Capítulo 27. El monstruo se acerca.
LUNA ROSE
El agua tibia cae sobre mi cuerpo relajándolo al instante, mis ojos se cierran bajo la suave lluvia de la regadera. Un suspiro agotador sale desde lo más profundo de mi pecho y la sensación de alerta que me ha invadido desde aquella maldita llamada disminuye solo un poco. No he dejado de imaginarme miles de escenarios en los que Víctor finalmente logra llegar de nuevo a mi, uno de mis mayores temores es que utilice a Kai o a mi pequeña Hope para lastimarme, porque se que vendrá con esa intención, se va a vengar de mi. Es un hecho.
Es por esa razón que he ideado un plan, sé que la mayoría de mis planes terminan fracasando pero esta vez necesito que funcione. Solo debo actuar en el momento indicado. No voy a mentir y a decir que no tengo miedo porque la verdad es que estoy aterrada, pero no hay tiempo para eso, estoy decidida a pelear fuerte con tal de no volver al infierno, con tal de proteger a las dos personas que más amo en este mundo.
No tengo músculos, tampoco sé artes marciales ni mucho menos sé usar un arma, tampoco es como que tenga acceso a una, pero mamá decía que la mejor forma de defendernos era con una mente calculadora, con pura inteligencia y determinación.
Salgo de la ducha una hora después sintiéndome fresca y con las fuerzas renovadas. Son las diez de la noche por lo que decido colocarme un camisón de dormir, mi cabello es un desastre pero decido dejarlo así, al mirarme en el espejo una chica decidida me regresa la mirada, puedo ver el miedo pero también la determinación. No hay vuelta atrás, si él llega a mi de nuevo es luchar o perder. Mis ojos se cristalizan al darme cuenta de mis pensamientos, ¿cómo es posible que esté pensando en defenderme de mi propio padre? ¿hasta qué punto vamos a llegar? ¿nos terminaremos matando entre los dos?
El recuerdo de los abrazos reconfortantes de mi madre llega a mi mente en ese instante, recuerdo la forma en la que me cubría con sus brazos cada vez que Víctor llegaba borracho a casa, recuerdo su mirada... era la misma mirada que ahora está presente en mis ojos. Ella tenía miedo, pero por protegerme ella hacía ese miedo a un lado y se enfrentaba al monstruo.
Yo pienso hacer lo mismo.
Cuando salgo del baño me extraño al no encontrar a Kai con la bebé en la habitación, me acerco a la pequeña cuna que el señor Axel trajo después de que la familia de Kai se fueran esta tarde para corroborar que Hope no está allí. Mi corazón da un vuelco furioso dentro de mi pecho al darme cuenta de que ninguno de los dos está, un miedo asfixiante me recorre de pies a cabeza y rápidamente salgo de la habitación de Kai para dirigirme hacia la sala.
El alma vuelve a entrarme en el cuerpo cuando veo la silueta de mi rescatista en el sofá, pero mi corazón acelerado se derrite cuando me doy cuenta de que Hope se encuentra durmiendo sobre su pecho, ella se ve tan diminuta entre los brazos de su padre. Kai por otro lado está entredormido, luchando contra el sueño para poder seguir acariciando la espalda de la bebé. Una pequeña sonrisa se forma en mis labios y me llevo una mano al pecho a la vez que suelto un suspiro lleno de alivio y ternura, de pronto Kai abre los ojos y fija su verdosa mirada en mi, me devuelve la sonrisa perezosamente y con un gesto suave me invita a unirme a ellos. Cuidando mis pasos para no hacer ruido camino hacia ellos y en silencio me siento en un pequeño lugar del sillón justo a la par suya, él pasa un brazo detrás de mi espalda pegándome a su pecho, mi rostro y el de mi pequeña esperanza quedan a la misma altura por lo que puedo ver de cerca cada pequeño detalle de su carita; su pequeña nariz tiene varias pecas al igual que en sus pómulos regordetes, son tan pequeñas que apenas se pueden ver pero sin duda alguna le dan un toque demasiado tierno, unas espesas pestañas adornan sus ojitos y su boquita es redonda, pequeña y rosada; es una preciosura. Mi niña suspira entre sueños y de vez en cuando sonríe también, una hermosa sonrisa sin dientes que me enamora aún más de ella.
Es la primera noche que pasa con nosotros y aunque tanto Kai como yo somos inexpertos intentamos darle comodidad y mantenerla a gusto. A pesar de que las cosas entre la señora Deliah y yo aún están tensas, ella me dió unos cuantos consejos para cuidar de Hope que recibí agradecida, luego el señor Axel vino con una enorme caja con una tierna cuna en su interior que le regaló con mucho cariño a mi pequeñita. Hope no llevaba ni un día entero con nosotros y ya se había robado el corazón de todos. Era impresionante lo que podía lograr nuestra niña con tan solo sonreír. Toda una robacorazones.
La enorme mano de Kai acaricia mi brazo enviando leves escalofríos a mi espalda. Cierro mis ojos sintiéndome llena, completa... feliz. No hay nada que yo deseé más en este mundo que estar así siempre, sin que la amenaza de un enfermo maniático esté rondándonos en todo momento. Lo único que le pido a la vida es poder disfrutar de mis dos amores en paz, estoy cansada de que se me venga encima problema tras problema, solo quiero que todo esto termine de una vez, solo quiero ser feliz con ellos.
No tengo ni idea del tiempo que pasamos en esa misma posición, pero en un dado momento Kai decide llevar a Hope a la habitación para que pueda descansar mejor en la cuna mientras que yo me quedo en la cocina hirviendo un poco de agua para hacer té de manzanilla para nosotros, mi mamá decía que mi abuela le hacía este té cada vez que no podía dormir o estaba nerviosa por algo, decía que el té te relajaba y atraía el sueño de nuevo a ti.
Tengo una lista larga de remedios caseros que me enseñó desde que era una niña, recuerdo que decía que el mejor remedio para el dolor de garganta era una taza humeante de leche con canela y una pizca de miel. Mi receta favorita era la de una cucharada de miel de abeja con un poco de limón para la tos, cien por ciento eficaz y extremadamente delicioso para mi.
Editado: 20.06.2022