Renacimiento de la mujer de negocios del campus Parte 6

Capítulo 1997: Matar al mutante

Antes de que el mutante pudiera tocar a Qi Tianlin, Gu Ning lo detuvo y empezó a luchar contra él. Como Qi Tianlin no era rival para el mutante, no había necesidad de que luchara contra él. Sería una completa pérdida de tiempo.

-”Sal ahora y cierra la puerta. ¡Nadie puede entrar a esta habitación sin mi permiso!”, le gritó Gu Ning a Qi Tianlin.

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Qi Tianlin se sorprendió y dijo: -"No, no puedo dejarte sola aquí. Es demasiado peligroso".

Aunque sabía que Gu Ning era buena en artes marciales y que era mejor que él, pensó que el mutante era inusualmente agresivo.

-”Está bien. Puedo con él, pero necesito hacerlo sola”, dijo Gu Ning.

Qi Tianlin guardó silencio un rato y luego asintió. -”De acuerdo, pero debes salir sana y salva”.

-"Lo haré", dijo Gu Ning con confianza.

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Qi Tianlin miró largamente a Gu Ning antes de salir y cerrar la puerta.

Yu Hao y Cheng Hua oyeron ruidos de pelea en la habitación cuando Qi Tianlin salió y quedaron confundidos. -"Qi, ¿es la señorita Gu...?".

-"La anestesia perdió eficacia y Gu Ning dijo que podía manejarlo sola", dijo Qi Tianlin preocupado.

Qi Tianlin no les dijo que el hombre era un mutante, porque era demasiado extraño y no sabía cómo expresarlo. Además, cuanto menos gente lo supiera, mejor.

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Gu Ning dejó salir al jiao una vez que Qi Tianlin se fue y le dijo al jiao que se ocupara del mutante.

La repentina aparición del jiao no sorprendió en absoluto al mutante. Mantuvo un rostro inexpresivo todo el tiempo. Su cerebro ya estaba dañado, así que solo sabía atacar y no le temía a nada.

-“Contrólalo primero.” Gu Ning le dio una orden al jiao.

Rápidamente el jiao atacó al mutante.

El jiao era muy fuerte, pero el mutante también tenía una gran capacidad defensiva, por lo que no fue fácil para el jiao controlar al mutante en poco tiempo.

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Al mutante le resultaba más difícil herir al jiao, ya que sus habilidades de combate eran de niveles completamente diferentes. Después de todo, el jiao era un monstruo con más de mil años de firme disciplina interior.

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El mutante mutó de un ser humano común y corriente y Qi Tianlin junto con sus dos guardaespaldas pudieron controlarlo trabajando juntos.

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El jiao envolvió al mutante con su cuerpo y el mutante no pudo moverse en absoluto.

-"¿Sabes cómo eliminarlo?" Gu Ning le preguntó al jiao.

-"No tiene Yin, ni disciplina interna, pero es bastante agresivo y se cura bien. No es una persona normal, así que tampoco sé cómo eliminarlo", dijo el jiao.

El jiao no pertenecía a este mundo, así que no tenía idea de cómo lidiar con un mutante. Además, los mutantes eran raros y extraños. No era fácil eliminarlo.

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Gu Ning le contó al jiao cómo surgió el mutante.

-"Bueno, en ese caso, solo puedo extraerle toda la sangre, pero puede ser muy difícil dada su increíble capacidad de autocuración", dijo el jiao. No estaba seguro de si ese método funcionaría, pero era el único que se le ocurría ahora mismo.

-”¡Muy bien, inténtalo!”, dijo Gu Ning.

El jiao mordió el cuello del mutante y luego empezó a chuparle la sangre.

Realmente le tomó mucho esfuerzo eliminar toda la sangre del mutante, porque su sangre nunca dejó de fluir y solo se veía un poco pálido después de más de 10 minutos.

A medida que el jiao succionaba la sangre gradualmente, el rostro del mutante palidecía cada vez más. Sin embargo, aún era difícil extraerle toda la sangre.

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Se extrajeron dos tercios de la sangre del mutante y éste perdió la capacidad de defenderse.

Qi Tianlin se sintió nervioso cuando Gu Ning permaneció en la habitación durante tanto tiempo. Temía que se lastimara.

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Ya sea que quisiera entrar para echar un vistazo o no, no pudo entrar, porque Gu Ning cerró la puerta desde adentro en caso de que Qi Tianlin viera al jiao.

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El jiao chupó toda la sangre del mutante y este dejó escapar su último aliento.

-"Oh, fue realmente difícil quitarle toda la sangre", se quejó el jiao.

-”Muchas gracias, pero aún necesito ponerte en mi espacio telepático. Te dejaré disfrutar del río en unos días”, dijo Gu Ning para consolarlo.

-“¡Perfecto!” El jiao se animó.




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