Xiao Mingshan era una figura influyente en la Ciudad F, pero todavía había muchas personas que eran más importantes que él, por lo que vino en persona en caso de que ofendiera a alguien con quien no debería meterse. Era el mismo tipo de persona que el Sr. Yang, que cedió frente a aquellos que eran más poderosos que él.
Si Gu Ning fuera más poderoso que él, se disculparía y pagaría la compensación. Sin embargo, si Tao Jiayi no contaba con un apoyo sólido, simplemente enviaría a su secretario para que se ocupara del problema.
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Xiao Mingshan estaba enfadado por el comportamiento inapropiado de su hija y también le advirtió que no volviera a intimidar a otros estudiantes.
Sorprendentemente, cuando la mirada de Xiao Mingshan se posó en Gu Ning, pareció sorprendido. -"¿Señorita Gu?".
Era obvio que conocía a Gu Ning.
Gu Ning se levantó y miró fijamente a Xiao Mingshan. -"Hola, presidente Xiao".
Resultó que Gu Ning y el presidente Xiao se habían conocido antes en la fiesta de cumpleaños celebrada por la familia Su.
-"¡Señorita Gu, qué sorpresa!", dijo Xiao Mingshan.
Fue muy educado con Gu Ning porque Gu Ning tenía conexiones mucho más poderosas que él.
La Sra. Yan y el Sr. Wang quedaron sorprendidos por la actitud de Xiao Mingshan hacia Gu Ning. Ahora sentían aún más curiosidad por conocer su pasado familiar.
-"Me temo que esta vez no será una reunión agradable", dijo Gu Ning.
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Xiao Mingshan se sintió avergonzado. Comprendió que Gu Ning había venido hoy a apoyar a Tao Jiayi, mientras que su hija lo había acosado.
Como Gu Ning vino en persona, tuvo que disculparse. -"Lamento mucho lo que mi hija le hizo a Tao Jiayi. Señorita Gu y madre de Tao Jiayi, acepten mis más sinceras disculpas. No eludiremos la responsabilidad y le diré a mi hija que se disculpe con Tao Jiayi en persona".
Xiao Mingshan lo tomó muy en serio y prometió que no volvería a suceder.
Al Sr. Yang no le sorprendió la actitud de Xiao Mingshan, pues conocía la influencia de Gu Ning. Sin embargo, la Sra. Yan y el Sr. Wang sí se sorprendieron enormemente.
Aunque ya tenían la sensación de que Gu Ning no era una chica común, pensaron que Xiao Mingshan se disculpó demasiado rápido y sin discutir en absoluto.
Incluso Zhang Qiuhua que sabía que Gu Ning podía manejarlo bien, se sorprendió.
La hija de Xiao Mingshan, Xiao Beibei, le tenía miedo a su padre. Aunque no estaba dispuesta a disculparse con Tao Jiayi, no se atrevió a ofenderlo.
Zhang Qiuhua se puso de pie. -"Presidente Xiao, ya que está dispuesto a disculparse y pagar la indemnización, no creo que tengamos que seguir discutiendo, pero espero que pueda revisar el informe de lesiones de mi hija. Me temo que lo que su hija le hizo a la mía podría dejarle una cicatriz en el corazón".
Xiao Mingshan había escuchado de las lesiones de Tao Jiayi por el Sr. Wang, pero aún así tomó el informe de lesiones por cortesía.
Definitivamente lo hizo por el bien de Gu Ning.
Cuando Xiao Mingshan leyó el informe, volvió a disgustarse, pues todas las lesiones fueron causadas por su hija. En cuanto a los honorarios médicos, a sus ojos, no le importaban.
-"Señora Tao, ¿puedo visitar a su hija algún día?", preguntó Xiao Mingshan a Zhang Qiuhua. Pensó que sería mejor visitar a Tao Jiayi en persona.
-"Claro, mi hija se está recuperando en casa ahora", dijo Zhang Qiuhua.
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Este problema se resolvió perfectamente sin causar más problemas o discusiones, por lo que no fue necesario que Gu Ning usará la cámara de vigilancia que K le dio.
Más tarde se despidieron del Sr. Yang y se fueron juntos.
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La Sra. Yan le preguntó al Sr. Yang con curiosidad: -"¿Es muy influyente la chica? ¿Por qué le tiene miedo el presidente Xiao?".
-“Gu Ning es mucho más influyente de lo que imaginan…” El Sr. Yang luego les contó lo que sabía sobre Gu Ning.
-“¡Jesús, ella es tan increíble!”
-“No sé qué decir ahora mismo.”
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El coche de Xiao Mingshan estaba aparcado fuera de la escuela, así que salieron juntos. Pronto llegaron al parking y se dirigieron a la casa de Zhang Qiuhua.
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Xiao Mingshan le dijo a Xiao Beibei que fuera cortés y amable con Tao Jiayi cuando se disculpó con ella.
Xiao Beibei hizo pucheros con fastidio, pero tuvo que escuchar a su padre.
Gu Ning, al mismo tiempo, le dijo a Zhang Qiuhua que informara a Tao Jiayi con una llamada.
Después de tomar la pastilla que le dio Gu Ning, Tao Jiayi estaba mucho mejor ahora, pero todavía necesitaba fingir estar herida y acostarse en su cama cuando Xiao Beibei y Xiao Mingshan llegaron.
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Editado: 21.09.2025