Capítulo 5

Capitulo 5. Todos en contra.

 KAI

 Llego al hospital una vez más, el sticker ya se encuentra pegado en mi camisa, camino por los pasillos del edificio sujetando con firmeza el ramo de rosas que compré para Luna Rose antes de venir, aunque esta vez ya se dónde se encuentra y debería estar más confiado, los nervios vuelven a mi como si fuera la primera vez que fuera a visitarla. 

— ¡Hola, Kai! 

Alzo la mirada solo para encontrarme con la enfermera de Luna Rose; Lyla. 

Ella se encuentra a punto de entrar a la habitación de la chica, lleva consigo un balde pequeño y unas esponjas, parece que va a limpiar algo.

 — Hola, ¿qué tal? 

— Oh ya ves, voy a limpiar un poco a tu chica, así que voy a pedirte que esperes unos minutos aquí para ponerla más guapa de lo que ya es.—ella sonríe radiante, no me queda más que aceptar, así que tomo asiento en una silla del pasillo y espero pacientemente. 

Lyla se tarda alrededor de veinte minutos en bañar a Luna Rose, pero cuando sale a avisarme de que ha terminado prácticamente corro hacia la habitación haciéndola reír divertida. Una sonrisa invade mis labios al verla una vez más, su piel sigue pálida pero siento que cada vez que la veo su belleza simplemente aumenta un poco más; esta vez su cabello se encuentra peinado en una cómoda trenza de la que se escapan varios mechones castaños, pero dejando su rostro de muñeca completamente despejado. 

— Hice que trajeran un sillón más cómodo para ti, la silla parecía estar a punto de romperse.—escucho la voz de Lyla a mis espaldas. 

— Gracias Lyla, eso fue muy amable de tu parte. 

— Descuida chico, me alegra muchísimo que vengas, parece que a la Bella Durmiente le hace bien sentirte cerca, ha mejorado más en las ultimas veinticuatro horas que en la ultima semana, si sigue así despertará antes de que nos demos cuenta. 

Una sensación cálida invade mi pecho, saber que mis visitas realmente pueden ayudarla en algo se siente bien, sé que ella logrará salir de toda esta montaña de basura en la que ha caído, pero no creo que la soledad sea quien la ayude, siento que debo estar aquí con ella, y si debo venir durante meses lo haré porque eso es lo que me dice mi corazón. 

Mi padre decía que no es hombre quien huye de lo que su instinto le indica, sino aquel que se pone los pantalones y se enfrenta ante toda muralla que se interponga en el camino con tal de seguirlo. No es que me crea un súper héroe, solo quiero ser fiel a lo que creo, a lo que siento. 

— ¿Realmente no ha venido nadie a verla? ¿ni un amigo o amiga?—pregunto sentándome en el sillón que han colocado cerca de la cama, dejo las flores sobre la mesita a mi lado, luego mi mano busca de nuevo la suya y la sostiene con ternura—. Hola, linda.

 — No ha venido nadie Kai, quizás sus amigos no se han enterado de lo que ha pasado, y realmente no hemos podido contactarnos con nadie porque su teléfono celular se perdió al igual que todas sus cosas, supimos su información por la policía quien investigo las placas de su vehículo, ¿tú no conoces a alguno de sus amigos? Digo, eres su novio. 

Carraspeo dándome un puñetazo mental por haber preguntado eso sabiendo que para Lyla y todos en el hospital yo soy el novio de Luna. 

— Uh, es que llevamos muy poco tiempo de novios y la verdad no he tenido tiempo de conocer a su familia, mucho menos a sus amigos. Pero... ¿Qué hay de su compañía celular? ¿a nadie se le ocurrió hackear sus datos para poder buscar sus contactos? ¿sus redes sociales?

 Ella se queda pensativa unos segundos antes de asentir.

 — Creo que lo intentaron pero resulta que la chica es una cerebrito y borró todo de su teléfono para que nadie pudiera ver sus cosas.—susurra acercándose a mi, mis cejas se juntan en confusión al escucharla—. Oí a uno de los oficiales cuando estaban aquí investigando no sé qué cosa, decían que tal vez Luna Rose huía de alguien, y por eso intentó borrarse de todos lados, hasta del mundo. 

— No puedo creerlo, ¿pero cómo es que ella borró todo de su teléfono? ¿es eso posible? Se supone que todas las estupideces que guardamos en nuestros teléfonos se quedan en la nube aunque las borremos. 

— Oh, no lo sé, un oficial dijo que eso solo lo puede hacer un hater o algo así... 

— Hacker... entonces Luna Rose es una hacker. 

— ¡Eso! 

Lyla se despide de nosotros un rato después y se marcha a atender a otros pacientes dejándome solo con la Bella Durmiente. Mi mirada cae sobre nuestras manos juntas, los latidos de su corazón se mantienen tranquilos, al igual que su respiración se mantiene controlada.

 — ¿Sabes Luna Rose? Lo que haya pasado antes del accidente realmente no importa ahora mismo, si eso es lo que te mantiene en este estado... solo olvídalo por un tiempo, si alguien intentó hacerte daño, verás que esa persona va a pagar por lo que te hizo hacer. Cuando despiertes voy a estar aquí para ayudarte a enfrentarlo si me necesitas, pero por favor no tengas miedo, solo... intenta volver. 

Me quedo callado cuando de pronto siento una leve presión en mi mano, ella ha apretado mi mano. 

Lo hizo tan suavemente que apenas pude darme cuenta de ello, apenas pude sentirlo, pero realmente fue ella. 

— El miedo es la sensación más desagradable que pueda existir, también es la principal razón por la que nos estancamos en un solo lugar para resguardarnos de cualquier peligro, quizá eso es lo que intentas hacer Luna, y quiero que sepas que está bien si necesitas más tiempo para resguardarte aquí. Pero algo me dice que tú eres una guerrera, algo me dice que tarde o temprano vas a volver y vas a enfrentar tus miedos como una valiente princesa, y yo confío en ti. 

» No digo que sea fácil, créeme, yo tengo mucha experiencia. Mi trabajo conlleva eso; tener que enfrentar mis miedos día a día, a veces tengo miedo de fallar, de dejar morir a alguien o incluso de morir yo, pero si dejo que ese miedo me domine no podré hacer lo que más amo, salvar vidas. Lo que quiero decir es que... Si no enfrentamos nuestros miedos, ellos siempre van a ganar, y su premio es nuestra caída Luna Rose.