Capitulo 9. Aceptar el amor.
KAI
Llego a casa después de veinte minutos atascado en el tráfico, el auto de Kelly está aparcado donde siempre, no me tardo ni cinco segundos al estacionarme a su lado y bajo de mi auto rápidamente, me siento increíblemente preocupado por ella. Kelly es una chica alegre y extrovertida, es el alma de la fiesta y casi nunca se comporta seria o afligida, su voz en la llamada sonaba así y eso me tiene con los nervios de punta. Subo en el ascensor hasta nuestro departamento y al llegar abro la puerta con mi llave, al entrar encuentro a mi novia sentada sobre el sofá grande con dos maletas grandes a un lado.
Mis cejas se juntan en confusión instantáneamente, ella al notar mi presencia me da una mirada llena de tristeza y me indica con su oscura mirada que me siente a su lado, la obedezco al instante sintiendo una mezcla entre confusión, preocupación y alerta dentro de mi pecho.
— Estás enamorado, Kai, y ya no es de mi.
Sus primeras palabras me dejan helado.
— No soy una tonta, me di cuenta desde que ella despertó y llegaste a casa luciendo eufórico. Me quieres y eso también lo sé, pero no como a ella, y es triste porque ella logró hacerte caer en dos meses y yo en tres años lo único que he conseguido es que me quieras y me tengas cariño. Y yo... también te quiero mucho, pero ya no quiero estar contigo Kai.
Trago fuerte procesando sus palabras, mi garganta se siente como si una bola de fuego estuviera atascada adentro.
— Yo...
Su dedo se posa sobre mis labios callándome.
— Nuestra relación ya no tiene sentido desde hace mucho tiempo y de mi parte lo perdió incluso desde antes de que ella apareciera.
— ¿Qué quieres decir Kelly?—la pregunta sale obligada de mi boca.
Ella aprieta sus labios fuertemente a la vez que desvía la mirada hacia el suelo.
— Cuando te conocí yo estaba teniendo problemas con mi padre y su Nueva esposa, y ellos me echaron de su casa, Así que me vine a Los Angeles, no quería ir con mi madre y su Nueva familia así que no tenía a donde ir, pero tú estabas allí, supongo que me aproveché un poco y te propuse vivir juntos, tú estabas tan emocionado y querías empezar a formar una familia. Admito que eso me asustó pues era lo último que yo quería, pero al no tener más opción me mudé contigo, fui una aprovechada y realmente me arrepiento por eso.—ella toma un respiro antes de seguir—. Con el tiempo te fui queriendo pero la verdad es que no me imagino una vida a tu lado, no me imagino casada contigo, por más que lo intento no logro amarte Kai.
» Hace un año que conocí a Martin, él es un fotógrafo muy famoso aquí y me ofreció lanzarme como modelo para una revista de modas, hace una semana hice varias sesiones con él y la paga fue muy buena, así que alquilé un lugar cerca de Malibú, yo... estoy intentando algo con Martin y antes de hacer cualquier cosa creo que es necesario que lo nuestro termine.
Trago saliva apartando la mirada, su gran confesión hace que mi corazón arda en un nivel de intensidad máximo, darme cuenta de que me utilizó me duele, quizás si hubiese sido honesta conmigo desde un principio saber esto no me hubiera dolido tanto.
Ahora me doy cuenta de que fui un tonto que se dejó usar.
Ahora que ya no me necesita va a irse.
— Si no me querías entonces solo debías ser sincera Kelly, pude ofrecerte mi amistad sincera y de igual forma pude ayudarte, no tenías por qué hacerme creer que me querías y que querías vivir conmigo, ser mi novia y quizás hasta mi futura esposa.
— ¡Lo siento, Kai! Es que no pensé las cosas en ese momento, ¡mierda, jamás quise herirte! Me equivoqué y lo siento tanto.—sus ojos se humedecen—. Te agradezco todo lo que has hecho por mi desde que me conociste, eres un ángel Kai Dawson y yo te quiero muchísimo, lamento no hacerlo como realmente lo mereces, pero creo que es hora de ir por diferentes caminos. Estás enamorado corazón, puedo verlo en esos ojos lindos.
Suspiro llevándome las manos a la cara.
— Perdóname...
Su mano se posa sobre mi hombro, asiento rápidamente pensando que esto es lo mejor, jamás podría detenerla o querer hacerla sentir mal de ninguna manera, ella será feliz y eso me da calma.
— Tranquila.—susurro poniendo una de mis manos sobre la suya que se encuentra en mi hombro—. Está bien, solo... trata de ser feliz.
La vuelvo a mirar, ella me sonríe con lágrimas saliendo de sus ojos y asiente antes de acercarse a mi para dejar un beso sobre mi mejilla.
— Gracias Kai, espero que tú también seas feliz.—ella entrelaza nuestros dedos—. Te quiero mucho.
Le sonrío sinceramente.
— Yo también.
Ese día Kelly se marchó dejándome solo en aquel frío lugar que para mi sorpresa ya no se sentía como mi hogar, al día siguiente me sentía tan desganado que decidí quedarme en casa todo el día mientras buscaba en línea un nuevo departamento para vivir.
Mamá llamó al menos unas diez veces para asegurarse de que estaba bien, Kelly le había dado la noticia de nuestra separación el mismo día en que se fue, solo puedo decir que mamá es la que más está sufriendo por mi rompimiento con Kelly. Comprensible, ellas habían formado una relación especial como si fueran madre e hija.
Al tercer día todo fue mejorando, encontré un nuevo lugar para vivir, quedaba cerca de Manhattan Beach, a unos diez minutos del hospital Centinela y a unos treinta de mi trabajo, parecía el lugar perfecto para mi, contaba con una habitación principal y una pequeña para visitas, dos baños, cocina, un pequeño comedor, sala y lavandería.
Era perfecto, me tomó un día entero hacer todo el tramite y mudar mis cosas a mi nuevo hogar pero lo logré. Hacerlo se sintió bien, sentía que cerraba un capítulo más en mi vida y ahora era un hombre nuevo.
Es un poco gracioso; las chicas se cortan el cabello y los hombres se mudan de casa.
Editado: 20.06.2022