-¿Por que sonríes tanto?.-Pregunto mi madre cuando me vio al volver de trabajar. No era correcto contar que había estado con Rebeca, pero por mas que quiera mi boca se abrió a punto de decir algo justo cuando Ben entro a la cocina del castillo.
Debíamos esperar a mi madre para irnos.
Espere que soltara uno de sus comentarios pero él solamente paso de largo hacia los vestuarios, ignorando la conversación. Me encogí en hombros y le indique a mi madre que se apurara para salir.
Recogió todas sus cosas sonriendo.- La princesa debe tenerte muy enamorado para que andes por al nubes.
¿Para que necesitaba un comentario de Ben si la tenia a ella, mi propia madre, que se burlaba de mi?.
Aun así no conteste, solo la ayude a juntar y guardar las olla para la gente del próximo turno y cargue su bolso en mi hombro para que no tenga que llevarlo ella.
Dimos el aviso de fin de turno y nos encaminamos hacia la casa con Ben caminando rezagado y mi madre intentando no mofarse de mi.
-¿Yo no entiendo por que todas la reuniones tienen que ser en MI casa?.-La novia de Javier no era tan agradable como él y si bien nos dejo entrar a la casa no dejaba de mirarnos como si fuéramos un fastidio para ella.
Ben rodó los ojos y siguió de largo hacia la mesa donde la chica delgada y de cabello blanco estaba comiendo de un tazón.
-¿Como estas?.- Le pregunto sentándose a su lado con cautela. Fruncí el ceño, ya me sentía lo suficientemente incomodo como para además tener que estar entre gente que no conocía. La muchacha giro la cabeza hacia él, lo miro fijamente y le sonrió raro antes de volver su tazón.
-Hola.- Javier apareció bajando las escaleras y abrochándose la camisa, ya eran pasadas las dos de la tarde y él aun estaba durmiendo.-¿Que hacen acá?.
-Yo vine a hablar de...- Mire incomodo a Amelia y luego a Ben pero él se comportaba diferente desde ayer por la noche así que ahora solo me ignoro. Suspire sin entender nada.-¿Podemos hablar a solas?.
Él pareció sorprendido mientras Ben y Amelia se lanzaban miradas de odio pero al final accedieron y ambas mujeres salieron de la habitación. Suspire, deje que pasaran unos segundos y luego mire a Javier.
-¿Por que no me contaron lo del pasillo debajo del castillo?.- Pregunte cuando estuvimos los tres solos.
Entre ellos se miraron y Javier solo alzo las manos.- Yo dije que teníamos que decirte...
-Oye, hermano, eso es traición.- Bufo Ben mirándolo con los ojos entre cerrados, pero aun así se volteó a mirarme y se encogió en hombros.- Pensaba contártelo cuando estemos mas seguros de lo que es.
Alce las cejas.-¿Y?¿Que es?.
Ben bufo encogiéndose de hombros y volviendo a sentarse en la punta de la mesa, mirando la puerta por donde se habían ido Amelia y la chica blanca.
-No entiendo.- Javier llamo mi atención antes que golpeé a mi amigo, odiaba que se comportara así.- ¿Cómo te enteraste?.
-Rebeca tuvo un desperfecto con el ovalo y caímos dentro del pasillo.- Lo mire.-¿Ustedes?.
Javier hizo una mueca.-¿Rebeca lo sabia?.
Negue con la cabeza y pareció aliviado de la respuesta lo que me irrito. Ella había salvado su vida en contra de una orden directa, soportaba los golpes de su padre solo para que él estuviera con su mujer y su hija sabiendo que podría irse en cualquier momento, a cualquier lugar y él le pagaba con desconfianza. No era justo para ella.
Pero antes que diga algo fue Ben quien alzo la voz.- ¿¡ESCUCHASTE!?¡TU DESCONFIANZA NO TENIA FUNDAMENTO!.
Bien, ahora si estaba confundido, mirando al chico gritar como si fuera su casa y la señora de casa saliendo por la puerta con el ceño fruncido. Había estado escuchando todo el tiempo.
-Eso no significa nada.- Bufo la embarazada con los brazos cruzados sobre el pecho, casi ni se le notaba la panza.
Ben gruño.- Y le debes una disculpa.
Antes que Amelia replique Javier interrumpió.- De todas formas estamos en el mismo punto, no sabemos que es ese lugar o por que hay tanta gente ahí abajo.
-Esperen.- Mi voz sonó mas fuerte de lo que espere y de repente tres pares de ojos estaban puestos en mi.- ¿Ella también sabia?.
-Oh amigo, la que dijo que Rebeca sabia de eso, o lo "supuso"...- Ben hizo comillas en la palabra y Amelia rodo los ojos.-... fue ella. Yo solo dije que no te contáramos.
-Eso no ayuda.
-Pasa que este bruto vino a meterse en cosas que no entiende.- Amelia sonaba en serio molesta mientras señalaba a Ben con el dedo pulgar. Javier rodo los ojos y me miro haciendo una mueca de desdén.- Cuando fuimos al pasillo el día del baile supuse que la princesa no sabia de nada por que de otra forma hubieran ido a vigilar el pasillo durante el ataque.
-¿También fuiste?.- Javier asintió lentamente rodando los ojos, si seguía así se le saldrían de la cabeza. Trague saliva sintiéndome un idiota por no haberme dado cuenta de que Ben desaparecía con mentiras tan vanas y estúpidas que no me costaba creerlas.-¿Que paso?¿Por que deberían cuidar ese pasillo?.
Amelia suspiro, se la veía muy agotada para andar discutiendo con desconocidos.
-Ese día entraron por no se donde un solo Piel pintada, nos esperaba del otro lado del pasillo...-Mientras contaba mire sus manos, tenia las uñas arrancadas y sangre seca debajo, como si algo la estuviera inquietando, el cabello revuelto y la ropa holgada y sucia. Fruncí el ceño y mire a su pareja, él también se daba cuenta de eso. Ella miro a Ben.- Supongo que debe haber otra entrada mas que la de servicio.
-Abstente de suponer que solo me mete en problemas.- Bufo Ben asintiendo y ganándose una mirada de odio de la chica.- Hay dos entradas, una sellada y otra que aun no llegue a descubrir.
-Yo conté unas cincuenta personas en la primera mitad del lado derecho.-Comunico Amelia mirándome ahora a mi y soltando una mueca antes de poner las manos sobre sus muslos.- Y todavía faltaban metros de pasillo por revisar.