Rescatando a los príncipes

El príncipe en la torre

Hace tres días, mientras caminaba por el patio trasero del palacio, fui atrapado por un dragón y ahora estoy encerrado en lo alto de una torre, sin poder salir y lo peor es que hay esqueletos posiblemente de algunas princesas con la misma mala suerte que yo.

En los cuentos de hadas clásicos, enseñan que un caballero de armadura brillante o un príncipe principalmente, vendría a rescatarme y luego de éso nos casaríamos, pero hay un pequeño problema y es que...

¡Soy un hombre!

¿Por qué rayos este dragón me capturo a mi habiendo tantas princesas libres en el mundo?

Si, quizás es mi culpa por que llevo un largo vestido celeste puesto pero éso tiene una explicación bastante triste.

Nunca tuve suerte en mi vida y esto es como estar en el borde del precipicio.

Supongo que no vale la pena quejarme, después de todo, soy un príncipe menor que tuvo la desdicha de ser raptado por un tonto dragón.

Creo que solo me queda sentarme y esperar mi fin como mis compañeras de habitación que no tuvieron su "vivieron felices para siempre."

"¡Slash!"

-¡Graaaa!

Un gran ruido provino de afuera y pronto la torre tembló con el potente rugido del dragón.

Me acerque cuidadosamente a la pequeña ventana de la torre y vi como el dragón se elevaba a los cielos y en su espalda un caballero lo montaba.

Mire al cielo pero no veía nada, solo las nubes y un par de reflejos de esa enorme bestia la cual gritaba una y otra vez.

Me siento mal por ese caballero ya que soy hombre y si llega a derrotar a ese monstruo no tendrá mi mano.

Aunque derrotar a esa cosa seria imposible.

Pronto el dragón descendió y pude ver como el caballero le había atado del cuello con unas cadenas.

El dragón se sacudía a los lados para deshacerse de él hasta que lo consiguió y lo lanzó a los aires.

Vi como el caballero pasó volando a la altura de la ventana de la torre y luego vi como el dragón abría su boca, haciendo que yo cierre mis ojos.

Era imposible que una persona le gane a algo 20 veces su tamaño.

-¡Grrr...

La torre nuevamente tembló luego de ese ultimo rugido y abrí los ojos con miedo solo para ver al dragón sin cabeza, muerto.

El caballero lo logro.

¿Cómo fue que lo hizo?

Vi como el vencedor se acerco a la torre algo agotado y extendió los brazos.

-¡Salta!

Me ordenó y yo retrocedí con espanto.

¡¿Ése tipo esta loco o el dragón le quito el sentido de la razón?!

Definitivamente no voy a saltar, es aterrador y esta muy alto.

Tomando una gran bocanada de aire, me volví a asomar por la ventana, pensando claramente como explicarle que su princesa de hecho es... un príncipe con un vestido.

-Sobre eso... lo siento amigo, yo soy un hombre, un príncipe, no una princesa.

En toda mi vida, nunca creí que tendría que explicar tal cosa.

-No me importa, ya salta que se me cansan los brazos.

Me volvió a decir y yo gruñí.

-¿Siquiera ves la altura en la que estoy?

Mis hermanos están más preparados físicamente que yo pero ni con toda la suerte del mundo caerían de esa altura sin sufrir daños.

-No tengas miedo, yo te voy a atrapar y prometo no mirar bajo tu falda.

Y las burlas por estar vestido como princesa, al fin llegaron.

-Ja y ja, que gracioso y para tu información, es un...

-No me importa, ya salta que tengo prisa.

Movió sus brazos como llamándome y yo me sentí bastante inseguro.

Estoy intentando pensar en otra forma de bajar pero ésa torre solo tiene una ventana.

¿Quién rayos la construyo y para que?

Dudo que la torre haya sido hecha específicamente para que un dragón encierre a alguien.

-¿No hay otra manera?

Le pregunte, rogando que tenga una idea y no sea solo otro caballero sin cerebro.

-Si, dejarte encerrado e irme.

Bueno, no solo hay cráneos en este lugar, también hay arañas y posiblemente haya una que otra rata, así que si no salto ahora, lo haré eventualmente.

-¿En verdad me vas a atrapar?

En este punto, estoy abierto a sugerencias.

-Mate a un dragón, esto no es un problema para mi.

Punto a su favor, no cualquiera puede ir diciendo que mato a un enorme dragón que escupe fuego, es más, creí que los dragones eran solo un mito.

-Bien... aquí voy.

Y salte, con los ojos cerrados y mi corazón acelerado como nunca antes por el miedo.

Podía sentir como el viento golpeaba mi rostro con violencia y no me atrevía a abrir los ojos.

Es posible que muera o termine con varios huesos rotos, pero ya no vale la pena pensar en éso.

Si tan solo hubiese sido más fuerte... mi destino hubiese sido completamente diferente.

Sentí como mi cuerpo fue sostenido y pase a dolerme un poco, sobreviví.

Abrí mis ojos y vi el casco del caballero que acababa de recuperar mi libertad, el caballero al que le debo la vida.

-Te dije que te atraparía.

A diferencia de antes, ya no debía hablar en voz alta, casi gritando, ahora me habló de manera suave, bastante relajante y amable.

Bajándome, se dio la vuelta y yo me miré con asco.

¿Por qué tengo algo pegajoso y apestoso en...

¡Rayos! A ése tipo si lo trago el dragón y le corto la cabeza desde el interior.

-Mi caballo esta cerca, vamos rápido que quiero reclamar la recompensa por tu rescate.

Me señaló mientras se ponía en marcha y yo en ese momento pensé en mi hermana y me sentí muy mal, ya que la recompensa por mi rescate era muy probable que sea la mano de ella en matrimonio.

¿Por qué siempre tengo que meter en problemas a los que amo?

-¿Puedes subir o necesitas ayuda?

Oí su voz y me di cuenta de que ya habíamos llegado donde su caballo.

Con enojó, suspire por su pregunta.

-Yo puedo, no soy una delicada princesa.

Le señale pero el se cruzo de brazos y pareció mirar mi vestido.

-No menciones el vestido.

Y con algo de dificultad, me subí a su caballo, seguido de él, quien quedo muy pegado a mi.



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En el texto hay: fantasia, principes, princesas

Editado: 14.05.2021

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