Capítulo 1162: Por tu propio bien

-“¿Qué? ¿Dije algo malo? Ella aún no se ha casado con alguien de nuestra familia y ya se atreve a criticarme”, dijo la madre de Zhou Mingkang.

-"Mamá, no digas eso", Zhou Mingkang trató de detener a su madre. Estaba enfadado por las palabras de su madre y no quería que su novia lo dejara justo antes de su boda.

Zhou Mingkang pensó que no era nada personal y que obviamente era culpa de sus padres.

-"¡No necesitas preocuparte por eso, porque no voy a casarme con alguien de tu familia!" Dijo Li Fei con determinación y luchó por deshacerse de la mano de Zhou Mingkang.

-"Feifei, no lo hagas". Zhou Mingkang apretó con fuerza la mano de Li Fei.

-”Mingkang, déjala ir. ¡Puedes encontrar a alguien mejor que ella!”, dijo la madre de Zhou Mingkang con arrogancia. En su opinión, Li Fei no merecía a su hijo.

-“¡Mamá!” Zhou Mingkang estaba enfadado. No entendía por qué su madre se había vuelto tan irracional de repente. En realidad, eso sólo demostraba que Zhou Mingkang no conocía bien a sus padres.

La verdad era que Zhou Zhenghong había ayudado mucho a sus padres antes, por lo que Zhou Mingkang no era consciente de lo codiciosos que eran sus padres.

Una vez que Zhou Zhenghong lo perdió todo, sus padres se mantuvieron alejados de él. Y cuando Zhou Zhenghong volvió a ser rico, sus padres finalmente mostraron su verdadera naturaleza.

Zhou Mingkang no sabía nada de lo que sus padres habían hecho antes o se sentiría completamente avergonzado.

-”¡Basta, déjala ir! No la acogemos aquí”, dijo Zhou Zhengtang enfadado. Ahora estaba de muy mal humor y la actitud de Li Fei lo irritaba.

-"¡Papá!" Zhou Mingkang se sintió impotente.

-"¡Zhou Mingkang, déjame ir!" Li Fei estaba furiosa.

-”¡Mingkang, déjala ir!”, ordenaron Zhou Zhengtang y su esposa.

-"Iré contigo y podremos hablar en privado", dijo Zhou Mingkang. Sabía que no podían quedarse más tiempo en su casa.

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Su madre lo detuvo: -“Debes quedarte y dejarla ir. Si te atreves a irte con ella, te está prohibido volver”.

-"¡Mamá!" Zhou Mingkang levantó la voz.

-"Mingkang, quédate en casa hoy y no vayas a ningún lado", dijo Zhou Zhengtang y tiró de Zhou Mingkang con gran fuerza.

-"Papá". Zhou Mingkang casi tuvo un colapso en ese momento. Incluso se culpó a sí mismo por haber regresado a casa hoy.

Li Fei aprovechó esta oportunidad y se deshizo de su mano, luego se fue sin darse vuelta en absoluto.

Zhou Mingkang sólo pudo verla irse.

-“Mamá, papá, ¿cómo pudieron pedirle a mi tío una casa y un coche? Feifei no pidió eso y mi tío ya compró este departamento para nosotros. Es muy amable con nosotros”, dijo Zhou Mingkang cuando Li Fei se fue.

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Zhou Zhengtang gritó: -"Es mi hermano pequeño y tiene suficiente dinero para comprarme un departamento".

Zhou Mingkang pensó que era ridículo. No era el deber de un hermano pequeño apoyar a su hermano mayor, incluso si era rico.

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Su padre lo dio por sentado.

Zhou Mingkang no sabía qué decir, porque su padre era demasiado mayor para cambiar su forma de pensar.

-“Queremos una casa por tu propio bien. ¿No sabes que el precio de la vivienda es increíblemente alto en este momento? No podemos permitirnos una casa nosotros mismos”, argumentó la madre de Zhou Mingkang.

Aunque tenían un apartamento, todavía querían una casa.

-”¡Basta! ¿Por qué no admites simplemente que eres codicioso? ¿Crees que tu comportamiento es razonable? Es amoral. No quiero que mis colegas o amigos sepan que tengo padres así. ¡Me despreciarán!”, Zhou Mingkang perdió los estribos.

No quería que el comportamiento de sus padres afectará su trabajo. Podía tolerar a sus padres, pero otras personas no lo harían.

Zhou Zhengtang y su esposa cerraron la boca de inmediato, porque sabían lo poderosos que eran los rumores.

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A la madre de Zhou Mingkang le encantaba chismorrear y siempre hablaba de la vida privada de otras personas con sus amigos.

Si otras personas supieran lo que habían hecho, la reputación de su familia se vería dañada. Lo que era peor, también afectaría la carrera de su hijo en la institución pública. Por lo tanto, la madre de Zhou Mingkang dejó de discutir.

Zhou Mingkang estaba muy enojado. Como Zhou Zhengtang le había prohibido salir de casa, solo pudo encerrarse en su habitación y llamar a Li Fei de inmediato, pero Li Fei se negó a responder sus llamadas.

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Zhou Mingkang tuvo que dejar de llamar y tiró el teléfono sobre la cama. Como la cama era blanda, el teléfono no sufrió ningún daño.