Capitulo 15. La carta.
LUNA ROSE
Mi mente no deja de pensar en Kai y en que está en camino hacia aquí, si Iker lo ve sé que va a cumplir su promesa de lastimarlo, debo encontrar la forma de impedir que se encuentren y estalle un caos, si lastima a Kai va a destruirme y él lo sabe, es por eso que las ganas de esperarlo no le faltan.
Sorpresivamente su teléfono celular comienza a sonar y él chasqueando la lengua aparta la navaja de mi cuello para guardarla de nuevo en su chaqueta y sacar su teléfono, rápidamente contesta la llamada, él discute con la otra persona durante unos cuantos minutos y al finalizar la llamada parece furioso y bastante frustrado.
— Victor quiere que te lleve ya, así que veré a tu noviecito en otra ocasión.—escupe enojado, casi respiro aliviada—. Pero antes vamos a asegurarnos de que nadie vaya a querer buscarte. Voy a soltarte pero te juro que si gritas voy a traer a tu muñequito y lo voy a asesinar frente a tus ojos.
Asiento intentando tranquilizarme y él finalmente me suelta, de pronto la puerta de la habitación se abre y por un momento creo que se trata de Lyla o Kai, pero no es así; se trata de Jessi, la nueva enfermera.
Ante mi mirada asombrada la chica se adentra a la habitación y cierra la puerta con llave para despues caminar hacia nosotros y besar en los labios a Iker.
— Gracias por tu ayuda nena, ¿trajiste lo que te pedí?—le pregunta él.
Jessi asiente sonriéndole con coquetería. Mentiría si dijera que me esperaba esto de ella, soy tan tonta que no pude ver que su odio hacia mi iba más allá porque ella en realidad ya me conocía, aparentemente es la novia de Iker, seguro que todo esto estuvo planeado desde antes, ella debe haberlo ayudado a entrar hasta aquí sin problema alguno.
Debí haberlo visto.
— Aquí tienes, es el alta autorizada por su doctor, con esto los van a dejar salir rápido. Ya me aseguré de que nadie viniera pero debes apresurarte porque escuché que las demás enfermeras vendrán a despedirse de ella.
La chica le da una hoja y un cuaderno junto con un bolígrafo, Iker lo toma todo y le da un beso largo, desvío la mirada asqueada y desesperada por encontrar una forma de escaparme de ellos, pero no hay escapatoria para mi, la puerta está bloqueada y mi única salida sería por la ventana, no dudaría en salir por allí si tan solo no estuviera en un tercer piso.
Jessi se marcha después de mirarme con burla, y luego Iker me sorprende agarrando mi cabello en su puño para arrastrarme hasta el pequeño sofá cercano a mi cama, gruño soportando el dolor en mi cuero cabelludo, él pone el cuaderno frente a mi y me da el bolígrafo de mala gana antes de acercar peligrosamente su cara a la mía.
— Ahora vas a escribir todo lo que voy a decirte, te conviene hacer exactamente todo lo que te diga Luna Rose, si no lo haces sabes que voy a buscar a ese chico que tanto pareces querer y voy a desaparecerlo.
— Déjalo tranquilo.—susurro con la voz rota.
— Entonces escribe.
Con el corazón roto y las esperanzas por el suelo comienzo a escribir lo que él va dictándome, cada maldita palabra la escribo sintiendo mi corazón romperse de a poco, cada maldita palabra duele como el infierno. Las lágrimas caen una tras otra mientras deslizo el bolígrafo sobre la hoja en blanco plasmando palabras tan crueles que sé que lastimarán el corazón de mi príncipe, lo harán pensar lo peor de mi y romperán para siempre lo que ambos habíamos construido.
Es el fin de algo hermoso, de algo que no creí iba a acabar tan rápido y de esta forma tan dolorosa.
Lloro llena de tristeza imaginando su rostro impregnado de dolor mientras lee esto que escribo, mis ojos arden al igual que mi corazón, me toma al menos unos diez minutos escribir la carta y eso logra desesperar a Iker quien me obliga a apresurarme sacando de nuevo su navaja e hiriéndome con la punta justo en mi pecho, gimo por el ardor y me apresuro a terminar antes de que decida acabar conmigo.
Al terminar arranco la hoja y la doblo con cuidado para dejarla en la almohada sobre la cama.
— Toma tus cosas y sígueme.
Hago lo que dice sintiendo el verdadero pánico invadirme, cuelgo el bolso en mi hombro y él toma mi brazo obligándome a apegarme a su cuerpo, acerca su boca a mi oído y su aliento choca contra mi piel haciéndome temblar del miedo.
— Cubre esa maldita herida.—gruñe refiriéndose a la herida sangrante que él mismo me hizo en el pecho—. En los pasillos hay cámaras de vigilancia, papá no quiere que piensen que te han secuestrado y después quieran buscarte, así que vamos a actuar como una parejita enamorada para que piensen que te has ido conmigo por voluntad propia, más te vale actuar bien o te vas a arrepentir.
Él rodea mi cintura con su brazo izquierdo mientras que con el otro sujeta mi cintura de forma que no se vea que me tiene amenazada con la navaja, la punta de esta se clava superficialmente en mi cintura haciéndome tragar fuerte. Iker comienza a caminar hacia la puerta arrastrándome con él, pero antes de salir se detiene una vez más.
— Limpia tu cara y finge estar feliz de verme.
Lo miro con rabia.
— Hazlo Luna Rose, piensa en tu muñequito y en lo mucho que voy a disfrutar torturarlo si lo llego a ver.
— Lo haré.
Él me sonríe de una forma desagradable, limpio mi rostro húmedo y me obligo a mi misma a obedecer porque si no hago lo que dice la vida de Kai corre peligro, prometí estar a su lado siempre pero no pienso cumplir esa promesa si las consecuencias de eso son que salga herido o peor... que lo maten por mi culpa.
Salimos de mi habitación abrazados y fingiendo felicidad, sonrío alegre por fuera aunque por dentro siento que muero con cada paso que doy, evito mirar a toda costa las cámaras que graban cada paso que doy, cada gesto que hago, evito mirar hacia arriba porque él va a verme después y va a saber todo lo que siento ahora mismo con solo mirar mis ojos, porque Kai Dawson es el único que puede decifrarme con solo una mirada.
Editado: 20.06.2022