Capitulo 4. Decisiones.
KAI
Llego una vez más a casa, esta vez una sensación de alivio y emoción recorre mi cuerpo, la sonrisa estúpida no se ha borrado de mis labios, al contrario, se ha agrandado incluso más. Y es que es imposible simplemente olvidar que ella me escuchó, y no solo eso, Luna Rose parece quererme cerca, porque al escuchar que iba a irme sus latidos aumentaron de golpe.
Ella no quería que me fuera.
Y yo le había hecho de nuevo una promesa que ni loco iba a romper, iba a seguir visitándola hasta que ella se aburriera de mi y se despertara solo para correrme.
Me adentro a mi habitación suspirando cansado y dejo las llaves y mi teléfono sobre la mesita de noche.
— ¡Por fin recuerdas que tienes una casa!
Escucho la voz burlona de mi novia a mis espaldas, me doy la vuelta para encararla y alzo mis cejas al ver que viste solo ropa interior, una bastante provocativa.
— No digas eso, vine después del trabajo pero no estabas, así que salí.
Ella se cruza de brazos.
— ¿A dónde fuiste?
Suspiro sentándome en la cama.
— Fui al hospital Centinela, el que está cerca del estudio de fotografía de la amiga de tu madre.—respondo, ella se acerca a mi mirandome con curiosidad.
— ¿Y qué fuiste a hacer allí? ¿tu madre está bien?
— Si, ella está bien, tranquila.—tomo su mano—. Fui a visitar a Luna Rose, la chica que te conté que rescatamos de un acantilado.
Puedo notar su cambio de humor, sus ojos oscuros se quedan fijos en el suelo y su mandíbula se tensa.
— ¿Estás bien?
— Si, pero no creo que sea una buena idea que estés yendo a visitar a esa niña, digo, no es normal Kai, se supone que tú solo rescatas a la gente y luego simplemente los olvidas. ¿Por qué te interesa tanto esa tal Luna? ¿qué la hace tan diferente a los demás?
Fijo mi mirada en el suelo, ¿qué es lo que hace a Luna diferente a las demás personas que he rescatado? No lo sé, realmente que no lo sé.
— No lo sé Kelly, ella no tiene familia y pensé que sería bueno ir a verla.—miento solo un poco—. Ella se encuentra en un estado de coma y al escuchar que alguien fue a verla tuvo dos prqueñas reacciones, pienso que si sigo yendo ella va a volver en si más rápido.
Kelly se sienta a mi lado y toma mi mano con suavidad.
— Eres un hombre tan bueno Kai Dawson, y eso fue justamente lo que más me gustó de ti. Si crees que puedes ayudar a esa chica a volver de ese coma, entonces voy a aceptar que vayas a verla, solo tengo una condición.
La miro con una sonrisa de oreja a oreja.
— ¿Cuál sería esa condición?
— Que me dediques más tiempo a mi también amor, a veces te miro solo en las noches y eso no es justo.—hace un puchero haciéndome reír—. No me descuides Kai.
— De acuerdo, es un trato entonces.
Kelly asiente y besa mi mejilla.
— Ahora dame amor Kai Dawson.
~~💙~~
Un nuevo día da a inicio nuevamente, me toma unos diez minutos despedirme de Kelly pues ella se niega a dejarme ir en un principio, no puedo negar que algunas veces ella puede llegar a ser muy dulce, su dulzura y su forma de ser tan comprensiva y carismática fueron las razones por las que ella me atrajo desde un inicio, digo... su físico también tuvo mucho que ver, mi novia es una belleza latina que no dudó en atraparme con sus encantos. Querer a Kelly es fácil y se siente bien, aunque algunas veces sienta miedo de haberme apresurado mucho con ella, supongo que el tiempo lo dirá.
Llego al trabajo puntual, Jefe me espera en mi lugar, sus ojos me miran expectantes.
— ¿Y bien? ¿cómo te fue con la chiquilla?—pregunta sentándose a mi lado en una banca—. ¿La encontraste?
— La encontré.—respondo sonriendo de lado—. Pregunté por ella y me dejaron entrar a verla, tuvo una fuerte lesión en la cabeza y ahora... se encuentra en coma, viejo.
Jefe chasquea los dientes.
— Pobre chica.
Él parece quedarse pensando un momento, entonces me mira con los ojos entrecerrados.
— Oye, pero según me dijo mi amigo, solo le daban información de ella a familiares o a personas cercanas a ella, ¿cómo hiciste para que te dejaran entrar a verla?
Me rasco el cuello soltando una risita que lo hace alzar una ceja y cruzar sus brazos.
— Bueno, quizás mentí un poco para que me dejaran entrar a verla.—confieso por lo bajo—. Tal vez, solo tal vez... yo dije que era su novio.
— Así que ahora eres su novio de mentiras, ¿cuantos años tienes? ¿cinco?
— Solo lo dije para que me dejaran entrar a verla.
— Bien hecho genio, ahora, ¿qué va a pasar cuando tu verdadera novia descubra esa inocente mentirilla?—pregunta obvio—. No lo sé chico, para mi que estás arriesgándote mucho, te conozco niño, y sé que tienes un corazón muy bueno, pero a veces eres demasiado ingenuo, tienes que aprender que a veces las cosas que hacemos de buen corazón otras personas las pueden malinterpretar. A tu chica no va a gustarle para nada enterarse de que su chico se anda haciendo pasar por el novio de otra chica solo para verla.
Hago una mueca.
— Si lo dices así realmente suena muy mal, pero no lo he hecho con ese propósito. Yo no quiero lastimar a Kelly, solo siento esto en mi pecho que me dice que debo ayudar a esa chica, sé que puedo ayudarla. Kelly no va a enterarse de esa mentira, y si algún día lo hace sé que va a comprender que lo hice por una buena razón. He hablado de Luna Rose con ella y aunque al principio no estuvo muy convencida, ella está de acuerdo en que yo vaya a verla...
— Aguarda un momento muchacho, ¿vas a seguir yendo a verla?
— Seguiré yendo a verla, ayer que fui ella reaccionó a mi voz, viejo. Puedo jurar que sus ojos quisieron abrirse cuando escuchó mi voz, y cuando dije que tenía que irme ella... más bien su corazón, se aceleró. De alguna forma sé que mi presencia puede llegar a ayudarla, así que seguiré visitándola.
Editado: 20.06.2022