Capítulo 16

Capitulo 16. Tu infierno personal. 

LUNA ROSE

 Iker conduce por las carreteras con sus ojos oscuros fijos en el camino, mientras que yo me encuentro en la parte trasera de su auto llorando en silencio a la vez que limpio con asco mi boca. El solo recuerdo de sus asquerosos labios sobre los míos me da asco y muchas ganas de vomitar, él pensó que sería el broche de oro para concluir nuestra actuación y salir del hospital pero para mi fue la experiencia más repugnante que pude haber experimentado en mi vida. 

Mi corazón dentro de mi pecho arde como si estuviera envuelto en fuego, el haberme alejado de Kai había dolido como el infierno e incluso más, estoy destruida por dentro y toda esperanza ha comenzado a abandonarme, sé que en el momento en el que esté frente a Victor Lorentz estaré completamente perdida.

 Una hora más tarde cuando los edificios desaparecen y son reemplazados por campos secos y desolados Iker detiene el auto a la orilla de la carretera de pronto y baja del auto para después abrir la puerta trasera justo donde voy yo, mi corazón se dispara del miedo, miro al tipo flacucho con temor y eso le da gracia por lo que sonríe con burla. 

— Relájate preciosa, aunque eres atractiva y tienes lo tuyo no estoy dispuesto a que papá me corte los testículos por tocarte, él me ha dejado en claro que le perteneces al gran Máximo Romanoff.—escupe con resentimiento. 

— Yo no le pertenezco ni a ese infeliz ni a nadie más.—gruño haciéndome hacia atrás en el asiento intentando alejarme de él.

 Iker lanza una gran carcajada y en un rápido movimiento se adentra al auto junto a mi, ahogo un grito cuando su mano se entierra en mi cabello y me jala hacia él. 

— Creo que no has terminado de entender lo tan jodida que te encuentras ahora mismo Luna Rose, papá le debe a ese tipo y si no le paga de alguna forma él va a mandar a su gente a matarlo y papá no va a permitir que eso pase, yo tampoco lo dejaré en manos de esa gente, le debo a papá mucho... 

— Él no es tu padre, Iker... No le debes nada, él te enseñó esta vida de perdición, él te arrastró a este mundo tan jodido.—lo interrumpo esperando hacerlo entender que Víctor es una mierda, intentando de alguna forma encontrar dentro de él algo de compasión, de humanidad. 

Pero me arrepiento al instante porque sus ojos se llenan de rabia y su mano libre agarra con brusquedad mi mentón haciéndome quejar del dolor por la fuerza que ejerce. 

— ¡No te atrevas a hablar mal de papá!—chilla embravecido— No importa lo que digas niña estúpida, nunca vas a lograr ponerme en su contra, no importa lo que digas... De todas formas voy a llevarte con él y vas a pagar la deuda así tenga que llevarte a rastras con Máximo. 

Me suelta bruscamente y busca algo en el bolsillo de su chaqueta, un segundo más tarde saca un pañuelo y rápidamente lo coloca sobre mis ojos, mi respiración se agita aún más al sentir como amordaza mis muñecas y coloca un pedazo grueso de cinta adhesiva sobre mi boca. 

Puedo sentir como acerca su boca a mi oído y me susurra unas palabras que calan mi corazón. 

— Es hora de que conozcas tu infierno personal, mi dulce, dulce... Luna Rose. 

~~~💙~~~

 El auto avanza sin detenerse ni un solo segundo, el tiempo tampoco se detiene, calculo al menos una hora más de viaje y si no me equivoco ahora mismo debemos estar saliendo de la ciudad. Mi corazón se hunde un poco más como si eso fuera posible, cada minuto que pasa, cada kilómetro avanzado, me alejan de Kai más y más. He dejado de llorar porque simplemente ya no me quedan más lágrimas que derramar, me siento seca y vacía por dentro, como si algo dentro de mi hubiese sido arrancado con violencia, con salvajismo, miles de sentimientos y emociones me invaden pero los que más me logran hundir son; la impotencia de no poder hacer nada para huir de las garras de mi padre y mi hermanastro, la tristeza por haber dejado a Kai de la forma tan dolorosa en la que lo hice, la rabia por no haber actuado a tiempo... Debi haberme ido en cuanto pude volver a caminar, tal vez si lo hubiera hecho ahora mismo no estaría siendo secuestrada por Iker. 

Debí huir en cuanto pude hacerlo. 

El viaje parece ser eterno pero cuando el auto finalmente se detiene mi corazón nuevamente da un furioso vuelco y el miedo me invade, Iker sale del auto y en un segundo lo tengo a mi lado tomando mi brazo con fuerza para sacarme del auto con brusquedad. Lucho por soltarme e intentar correr lejos pero la fuerza del tipo le gana a la mía a pesar de su estado físico tan delgado. Mis pies tocan el suelo y a pesar de usar unas zapatillas puedo sentir que están sobre tierra, el pavimento ya no está más. Iker comienza a caminar llevándome a arrastras con él, juro por todo lo sagrado que lucho por soltarme de sus asquerosas manos y salir huyendo pero no puedo, mis fuerzas parecen haberme abandonado y con ellas parece ser que se han ido mis esperanzas, mi fe y mi fortaleza. 

Cada paso que doy me acerca cada vez más a mi infierno, las manos ásperas de Iker me obligan a avanzar y se siente como ser escoltada hacia un abismo de espinas por un demonio cruel que disfruta de mi sufrimiento.

 Un minuto más tarde nos detenemos y el sonido de unas llaves siendo agitadas me hace saber que Iker se encuentra abriendo una puerta. Mi cuerpo se tensa y entonces luchar ya no tiene sentido, he llegado a mi destino y aunque intente huir ya no hay salida para mi, una insignificante puerta es lo que me separa de mi padre, mi verdugo; una vez esa puerta se abra yo sé que no habrá salida alguna de ese lugar, no habrá escape alguno... Cuando cruce esa puerta sé que mi vida ya no me pertenecerá, mi cuerpo ya no será mío, cuando cruce esa puerta dejaré de ser Luna Rose, la chica llena de sueños y metas que ama sonreír todo el tiempo y hace lo que sea por luchar, por ser alguien en la vida. Cuando cruce esta puerta me convertiré en un boleto a la libertad para mi padre, un objeto sin valor que venderán al mejor postor, me convertiré en la mujerzuela de un narcotraficante, en un adorno sin voz ni voto, quizás hasta en un objeto sexual de ese viejo depravado.