Capítulo 29. Sorpresa mortal.
LUNA ROSE
Hope duerme profundamente en su cuna abrazando su adorado peluche favorito mientras que yo espero impaciente a su padre sentada al borde de la ventana observándolo hablar a lo lejos con uno de los hombres del FBI que vigila el edificio en la acera de la calle de enfrente, la confusión me invade al ver que varias camionetas negras se detienen en la calle y todos los agentes se suben a estas apresuradamente, mi frente se arruga al ver esta acción por parte de ellos. ¿Por qué se van? Se supone que deben quedarse hasta que capturen a Víctor... ¿Será que ya lo han atrapado?
No lo creo, de haber sido así Kai no estaría actuando tan raro.
Se que algo va mal a pesar de que él me sonríe y me promete que todo estará bien cada vez que se lo pregunto, quiero creerle pero su actitud últimamente ha cambiado mucho. Me preocupan las ojeras bajo sus ojos, mañana es su cumpleaños y ni siquiera parece recordarlo.
Es increíble que ha pasado más de un año desde que lo conocí en aquel acantilado rumbo a San Francisco, cada vez que recuerdo ese día seis de agosto parece haber sido ayer, es un recuerdo tan fresco en mi memoria que me cuesta asimilar que ha pasado tanto tiempo desde entonces.
Él aparece en la habitación un rato después con el semblante ido, se deja caer sobre la cama soltando un suspiro y se queda viendo el techo en completo silencio. Tragando fuerte me paro a los pies de la cama y cruzo mis brazos sin quitarle la mirada de encima, esta vez no estoy dispuesta a aceptar más mentiras, esta vez quiero la verdad.
— Algo va mal, ¿no es así?
Él guarda silencio.
— Kai... No soy una tonta que vive con la cabeza en otro mundo, algo va mal y es por eso que estas así; angustiado, estresado y muy asustado. No necesito que me mientas diciéndome que todo está bien porque tú y yo sabemos que no soy una débil y que puedo soportarlo, déjame ser tu apoyo, no es necesario que cargues con todo tú solo... Somos un equipo ahora, por favor sé sincero conmigo. Es todo lo que pido.
Mi rescatista suspira una vez más antes de reincorporarse hasta quedar sentado con los pies colgando de la cama, se lleva ambas manos a la cabeza y oculta su rostro entre ellas un momento antes de hacerme frente.
— El FBI nos ha dado la espalda Rosie, Víctor ya no es alguien de interés para ellos ya que descubrieron que todos sus socios lo dejaron, él ya no tiene influencias ni nada que le interese a esta gente; es por eso que le han dejado el caso a la policía de la ciudad.
Sus palabras son como un duro golpe a mi estómago, si aún con la presencia del FBI yo me estaba muriendo de la angustia ahora sin su ayuda nos siento más vulnerables, más expuestos a Victor. No siento miedo por mi o lo que pueda pasarme, estoy aterrada porque eso significa que tanto Kai como nuestra hija estarán desprotegidos, eso me vuelve loca.
— No puede ser.—me quejo frustrada con la noticia—. ¿Que hay de Blend? ¡Se supone que nos ayudaría!
— Él tiene superiores amor, si ellos le dicen que le deje el caso a la policía no tiene más remedio que obedecer. Nos ayudó mucho pero ahora ya no podemos contar con él.
— Esto parece ser un maldito castigo, es como si no tuviéramos derecho a ser felices, como si tuviéramos que pagar un alto precio por nuestra felicidad. ¿Cuándo va a terminar esto? Me siento tan enojada y decepcionada de toda esta situación, te juro que si no los tuviera a ustedes dos ahora mismo estaría perdiendo la cabeza.—murmuro llevándome las manos hacia mi cabello.
— Oye, todo va a estar bien, ¿si?—siento su mano sobre mi espalda—. Yo mismo me aseguraré de protegerte a ti y a Hope, no dejaré que nada les pase a ninguna de las dos.
Me volteo para poder abrazarlo con fuerza.
"Y yo los protegeré a ambos" pienso pero me abstengo de decirlo. Mi plan de respaldo sigue en pie ahora más que nunca, estoy dispuesta a renunciar a mi libertad con tal de asegurar el bienestar de ellos dos, pero si puedo pelear por ambas cosas estoy dispuesta a hacerlo. La Luna Rose débil quedó atrás, después de tanta mierda que ese ser despreciable me ha hecho pasar me he fortalecido, él me lastimó como a nadie pero también me hizo más fuerte con cada herida.
Esa noche no puedo dormir para nada al igual que él, lo siento dar miles de vueltas en su lugar hasta que se cansa y se va a la sala a vigilar que todas las entradas estén completamente aseguradas. El día 31 de Octubre, Halloween y también su cumpleaños, me levanto muy de mañana para poder hornear un pastel de vainilla -su favorito- y así sorprenderlo. Decido olvidar por un momento todo lo que está mal alrededor y concentrarme en que pasemos un día agradable con Kai y nuestra niñita. Mi corazón se estruja dentro de mi pecho al encontrarlo dormido sentado sobre el sofá pequeño el cual movió hasta dejarlo frente a la puerta. Maldigo al bastardo que se hace llamar mi padre por ser el causante de su angustia e intranquilidad.
Me toma un poco más de una hora terminar de decorar su torta de cumpleaños, a pesar de que no soy experta decorando ha quedado presentable, le coloco unas pequeñas velas que encontré en un cajón encima y me apresuro a ir por Hope para que así las dos podamos desearle un feliz cumpleaños a nuestro rescatista favorito. Afortunadamente la niña ya se encuentra despierta y yo me las ingenio para sostenerla a ella en un brazo y la pequeña torta en el otro. Lentamente me acerco hacia el lugar donde se encuentra y sin más preámbulos comienzo a cantar suavemente el feliz cumpleaños versión latina.
— "¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños querido Kaaaaii, feliz cumpleaños a ti!—termino la canción y él me sonríe perezoso pero antes de que pueda decir algo vuelvo a cantar o más bien a chillar—: ¡YA QUEREMOS PASTEL, YA QUEREMOS PASTEL! ¡AUNQUE SEA UN PEDACITO, PERO QUEREMOS PASTEL...! ¡Y COCA-COLA TAMBIÉN! ¡A LOS VIEJITOS CAFÉ, Y UNA CEMITA DE A DIEZ! ¡WUUUU!
Editado: 20.06.2022