Resiliencia (orgullo Blanco 4)

Movimiento de torres

[Capítulo 28]

 

{Demian}

 

Escuché a Danik gritar para que la soltaran y sonreí con diversión bajo la atenta mirada de aquel tipo que se convirtió en mi única figura paterna desde que tuve uso de razón. Escudarme en mi fachada de hijo de puta era lo mejor que podía hacer en ese momento e iba a sacarle provecho; no era el momento para bajar la guardia así me sintiera destrozado y liberado a la vez.

Por más que lo intente, nunca podré verte sin verlo a él.

Maldigo la hora en la que me dejé convencer para parirte.

Lo único que puedes hacer para ganarme, es obedecer a David en todo y no fallarnos.

Ni un te quiero, menos un me siento orgullosa de ti. Todo lo que obtuve siempre de Charlotte fueron desplantes y rechazos. Crecí con ellos y llegó un momento en que lo fueron todo para mí porque así fuese un asesino despiadado, un cabrón de mierda que se encargaba de ejecutar lo peor, también fui un hijo.

Uno no deseado.

Así que con la muerte de Charlotte sentí un profundo dolor por todo lo que nunca tuve, pero también libertad por lo mucho que me sobró.

Amor y odio.

—Daemon Pride ha salido del hospital y está en su mejor momento —avisó David y sonreí por su burla—. Espero que no me falles y demuestres que estás de mi lado.

Me detuve y lo encaré, esa puta rubia se mantenía alerta y era más inteligente que su abuelo en ese instante, le reconocería eso; puesto que era la única que notaba que todo lo que hacía era para mi beneficio. Maldecía el momento en que la creí importante, maldije aquellos tiempos en los que la consideré mi familia porque por concentrarme en salvarla, perdí los mejores días de mi vida y descuidé a lo único que debió importarme de verdad.

—Sabes que eso está demás decirlo, tío. He sido tu escudo desde los ocho años —dije, recordándole la vez que me usó para que Darius no lo asesinara.

Asintió y sonrió complacido, no fue sorpresa para mí que quisiera hacerme sentir orgulloso de su cobardía. Yuliya había estado a mi lado esa vez, los dos lo escudamos en aquel altercado. Mi prima ya había pagado su error por mi propia mano y estaba consciente de que yo también lo haría en algún momento.

—Y lo seguiré siendo —añadí.

—Lo único que tienes que hacer es traer a Daemon conmigo, mis hombres se encargarán de lo demás y Inoha le hará una bienvenida especial —aseguró y la maldita sonrió como una niña caprichosa.

David sabía que a pesar de que yo la hice quedar mal minutos antes, ella actuaría como él deseaba porque estaba igual o más imbécil que nosotros dos juntos.

—Perfecto —respondí y me di la vuelta para marcharme.

—¿Qué pasará con tu madre, Demian? —preguntó Inoha con tono burlón y me tensé.

Seguía con la intención de joderme frente a su abuelo y solo me contenía porque sabía que yo no sería capaz de castigarla como se lo merecía. Eso lo dejaría en manos de otra persona.

—He mandado a que recuperen su cuerpo y sé que tía Bianka arreglará su funeral —respondí sin volver a verlos.

Agradecí en mi interior que no siguiera jodiendo y continué con mi camino hasta llegar al coche donde aguardaban por mí. Cuando nos alejamos de aquel edificio en una zona abandonada, saqué un móvil satelital e imposible de rastrear y marqué un número en el que sabía que solo me escucharían.

—El rey está en jaque y es el momento perfecto para hacer un movimiento de torres, ya que la reina ha sido acorralada y el peón ocho está a punto de caer —dije y colgué. El tipo que manejaba era el mismo que se pasó a mi bando cuando estábamos en el edificio y su compañero lo apoyaba, así que no me preocupé porque sospecharan nada.

Decían que la única manera de salvar a un rey en jaque era interponiendo a una pieza entre él y el atacante, así que la torre nos venía perfecta en ese instante. El peón ocho iba a quedar fuera de juego de momento si no entendían mi mensaje —que lo dudaba— y por lo mismo, como dijo Elliot días atrás, debíamos ser uno solo haciendo movimientos inteligentes, sin desesperarnos cuando nuestro contrincante hiciera una jugada maestra y David pudo hacer una muy buena.

Y teníamos la ventaja de que del ajedrez, solo usáramos los nombres de las piezas y no los movimientos legales, porque eso nos ayudaba a movernos como quisiéramos y pudiéramos.

Juraba que Danik se había quedado pensando en que cambié mis planes, pero lo cierto era que ahora más que nunca, seguiría adelante y los Reyes del engaño, como esa chica los bautizó, tenían que hacer su mejor jugada porque no iba a detenerme y cumpliría al pie de la letra la orden de David.

Llevaría a sus pies y a los de Inoha a Daemon Pride White.




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