Rescátame

Capítulo 26

Capítulo 26. Las cosas claras.

KAI

La expresión de terror en el rostro de Luna Rose enciende una alerta en mi cabeza, me levanto de la cama de un salto y me acerco a ella con el corazón acelerado, el miedo en sus ojos me cala el alma. Me agacho frente a ella para quedar a su altura y tomo su mano con suavidad, sus dedos están muy helados, su frente se ha perlado de sudor frío y el temblor de su cuerpo solo me advierte que lo que sea que le hayan dicho en esa llamada es muy grave. Me espero lo peor.

El teléfono cae de su mano y se estrella en la alfombra de la habitación con un golpe sordo, me apresuro a recogerlo para ver si aún puedo hablar con la persona con la que ha charlado pero para mí mala suerte la llamada se ha cortado con el golpe. Mis ojos buscan desesperados a los suyos, deseando encontrar una explicación pero mi Bella Durmiente se encuentra en un estado de shock muy fuerte; sus ojos están perdidos en los míos pero ella realmente no me ve a mi, parece estar sumida en sus propios pensamientos, en su propio mundo.

Mis manos ahuecan sus frías mejillas.

— Luna Rose, háblame.—le suplico en voz baja para no sobresaltar a Hope quien se encuentra medio dormida sobre la cama a un lado de ella—. Reacciona mi amor, dime qué está mal.

Me desespero cuando grandes lágrimas comienzan a salir de sus ojos, de inmediato las limpio y conteniendo mi desesperación beso sus labios con la esperanza de que al sentirme pueda salir de ese estado en el que la ha sometido esa maldita llamada. Al separarme de ella logro oír su voz, es tan baja que apenas logro escucharla con claridad.

— Va a venir por mi...

Mis cejas se juntan al no comprender de lo que habla.

— ¿De quién hablas, Rosie? ¿Quién va a venir por ti?

Entonces sus ojos celestes regresan al mundo real y la forma en la que se oscurecen me deja sin respiración.

— Víctor... escapó.

No necesita decirlo dos veces, algo parece hacer clic en mi cabeza y me levanto como un resorte sintiendo como cada parte de mi cuerpo se tensa, mi mandíbula se aprieta y la rabia se apodera de mi. ¿Cómo mierda ese imbécil logró escaparse? ¿A qué clase de inútiles les encargaron trasladar a esa escoria? ¿Cómo pudieron dejarse engañar por ese bastardo?

Con la furia contenida busco un bolso grande donde comienzo a meter frenéticamente la ropa de Luna Rose, no pienso cometer el mismo error dos veces; esta vez no voy a separarme de ella, si Víctor Lorentz se atreve a venir por ella se va a encontrar con su peor pesadilla, pienso hacer lo que sea necesario para mantener a mi Luna Rose a salvo, ni siquiera sobre mi cadáver va a poder lograr hacerle daño de nuevo. Esta vez lo esperaré preparado. Empaco también la ropa de Hope en su pañalera y cuando termino decido llamar a Blend Daniels, el agente del FBI que me ayudó todo este tiempo a buscar a Luna Rose, él no tarda en contestarme.

— Aquí Blend, hace mucho que no sabía de ti, amigo, dime en qué puedo ayudarte.

— El padre de Luna Rose escapó de la policía hoy, creo que va a venir a buscarla. Necesito tu ayuda para protegerla, ¿Crees que podamos contar con tus hombres para proteger el edificio donde vivo hasta que lo atrapen?

— Sabes que si, ese tipejo es un puente hacia Máximo Romanov. Pondré a mi jefe al tanto, en veinte minutos tu edificio estará rodeado por mis hombres, vamos a cazar a ese animal en cuanto ponga un solo pie allí, ya lo verás.—pronuncia con la voz cargada de emoción—. Dile a tu chica que por nada del mundo salga de tu departamento, no la dejes contestar ningún jodido teléfono porque él es capaz de llamarla para extorcionarla, si Víctor logra tener a Luna Rose las cosas se nos van a complicar, no podremos actuar sin correr el riesgo de que ella salga herida. Haz todo lo posible por mantenerla a tu lado, cuídala y te juro que todo va a salir bien.

— De acuerdo, gracias por la ayuda Blend.

— No hay de qué, te lo debo por no haberla podido encontrar antes. Esta vez vamos a destrozar a ese desgraciado.

— Eso espero.

Al colgar regreso hacia Luna Rose, ella me mira en silencio mientras sostiene a la bebé en brazos, la abraza como si su vida dependiera de ello. Trago fuerte al verla tan vulnerable, su padre la hizo pasar por un infierno y entiendo que la idea de regresar a él la atormenta, pero no lo permitiré, no dejaré que él le toque un solo pelo, eso lo juro.

— ¿Qué vamos a hacer?—susurra insegura.

Me siento a su lado para dejar un beso sobre la cabeza de Hope y colocar una de mis manos sobre su mejilla.

— Voy a llevarlas a mi casa, un amigo del FBI se encargará de poner seguridad en todo el edificio, Víctor no podrá acercarse ni a ti ni a Hope. Todo va a estar bien Luna Rose, te prometo que voy a cuidarte con mi vida esta vez.—susurro juntando su frente con la mía—. No voy a dejar que ese monstruo se acerque a ninguna de las dos, esta vez él no va a ganar amor, porque esta vez no voy a separarme de ti en ningún momento... no pienso cometer el mismo error dos veces.

— No quiero que les pase nada, ni a ti, ni a nuestra bebé.—susurra entrecortadamente.

— Eso no pasará, te prometo que todo va a salir bien. Ahora vámonos de aquí, necesito ponerlas a salvo cuanto antes.

Ella asiente más tranquila, colocamos a Hope en el portabebés y yo me cuelgo el bolso y la pañalera en la espalda, cargando a Hope en una mano y sosteniendo a Luna Rose en la otra salgo de la habitación, nos detenemos unos pocos minutos en la entrada de la casa para poder despedirnos de la mejor amiga de Luna Rose y la madre, luego nos subimos a mi auto y sin esperar más comienzo a conducir hacia mi edificio, en medio del camino hablo con mi padrastro Bill para informarle sobre la situación, él me dice que ya ha visto la noticia por la televisión y eso solo aumenta más mi ansiedad.




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