Para comenzar, mi vida no ha sido tan fácil, todo esto comenzó justo en el día de mi nacimiento, el médico que atendió el parto, tenía lindano en sus guantes, si no saben lo que es, es una sustancia utilizada para quitar piojos y también la sarna, también para limpiar superficies metálicas, es demasiado potente, por lo que ha sido prohibido en algunos lugares, sus efectos secundarios son terribles, y más aún en niños pequeños, de seguro dirán ¿qué efectos tiene? Les diré lo que me sucedió, ese pesticida penetró en mi cráneo y llegó hasta una vena de mi cerebro, esto la lesionó y cabe destacar que es una vena muy delicada, si me llega a dar una migraña y no la trato a tiempo puede ocasionar un derrame cerebral en mí.
Desde que tenía seis meses de nacimiento estuve en constantes tratamientos, por eso, se formó una bacteria en mi estómago, debo consumir demasiadas vitaminas, carbohidratos y demás cosas, en especial el arroz y también el agua de arroz, a pesar de que la bacteria está a punto de desaparecer a mis 18 años de edad, debo seguir alimentándome con muchos nutrientes. Todo este proceso me ocasionó una fobia a hospitales y a doctores, si alguien lleva una bata blanca, de manera inconsciente no dejo que me atienda.
Si dejamos a un lado mi salud, cuando estudiaba, siempre fui la chica de las mejores notas, la primera de la case, por seis largos meses estuve soportando el acoso de mis “compañeros” si es que puedo llamarlos así, a causa de esto, aprendí a ocultar mis golpes, las niñas y los niños… todos me golpeaban por igual, todo… a causa de ser las primeras de mi salón, me sentía tan mal conmigo misma, que comencé a hacerme heridas, sí, intentando torpemente sanar ese dolor, me cortaba las muñecas, las piernas, dejaba de comer y de tomar mis medicinas, también inventaba cualquier excusa para no ir a la escuela y muchas cosas más.
Todo ese episodio de mi vida fue tan horrible, no se imaginarán lo que se siente recibir, golpes, insultos, me encerraron tantas veces en los baños para poderme golpear, me humillaron públicamente y atentaron contra mi vida, es algo que no le deseo a nadie. Viví todo esto, hasta que el día en el que intentaron acabar definitivamente conmigo, me siguieron por cuadras y cuadras, todo, con la intención de matarme, me hirieron con cúters, navajas ¡incluso usaron piedras! En ese mismo instante hubiesen acabado conmigo, si no fuera por mis dos mejores amigos.
En ése mismo día, todo “terminó” por fin me atreví a hablar, les conté a mis padres todo lo que estaba sucediendo, ellos, hablaron con el director, les colocaron una restricción a tres metros de distancia hasta que la secundaria terminara y un acta responsiva
Me cambiaron de grupo, no tenía ni una sola semana aún y pensaba que todo iba a mejorar, ellos me trataban mejor, me sentía apoyada y que estaban para mí, no me juzgaban, sino que se enorgullecían de que fuera inteligente. El infierno no había terminado aún, una semana después, un maestro de inglés intentó abusar de mí, si, intentó abusar sexualmente de su estudiante, afortunadamente esto quedó sólo en un “intento” pues a causa de lo que ya había vivido, mis papás me habían metido en clases de defensa personal, les informo que ese desgraciado ya tiene 3 años en prisión y aún le faltan unos 16, yo nunca en ese momento hablé de lo ocurrido, hasta ahora pocas personas lo saben, otras chicas se atrevieron a hablar, a muchas de ellas, ése mal intento de ser humano, sí violó.
Pasó un mes y yo me sentía incapaz de lidiar con todo, tomé la decisión que quitarme la vida, estaba decidida a terminar con ese dolor, pensaba que era lo mejor para dejar de sufrir, mi mejor amigo, él… fue el ángel que me salvó de mí misma, recibí muchas intervenciones psicológicas que no funcionaban, todo hasta que se dieron cuenta que aquello que me hacía bien, era ayudar a los demás, así que hice algunos grupos de apoyo para los niños que eran víctimas de Bullying, cutting, desórdenes alimenticios y demás, aún están bajo mi cargo, se han salvado muchos adolescentes en los últimos cinco años. Quizá muchos desearían alardear de eso, pero no me gusta mucho contarlo, sé que muchos me podrán considerar una “heroína” pero soy simplemente una mortal más.
Después de “superar” esto, me centré más en mí, comencé a hacer ejercicio y cosas que me hicieran sentir mejor, ahora puedo decir que estoy muy fortalecida y he ganado mucha perseverancia, continué con los planes de apoyo, me enfoqué en mí y en mi felicidad, me enamoré por primera vez a los quince años, ese amor… siempre fue un amor inocente, él era muy lindo y respetuoso, nunca descuidé mis estudios, de hecho, terminé mi carrera y ahora estoy próxima a comenzar una segunda.
Aquí les presento las palabras que mi pequeña Zanahoria escribió para ustedes…
“He escuchado bastantes veces a personas decir que su vida es complicada, cuando tienen la fortuna de seguir con vida, y a otras tantas diciendo que se quieren morir solo por cosas insignificantes de su día a día, quizá no todos los días sean buenos, puede que haya momentos difíciles o imposibles de sobrellevar en ese preciso instante.
¿Pero saben una cosa?, rendirse nunca será la mejor opción, yo lo aprendí quizás de las peores maneras, y estuve a punto de rendirme, pero siempre hay pequeños ángeles sin alas que te salvan de tanto sufrimiento, en mi caso, la vida me ha recompensado con una familia hermosa y dos personas que me hay ayudado a salir adelante, una de esas personas es mi mejor amigo, quien me salvo de mi misma, quien me ayudó a ser más valiente a amarme, a ignorar los malos comentarios, quien me enseñó a vivir y mi otro pequeño ángel es SooMin, esta pequeña loca que me ayuda a sobrellevar mi vida día a día, quien me enseña cada día a seguir mis sueños, a no permitir que las cosas me derrumben, a hacer las cosas para mí y no para el agrado de nadie más.