Isabella Jones.
Me vi obligada a abrir mis párpados cuando la alarma no dejaba de sonar, estiré mi mano y deslice mi dedo para deter el ruido.
Observé como un brazo abrazaba mi cintura me movi con cuidado y observé el perfil de Gael quien dormía plácidamente.
Separé su brazo con cuidado para levantarme sin despertarlo pero dicha acción quedó en la nada cuando volvió a abrazarme con más fuerza.
─ Es temprano, duerme ─murmuró Gael con voz ronca.
─ Tengo trabajo.
Me acomodé de lado tratando de cubrir mi cuerpo con la sábana y lo observé.
─ Tu único trabajo por el momento va a ser que sigas durmiendo conmigo. ─contestó aún con los ojos cerrados.
─ Que tú seas irresponsable es tu problema no mío.
─ Isa te adoro y todo lo que tu quieras, pero detesto que me hablen cuando me despierto.
Sonreí levemente y me acomodé en su pecho podía retrasarme unos minutos más, Gael empezó a acariciarme el cabello provocando que cerrara los ojos, y en vez de volver dormir, empecé a recordar lo que había pasando durante la noche.
Más allá de que extrañaba esas emociones, me sentía demasiado confiada con Gael y sabia que las pequeñas barreras que había entre nosotros habían desaparecido, al menos para mí y esperaba que también fuera para él.
Deje pasar unos minutos, antes de apartarme despacio de Gael, tomé su remera que se encontraba en el suelo y me la coloqué.
Me acerqué a la maleta y busqué alguna prenda cómoda para hoy, tenía tres entrevistas y debía terminar de grabar una canción. Terminé de elegir mi atuendo junto con la ropa interior y fui directo a darme una ducha.
Me observe en el espejo y note pequeñas marcas en mi cuello y en mis hombros, no estaban tan marcadas así que podría taparlas con maquillaje.
Me di una ducha rápida para luego cambiarme y tapar las marcas, abrí la puerta y me encontré a Gael sentado en la cama con unos shorts gris, cuando notó mi presencia levantó la mirada de su móvil y me sonrió.
─ He pedido el desayuno.
─ ¿Qué hora es? ─le pregunté observando como fruncía su entrecejo.
─ La hora de que desayunes.
Blanque mis ojos y me senté a su lado.
─ ¿Qué harán hoy?
─ Stefan nos pidió que hagamos dos shows acústicos.
Asentí y me estiré para tomar mi móvil.
─ Isa.
Me acomode en la cama y lo observé atentamente.
─ Respecto a lo de anoche, ¿Estas bien?, ¿Te hice daño en algún momento?
Sonreí levemente y acomodé su cabello de lado.
─ Estoy bien y no me has hecho daño así que no te preocupes. ─le respondí y pude notar un pequeño abismo de duda. ─ En serio, estoy muy bien.
Me acerqué y uní nuestros labios en un corto beso.
─ ¿Tú estás bien? ─le pregunté cuando nos separamos.
─ De maravilla.
Le sonreí antes de levantarme y preparar mi mochila con algunas cosas que podría necesitar durante el día mientras Gael se levantaba a recibir las bandejas con el desayuno.
Las dejo en la pequeña mesa y cuando terminé de preparar todo me acerqué para tomar asiento a su lado. Empezamos a comer en silencio, el cual se vio interrumpido por unos suaves golpes en la puerta.
Me acerqué con el vaso de café y abrí.
─ Hola Isa, ¿podemos pasar? ─preguntó Ian con una sonrisa.
Asentí y me hice a un lado dejando que Ian y Thomas se adentraron a la habitación.
─ ¿Desayuno para nosotros? ─le cuestionó Ian a Gael, el cual lo observaba confundido.
─ No, es de Isa, piérdete.
─ Siempre tan amable Gael, ¿tu madre no te enseño a compartir? ─le soltó Thomas mientras le sacaba un tostado.
Reí levemente y me coloqué la mochila.
─ Pueden comer lo mío, desayunare luego.
Gael me lanzó una mirada sabiendo que no iba a hacerlo, le sonreí y me acerqué para dejar un suave beso en sus labios. Sentí la mirada de los chicos sobre nosotros.
─ Te quiero. ─murmuró contra mis labios.
─ Y yo a ti ─sonreí y me separé de él ─. Nos vemos luego, suerte hoy chicos.
─ Suerte Isabellita. ─me contestaron los chicos en un cantito al mismo tiempo.
Salí de la habitación al mismo tiempo en el Malik salía del ascensor.
─ Justo venía por ti.
Llevaba un de sus trajes de siempre, me acerqué a él y subimos al elevador.
─ Cuanto más rápido terminemos podrás volver al hotel temprano.
Asentí levemente y me acomodé el cabello. Los supuestos castigos se quedaron en New York, la mayor preocupación que teníamos ahora era el tener a Jackson entre nosotros.
Subí a una de las camionetas y observé las redes.
─ ¿Se cancelaron los shows de Chile y Argentina? ─le pregunté a Malik al ver las noticias.
─ Hay varios problemas con el espacio donde debías cantar.
─ ¿Qué problemas?, No quiero que se cancelen.
─ No lo sé Isa, me lo comunicaron hace dos horas más tarde me dirán que pasó, los puedes hacer luego de la gira por Europa.
─ De acuerdo, el dinero que gastaron las personas se les devolverá, ¿verdad?
─ Debo hablar con los de arriba como se van a manejar con eso.
Frunci mi entrecejo y seguí observando las redes, no me gustaba esa respuesta y me desesperaba un poco que no me respondan con un simple SI o NO, si bien a mi no me afectaba que otras personas pierdan su dinero no me gustaba porque cada uno hizo un gran esfuerzo para comprar algún boleto solo por verme y sentia que les estaba fallando.
Bajamos cuando llegamos a uno de los canales de televisión y me detuve cuando observé a Jackson en la entrada.
─ No es seguro que se detenga aquí. ─me comentó uno de los de seguridad, respire hondo y seguí a Malik.
─ ¿Que carajos haces aquí? ─le preguntó enojado mi mánager.
─ También me llamaron para una entrevista.
─ Este canal es solo para los que cantan. ─le solté ganándome una mala mirada de Malik.
─ Cierto bonita, pero siempre hay una pequeña excepción por mi.
Esa era realmente era excusa patética y sabía que no era verdad.