora en la isla por lo que la gente de He Hongyuan también debía estar allí. En caso de que ocurriera algún accidente, Gu Ning les dijo a Gao Yi y Qiao Ya que se quedaran en el yate con los demás.

He Siyin y He Yishao estuvieron de acuerdo.

Gao Yi y Qiao Ya escucharon a Gu Ning por lo que se quedaron en el yate como ella les dijo.

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Gu Ning se hizo a un lado con Qiao Ya y en secreto le dio un arma.

Ella le quitó esta arma a un grupo de tipos malos antes. No fue la que le dio Leng Shaoting.

Qiao Ya se sorprendió de que Gu Ning llevara un arma consigo sin que nadie la encontrara, pero sabía que no debía preguntar más al respecto.

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El yate se acercó a la pequeña isla.

Era un día nublado y el cielo estaba cubierto por capas de niebla que parecía misteriosa y solemne.

Gu Ning le dijo a He Yishao que navegará alrededor de la pequeña isla para dar una vuelta. Necesitaba echar un vistazo primero.

Cuando el yate se movía alrededor de la pequeña isla, Gu Ning usó sus Ojos de Jade para observarlo. Sin embargo, debido a la distancia y la niebla, Gu Ning no podía ver muy lejos con sus Ojos de Jade.

Aunque esta isla no era muy grande era bastante accidentada. Las olas golpeaban violentamente los arrecifes rocosos en el borde de esta isla. La gente podía pasar desde algunos lugares, pero era muy peligroso acercarse.

También había una gran área de acantilado que tenía casi 40 metros de altura y también tenía rocas debajo.

D̶e̶s̶p̶u̶é̶s̶ ̶d̶e̶ ̶d̶a̶r̶ ̶l̶a̶ ̶v̶u̶e̶l̶t̶a̶ ̶a̶ ̶l̶a̶ ̶i̶s̶l̶a̶ ̶u̶n̶a̶ ̶v̶e̶z̶

El yate sólo pudo detenerse en la playa de unos 20 metros de largo con algunas rocas. Era el único acceso a la pequeña isla.

Tanto Gu Ning como Leng Shaoting se llevaron una daga y luego bajaron juntos del yate.

-”¡Tengan cuidado!”.

Aunque He Siyin y He Yishao creían que podían protegerse bien, todavía estaban preocupados por ellos.

-”¡No se preocupen, lo haremos!” Gu Ning los consoló y luego caminó hacia los densos árboles con Leng Shaoting.

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Gu Ning usó sus Ojos de Jade para escanear alrededor.

Leng Shaoting también estaba revisando los alrededores. Aunque no tenía Ojos de Jade, tenía sentidos agudos.

Se movían uno al lado del otro porque podían protegerse mutuamente.

Las carreteras de la isla eran un poco difíciles pero no era nada para Gu Ning y Leng Shaoting. De vez en cuando, aparecía una serpiente venenosa con poca antelación. Aunque Leng Shaoting la cortó por la mitad cada vez, Gu Ning todavía estaba un poco asustada por eso. No le tenía miedo a las serpientes, pero pensaba que eran repugnantes.