A la mañana siguiente Claudia no tenía ni animo de ir a la universidad por querer evitar los problemas que se le presentaban, además de los comentarios que le hacia su ex y claro le estaba restregando a su novia a la cara, no tenía nada de ánimos para nada, todos e le estaba complicando soñaba con tener una familia con Sebastián, estaba pensando en que él lo entendería, aunque también pensó que esa última noche debió cuidarse, ahora ya estaba el daño hecho tenía que ponerse a pensar en el nuevo bebe que venía en camino, todo había sido sin ser planeado se estaba sintiendo culpable por dejarse llevar por los sentimientos y no pensar bien con la cabeza solo paso aquella noche, lo único que Claudia pensaba era en renunciar al amor que estaba sintiendo por Sebastián su prioridad era su bebe ya nada importaba, tenía que dar lo que quedaba ya que le quedaban algunos pocos meses para finalmente graduar, además de que ella tenía un trabajo estable se iba alejar de todo lo que la rodeaba, no quería estresarse por cosas sin importancia, aunque eso impidiera su propia felicidad, solo renunciar aquello que más amaba, renunciar a Sebastián era lo que tenía que hacer, si continuaba de esa manera se iba a sentir peor aun sabiendo que él ni siquiera quería responder por él bebe que venía en camino, en la mañana se la paso terminando de hacer algunos quehaceres además de adelantar algunos trabajos de la universidad y ya a lo último lo que le quedaba era simplemente ir a trabajar aun por suerte su jefe no decía nada respecto al embarazo, ya el tiempo había pasado ahora Claudia tenía cinco meses y se notaba mucho mejor que antes, se logró graduar de la universidad y sus padres la estaban apoyando, sin mencionar que sus amigas también la apoyaban además de que Allan estaba al pendiente de ella, iba a su casa para verificar que las cosas estuvieran mejor que antes y su vida estaba mucho mejor que antes, porque había dejado las preocupaciones a un lado, ella solo quería darle un mejor futuro a su bebe y solo estaba buscando un mejor trabajo para darle lo necesario.
Más tarde estaba dando paseo en el jardín cerca de su trabajo, le gustaba mucho ver los niños correr tan solo imaginaba ver al suyo viéndolo correr por todas partes, ver su carita, tan solo imaginarlo le provocaba mucha nostalgia y en esos cinco meses estaba de maravilla, aunque también se encontraba bastante mal, ella seguía pensando en Sebastián se sentía tonta al pensar en alguien como él, quizás no debió ni pensarlo, él ni siquiera se lo merecía y justo en ese instante lo había visto, una rabia la estaba invadiendo por dentro se veía muy contenta al lado de Tatiana, tuvo que marcharse del lugar para no tener que sentirse mal y había chocado y justamente era nada más ni nada menos que Allan.
—oh vaya Claudia iba a pasar a tu apartamento — dijo Allan
—que coincidencia que nos encontremos — dijo Claudia
—Cada vez te veo más radiante que nunca — dijo — por cierto ¿ya comiste algo?
—bueno iba a dirigirme a casa para comer algo
—no es necesario si quieres te invito
—no sé, me da pena contigo
—No tienes que sentir pena además no me molesta en gastarte comida y más que todo por este bebe — dijo Allan tocando la pancita de Claudia
—no se Allan siento pena contigo, pienso que soy una desagradecida
—tranquila entiendo que el dinero que tienes no te alcanza, no te sientas mal
—gracias Allan por estar pendiente de mi
—Claudia ¿has pensando en lo que te dije?
—no se Allan yo ahora no me siento preparada para una nueva relación
—Clau te prometo que te daré lo mejor de lo mejor, te prometo que te tratare con cariño y también cuidare de este bebe — sonríe — tienes que tenerme confianza, te prometo darte ese cariño que nadie te ha dado
—muy lindo y todo pero eso solo pueden ser promesas
— ¿Por qué no aceptas mi propuesta?
—Allan yo
En ese momento él le había robado un beso era un beso cargado de amor, era un beso pausado lleno de sentimientos, pero era un sentimiento que ni Claudia podía sentir, no sabía lo que estaba pasando no estaba aún lista, pero en los meses que tenía Allan estuvo al pendiente de su salud y cada vez que podía ayudaba con acompañarla, Claudia pensó y pensó quizás estar con el podía tomarse por agradecimiento.
En medio del beso de lejos Sebastián los miraba y una rabia lo estaba invadiendo, no le gustaba para nada aun después de graduarse seguía los rastros de Claudia, no la iba a dejar tranquila.
—sebas ¿Qué tienes? — pregunto Tatiana
—oh nada, vamos a la casa — dijo seriamente
— ¿Qué? Pero si acabamos de salir — dijo Tatiana — no entiendo porque cambias de opinión
—Porque me aburrí eso es todo — decía Sebastián
—No puede ser — dijo Tatiana mirando — de nuevo pensando en esa vieja — dijo con cierta molestia