Reputación Oculta

Capítulo 24.

Gael Miller.

─ Bien, Isabella ya se fue a Colombia y según Malik no estará por aquí hasta el mes que viene, así que no tendrás problemas por ese lado. ─soltó Stefan guardando varios papeles en una carpeta.

─ Sigo teniendo el problema y no voy a estar mintiéndole a cada rato. ─sentí como un pequeño objeto golpeó mi cabeza, me di vuelta y observé a Ian. ─ ¿Cuál es tu problema ahora?

─ El problema es que eres un hipócrita, dices que no quieres mentirle pero ya lo has hecho y encima en su propia cara. ─exclamó un poco enojado mientras se acercaba a tomar la pequeña pelota que me había tirado.

─ ¿Desde cuándo la defiendes tanto? ─le preguntó Thomas.

─ Desde que es mi amiga, no puedes hacerle esto Gael, ella es muy buena persona.

─ Ya lo sé Ian, pero ¿qué quieres que haga?, yo no quería esta cláusula y lamentablemente la firme.

─ Por idiota. ─murmuró Ian pegándose a la ventana.

Blanque mis ojos y me crucé de brazos.

─ Ya ha llegado, iré por ella. ─Stefan se levantó de su silla y salió de la oficina.

Suspiré y me levanté del sofá esperando a que Stefan nos presentara a Melisa, quería que todo esto acabe pronto así podría irme a cualquier lado mientras no sea estar aquí, volví a sentir nuevamente un pequeño golpe en mi cabeza.

─ ¡Deja de hacer eso! ─le reclamé a Ian devolviéndole la pelota mientras soltaba una pequeña risa al mismo tiempo que la puerta volvía abrirse.

Stefan entró con una chica detrás, realmente parecía igual a como salia en las portadas, llevaba una pollera negra por encima de los muslos junto a un pequeño top y un blazer blanco, y su cabello estaba amarrado en una coleta alta.

─ Joder. ─murmuró Thomas a mi lado, le lancé una mirada de advertencia a la cual no le hizo caso, él y Ian se quedaron totalmente quietos observándola y sabía el motivo, aunque no quiera admitirlo en voz alta era demasiado bonita y en el fondo sentía que muchas se sentirían inseguras a su lado y deseaba con todo mi ser que Isa no se sintiera así.

─ Ella es Melisa Connor ─la presentó nuestro manager ─. Esta comenzando su carrera como solista, ellos son Gael, Thomas e Ian.

Le hice una seña con la mano en modo de saludo y volví a cruzarme de brazos sin hacer contacto visual con ella.

─ Un placer conocerlos chicos. ─habló ella con una tono de voz bastante amable.

Ninguno de los chicos que tenia al lado le respondió simplemente la observaron, mientras que yo observaba a Stefan.

─ Ya la conocimos, ¿puedo irme? ─pregunté.

─ Un segundo... debo tomarles una foto juntos que será utilizada a la hora de anunciarlo a los medios.

─ Faltan dos semanas.

─ ¿Y?, ahora acomódate a su lado.

Respire hondo y me acerque a ella con pasos lentos demostrando que no queria hacer esto, me acomode a su lado tomando su delgada cintura, automáticamente su perfume de vainilla hizo que recordara a Isa y sentia que solo a ella se le veía bien estos olores.

Revolví un poco mi cabello y observé la cámara que trajo Stefan, deje que sacara varias fotos tratando de no se note que me desagradaba hacer esto.

─ Creo que con estas son suficientes.

Me aparté de inmediato y suspiré.

─ Podríamos salir y conocernos un poco más, después de todo pasaremos mucho tiempo juntos.

─ Tengo que ir a...

─ Irá ─se entrometio Stefan provocando que quiera ahogarlo con su jugo, asentí levemente y me acerque a tomar mis cosas.─ Ustedes dos chicos, iran a grabar unas cosas con Dylan.

Ninguno protestó porque su tomo no era para contradecirlo eran ordenes que no sabría hasta cuando podría soportarlas.

─ ¿Listo? ─preguntó Melisa a lo que asentí y dejé que saliera primero.

Sabía que no debía estar enojado con ella, porque no tenia la culpa de nada que todo esto era para que sea más conocida y parecía ser buena persona.

─ ¿Dónde quieres ir? ─le pregunte mientras caminaba a su lado con dos guardaespaldas atrás.

─ Hay un restaurante en la otra cuadra que hace comidas muy ricas.

─ De acuerdo.

Caminamos en silencio y hubiera deseado que siga así hasta que terminara la cena pero lastimosamente las cosas no siempre salían como a mí me gustaría.

No se que le veía de rico al menú porque literalmente era todo ensaladas y comida saludable, ni siquiera había una hamburguesa, así que terminé pidiendo unas ensaladas con pollo.

─ ¿Por qué te gusta venir a comer aquí? ─no puede evitar preguntarle.

─ Hay que mantenerse en forma, no puedo entrar a la industria luciendo con imperfecciones.

─ No creo que eso sea lo que más importa si tienes talento.

─ Hoy en día en la música importa eso, hago de todo para tener las medidas perfectas y me gusta que en mi trabajo salga todo tal como lo planeo.

─ ¿Y cómo haces para disfrutarlo?

─ No lo hago porque eso no me dará dinero, solo debo hacer lo que el mundo espera de mí.

─ ¿Qué es...?

─ Ser la mejor en todo, ¿conoces a Isabella Jones?

Sentí como mi cuerpo se tensaba levemente, no sabia si era por el hecho de que nombrara a mi novia o en el modo en el que la menciono.

─ Si, ¿qué tiene?

─ Ella tiene 22 años y ha logrado muchas cosas desde que entro a la industria,  y yo tengo 20 quiero superarla, todos los récords que este obteniendo quiero hacerlo el doble.

─ ¿Quieres crear una rivalidad entre ustedes?

─ No, solo es mi opinión, ella tiene éxito pero yo soy mejor y todo lo que Isabella u otros artistas obtengan yo lo haré en menos de un año.

Me retractaba al pensar que podría ser amable, ni siquiera llevaba una semana en la música y ya creía muchas cosas, todo lo que ella quería debía conseguirlo con trabajo duro no iba a obtener todo eso de la noche a la mañana.

─ ¿Tú cuántos años tienes?

─ 23. ─le respondí queriendo que todo esto acabe rápido.

─ Bonita edad.

Asentí y observé hacia la calle.

─ No quiero que esto sea difícil para ti, quiero que pongas un poco de tu parte. ─escuche como me hablaba.



#24331 en Novela romántica

En el texto hay: romance, , suspenso

Editado: 28.07.2021

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