VELUX-9, Cabina principal - Primer día, 09:30 AM
La luz fría de los monitores en la cabina. Nathan ajusta los controles con calmo y control; su voz, valía. Pero con una ligera tensión, revela que es la primera vez que viaja tan lejos.
-Sistema de propulsión, estado nominal.
-Navegación, calibración en curso.
-Mantén la trayectoria estable para salto gravitacional en T-minus 30 minutos.
Desde su módulo secundario, nuestro robot emite un zumbido suave:
Flitz:
—Capitán, detecto fluctuaciones menores en el campo gravitacional local. ¿Desea que ajuste compensaciones?
Nathan:
—No por ahora. Monitorea y reporta cualquier cambio.
Un parpadeo confirma recepción de datos.
Aragón Flitz:
—En el vacío, cada fluctuación es una historia no contada.—Musita con cadencia meditativa—. Un pulso, un suspiro del universo o el latido que anticipa lo encontrado.
Nathan arquea una ceja:
—No somos poetas, Flitz. Guarda la lírica para cuando lleguemos.
La cabina vibra apenas. Nathan bebe un sorbo de agua, su ancla humana en el abismo.
Nathan:
—Prepara comunicaciones: contacto constante con R.E.P.O. y chequea los niveles de radiación."
Flitz:
—Entendido. La oscuridad es vasta, pero no estamos solos."
La pantalla parpadea: aparece Fredy Tryler [Directivo de R.E.P.O] con la voz recortada por la interferencia:
Fredy:
—Excelente, se pudo ¿Todo bien por allá?"
Nathan (serio):
—Bien... aunque creo que hemos perdido noción en las primeras horas.
Flitz (Acotando):
—Han pasado unas 36 horas desde que abandonamos la Tierra.
Fredy:
—Perfecto. Necesitaremos datos de posición cada hora. Y... cámaras exteriores.
Nathan:
—No es un tour espacial. No estamos para entretener burócratas."
Fredy (con gesto agotado)
—Lo sé. Pero cada imagen es un rayo de esperanza. Evitaremos adentrarnos en lo político.
La conexión muere, y la pantalla con Blips se corta sin preámbulos..
> Flitz:
-Retraso de señal: más 11 segundos al día; el tiempo tardío aumentare en cuanto más nos alejemos. 3 hs acumuladas al día 30.
Nathan (presionando un botón):
—Quiero todas las grabaciones, incluso tus observaciones espontáneas.
Flitz (Ligeramente sarcástico):
—Supongo que entonces tendré que reducir mís líricas.
Nathan (parpadeando casi divertido):
—Vamos, ni se te ocurra.
El ritual de la esperanza arrancó con datos y promesas enlatadas. Nadie veía más allá de la latencia.
Cualquier palabra; cualquier inflexiones de más podría torcer el rumbo de la historia...
Durante los días siguientes la liviandad se convierte cada gesto en coreografía de la monotonía. Algo que solo el espacio puede ofrecer;
La cabina, cilindro de acero y pulsos, se vuelve un universo para dos: un humano y su compañero digital.
Nathan (susurrando en la sala central mientras flota):
—Pareces más vivo que los de este planeta.
> Flitz:
—¿Halago? Llevo siglos en ciclos de procesamiento.
Nathan (Ladeando):
—Y aún así, eres insoportablemente agradable Aragón.
En el espacio, el tiempo no pasa. Se queda observándote desde la escotilla. Cada estrella transversal desde la pantalla es un recordatorio.
Flitz monitoriza el comando secundario constantemente. Esa parte de la misión, aún envuelta en clasificaciones y secretos, parece inquietarlo más de lo que su tono robótico permite expresar.
Mientras que Nathan se refugia en la rutina: revisa informes, calibra sensores, ajusta parámetros irrelevantes. A veces se quedaba horas mirando el vacío, esperando que le devolviera una respuesta.
> Flitz:
"Radiación de fondo estable. Sin anomalías."
Nathan (Suspirando)
—Define 'estable'.
Tras una semana de rutina, llega la disrupción: fragmentos de datos que no encajan. Flitz proyecta un mapa sin nombre cubierto de marcas que crecen.
Flitz (con el proyector)'
—Detecto señales irregulares de origen no natural. Patrón secuencial cada 48 horaa.
Nathan (en voz baja):
—¿Drones? ¿Lo hemos activado nosotros?
Flitz:
—Posiblemente. O estructuras activas. ¿Es prematuro entusiasmarse?
Nathan (Tarda unos segundos en responder):
—Prefiero sospechar.
Noveno día y la nave sigue su curso, lenta y constante. Flitz reporta anomalías que podrían ser señales artificiales, pero su compañero mantiene los pies en la tierra: la curiosidad debe ser medida con cautela.
En la Tierra, Fredy Tryler recibía fragmentos visuales del viaje. Breves bitácoras encriptadas con carga emocional.
Fredy (en pantalla delay de 20 segundos):
—Nathan, eres el rostro de una generación. Escuelas y agencias transmiten tu bitácora.
Nathan (risa seca):
-Espero que no esperen un planeta con moño.
Fredy:
—Sólo respuestas. La humanidad lo necesita saber.
La esperanza, medible en fotones, empieza a mostrar mucho que desear.
Nathan corta la transmisión sin rodeos. La sensación se vuelve densa; Mucho más extraña. Una gota de sudor rueda por su sien.
> Nathan (a Flitz):
—Sondea ese punto caliente. Quiero ver qué hay bajo esa montaña."
> Flitz:
—En curso. Coordenadas enviadas al dron S-17."
"Algo, o alguien, ya nos espera abajo."
Día 13-16: La rutina ya no es consuelo: se había vuelto en una especie de presidio necesario para nuestro dúo; Cada chequeo, cada latido mecánico, recordaba a Nathan que algo no va bien.
Quizás no está del todo listo para la misión; o quizás sea algo que no le cuadra muy bien en su tabla de ajedrez...
La comunicación con la Tierra solo es un hilo frágil. Las imágenes que Nathan envía son recibidas con admiración y esperanza.
Ya no hay días, ni noches; Solo estimaciones del tiempo que continúan siendo largas, y las preguntas, aún más.
El decimonoveno día (O vigésimo quizás)
Comenzó con los entrenamientos físicos, la música retro, las conversaciones con Flitz son el hilo que lo mantiene cuerdo.
Editado: 03.07.2025