Shen Zhao, consciente de que el tejido era una actividad que le gustaba mucho a Meng Yu, decidió sorprenderlo comprando materiales para tejer bordados. Se dirigió a una tienda especializada en artesanía y se tomó su tiempo para elegir los hilos de colores vibrantes y suaves telas.
Una vez que los dos compraron los materiales, regresaron a su hogar con entusiasmo. Shen Zhao estaba emocionado por la idea de compartir este nuevo pasatiempo con Meng Yu y fortalecer su conexión a través de la creatividad.
Shen Zao sabía que la confianza de Meng Yu era algo que debía ganarse, y entendía que no sería tarea fácil debido a las heridas emocionales del pasado. Pero estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para cambiar la historia de su relación y construir un vínculo sólido basado en la sinceridad y el respeto mutuo.
Así que sentados en el jardín donde ya tenían preparado dos sillas y una mesita de jardín la pareja en un silencio no tanto acogedor.
Shen Zao se comprometió a ser completamente transparente con Meng Yu. Decidió abrirse por completo y compartir sus sentimientos, pensamientos y experiencias sin reservas. Quería que Meng Yu supiera que podía confiar en él y que siempre sería honesto, sin importar las circunstancias. Con esa meta rompió el silencio que había entre los dos.
Shen Zao respiró profundamente antes de hablar, y comenzó a abrirse completamente hacia Meng Yu.
“Meng Yu, quiero que sepas que, desde este momento, me comprometo a ser completamente transparente contigo. Quiero compartir mis sentimientos, pensamientos y experiencias sin reservas. Es importante para mí que confíes en mí y sepa que siempre seré honesto contigo, sin importar las circunstancias.”
Shen Zao continuó hablando, revelando sus temores, sus inseguridades y sus sueños. No ocultó nada, compartiendo incluso los momentos más difíciles de su vida. Quería que Meng Yu supiera que no había secretos entre ellos y que podían construir una relación basada en la confianza mutua.
A medida que Shen Zao compartía, se dio cuenta de que al abrirse de esta manera, también se liberaba de una carga emocional. Sentía un alivio al sacar sus pensamientos y sentimientos a la luz, y esperaba que Meng Yu pudiera comprenderlo y apreciar su sinceridad.
Después de hablar, Shen Zao esperó ansiosamente la respuesta de Meng Yu. Se preguntaba cómo reaccionaría ante su revelación y si estaría dispuesto a abrirse también. Pero, independientemente de su respuesta, Shen Zao sabía que había tomado la decisión correcta al ser honesto y transparente.
Meng Yu miró a Shen Zao con tristeza en sus ojos y suspiró profundamente. Después de un momento de silencio, finalmente encontró las palabras para responder.
“Shen Zao, entiendo que te hayas comprometido a ser totalmente transparente y te agradezco por ello. Pero también debo ser transparente contigo. No puedo darte la tranquilidad del perdón en este momento. Lamento mucho que ambos hayamos sido obligados a casarnos en este matrimonio de ataduras en el que ninguno de los dos deseaba estar.”
“Si de verdad quieres ganarte mi perdón, necesitarás permitirme volver a retomar mis estudios donde los dejé. Mi libertad y mi independencia son valiosas para mí, y no puedo renunciar a ellas. Necesito espacio y tiempo para pensar en lo que realmente quiero para mí mismo. Espero que puedas entenderlo.”
Meng Yu hizo una pausa, esperando la respuesta de Shen Zao. Sabía que esta conversación era crucial para determinar el futuro de su relación, y estaba preparado como nunca lo estuvo en toda su vida para afrontar las consecuencias de sus palabras.
Al escuchar las palabras de Meng Yu levantó una ceja con sorpresa. No esperaba que le siguiera la conversación o lo que es mucho mejor, no esperaba que le hiciera una petición. Quería decirle que jamás desde ahora nunca le va a decir que no a cualquier cosa que le pida, aun si es la empresa o la luna misma.
En ese minuto de agitación en un suspiro, Meng Yu continuó:
“Shen Zao, si realmente estás dispuesto a asumir tus responsabilidades, yo estoy dispuesto a pagar las deudas de mi familia que hicieron atarme a ti por el dinero de la cual fui vendido por ser omega”, dijo Meng Yu con una mezcla de mirada perdida y tristeza sin fin.
Sabía que como Alfa, su esposo jamás entendería aun si quisiera al 100% de todo lo que significa ser Omega y el peso de sus palabras, pero quería sentirse entendido una vez en su vida.
“Y entiendo que como Omega ser vigilado constantemente por guardaespaldas es lo correcto. Aunque apreciaría que también valores mi privacidad. Si me permites respetar mi deseo de tener privacidad y espacio claro, como esposo mío tienes el derecho sobre algunas decisiones de mi vida.”
Meng Yu recordó la relación de Shen Zao y su propio hermano; asintió con comprensión.
“Comprendo que no me ames, pero solicito que me trates con respeto, no como Omega, porque no tengo ese derecho, pero sí como individuo. Además, me gustaría que respetaras nuestra relación ante la sociedad y no divulgara su enamoramiento con mi hermano Omega. Este asunto se queda entre nosotros.”
Meng Yu esperó a ver cómo reaccionaba Shen Zao ante estas nuevas condiciones, consciente de que este atrevimiento podría llevarle a castigos, ya que no es adecuado en un Omega encara a un Alfa y menos darles condiciones.
Su deber era engendrar hijos y ser el reflejo del status quo de su Alfa. No debería exigirle lealtad, amor u otra cosa que no tenga el pleno derecho.
Meng Yu entendió que su felicidad residía en su identidad anónima, en las redes sociales, donde podía publicar lo que quisiera sin temor a ser vigilada o censurada. En su mundo omega, las redes sociales eran estrictamente monitoreadas y cualquier comentario inapropiado podía resultar en la eliminación de la cuenta y un informe a su cuidador.
Esta perspectiva reafirmó la importancia de la privacidad y la libertad de expresión para Meng Yu. Apreciaba el hecho de poder tener un espacio en línea donde pudiera ser ella misma sin restricciones.