Gael Miller.
─ Bien, Isabella ya se fue a Colombia y según Malik no estará por aquí hasta el mes que viene, así que no tendrás problemas por ese lado. ─soltó Stefan guardando varios papeles en una carpeta.
─ Sigo teniendo el problema y no voy a estar mintiéndole a cada rato. ─sentí como un pequeño objeto golpeó mi cabeza, me di vuelta y observé a Ian. ─ ¿Cuál es tu problema ahora?
─ El problema es que eres un hipócrita, dices que no quieres mentirle pero ya lo has hecho y encima en su propia cara. ─exclamó un poco enojado mientras se acercaba a tomar la pequeña pelota que me había tirado.
─ ¿Desde cuándo la defiendes tanto? ─le preguntó Thomas.
─ Desde que es mi amiga, no puedes hacerle esto Gael, ella es muy buena persona.
─ Ya lo sé Ian, pero ¿qué quieres que haga?, yo no quería esta cláusula y lamentablemente la firme.
─ Por idiota. ─murmuró Ian pegándose a la ventana.
Blanque mis ojos y me crucé de brazos.
─ Ya ha llegado, iré por ella. ─Stefan se levantó de su silla y salió de la oficina.
Suspiré y me levanté del sofá esperando a que Stefan nos presentara a Melisa, quería que todo esto acabe pronto así podría irme a cualquier lado mientras no sea estar aquí, volví a sentir nuevamente un pequeño golpe en mi cabeza.
─ ¡Deja de hacer eso! ─le reclamé a Ian devolviéndole la pelota mientras soltaba una pequeña risa al mismo tiempo que la puerta volvía abrirse.
Stefan entró con una chica detrás, realmente parecía igual a como salia en las portadas, llevaba una pollera negra por encima de los muslos junto a un pequeño top y un blazer blanco, y su cabello estaba amarrado en una coleta alta.
─ Joder. ─murmuró Thomas a mi lado, le lancé una mirada de advertencia a la cual no le hizo caso, él y Ian se quedaron totalmente quietos observándola y sabía el motivo, aunque no quiera admitirlo en voz alta era demasiado bonita y en el fondo sentía que muchas se sentirían inseguras a su lado y deseaba con todo mi ser que Isa no se sintiera así.
─ Ella es Melisa Connor ─la presentó nuestro manager ─. Esta comenzando su carrera como solista, ellos son Gael, Thomas e Ian.
Le hice una seña con la mano en modo de saludo y volví a cruzarme de brazos sin hacer contacto visual con ella.
─ Un placer conocerlos chicos. ─habló ella con una tono de voz bastante amable.
Ninguno de los chicos que tenia al lado le respondió simplemente la observaron, mientras que yo observaba a Stefan.
─ Ya la conocimos, ¿puedo irme? ─pregunté.
─ Un segundo... debo tomarles una foto juntos que será utilizada a la hora de anunciarlo a los medios.
─ Faltan dos semanas.
─ ¿Y?, ahora acomódate a su lado.
Respire hondo y me acerque a ella con pasos lentos demostrando que no queria hacer esto, me acomode a su lado tomando su delgada cintura, automáticamente su perfume de vainilla hizo que recordara a Isa y sentia que solo a ella se le veía bien estos olores.
Revolví un poco mi cabello y observé la cámara que trajo Stefan, deje que sacara varias fotos tratando de no se note que me desagradaba hacer esto.
─ Creo que con estas son suficientes.
Me aparté de inmediato y suspiré.
─ Podríamos salir y conocernos un poco más, después de todo pasaremos mucho tiempo juntos.
─ Tengo que ir a...
─ Irá ─se entrometio Stefan provocando que quiera ahogarlo con su jugo, asentí levemente y me acerque a tomar mis cosas.─ Ustedes dos chicos, iran a grabar unas cosas con Dylan.
Ninguno protestó porque su tomo no era para contradecirlo eran ordenes que no sabría hasta cuando podría soportarlas.
─ ¿Listo? ─preguntó Melisa a lo que asentí y dejé que saliera primero.
Sabía que no debía estar enojado con ella, porque no tenia la culpa de nada que todo esto era para que sea más conocida y parecía ser buena persona.
─ ¿Dónde quieres ir? ─le pregunte mientras caminaba a su lado con dos guardaespaldas atrás.
─ Hay un restaurante en la otra cuadra que hace comidas muy ricas.
─ De acuerdo.
Caminamos en silencio y hubiera deseado que siga así hasta que terminara la cena pero lastimosamente las cosas no siempre salían como a mí me gustaría.
No se que le veía de rico al menú porque literalmente era todo ensaladas y comida saludable, ni siquiera había una hamburguesa, así que terminé pidiendo unas ensaladas con pollo.
─ ¿Por qué te gusta venir a comer aquí? ─no puede evitar preguntarle.
─ Hay que mantenerse en forma, no puedo entrar a la industria luciendo con imperfecciones.
─ No creo que eso sea lo que más importa si tienes talento.
─ Hoy en día en la música importa eso, hago de todo para tener las medidas perfectas y me gusta que en mi trabajo salga todo tal como lo planeo.
─ ¿Y cómo haces para disfrutarlo?
─ No lo hago porque eso no me dará dinero, solo debo hacer lo que el mundo espera de mí.
─ ¿Qué es...?
─ Ser la mejor en todo, ¿conoces a Isabella Jones?
Sentí como mi cuerpo se tensaba levemente, no sabia si era por el hecho de que nombrara a mi novia o en el modo en el que la menciono.
─ Si, ¿qué tiene?
─ Ella tiene 22 años y ha logrado muchas cosas desde que entro a la industria, y yo tengo 20 quiero superarla, todos los récords que este obteniendo quiero hacerlo el doble.
─ ¿Quieres crear una rivalidad entre ustedes?
─ No, solo es mi opinión, ella tiene éxito pero yo soy mejor y todo lo que Isabella u otros artistas obtengan yo lo haré en menos de un año.
Me retractaba al pensar que podría ser amable, ni siquiera llevaba una semana en la música y ya creía muchas cosas, todo lo que ella quería debía conseguirlo con trabajo duro no iba a obtener todo eso de la noche a la mañana.
─ ¿Tú cuántos años tienes?
─ 23. ─le respondí queriendo que todo esto acabe rápido.
─ Bonita edad.
Asentí y observé hacia la calle.
─ No quiero que esto sea difícil para ti, quiero que pongas un poco de tu parte. ─escuche como me hablaba.