Resiliencia (orgullo Blanco 4)

Epílogo

{Daemon}

 

Seis meses después…

 

«Natural» sonaba de fondo con un volumen especialmente alto. Estaba en el salón de entrenamientos junto a Aiden y padre; mi copia y yo acabábamos de llegar de un acto que se celebró en memoria de Demian Seller. Rahsia lo organizó junto a su abuela y de la familia solo nuestro padre no asistió y lo respetamos, pues como él decía: ser hipócrita no se le daba. La vida iba marchando cada vez mejor y solo el memorial de aquel tipo con el que compartía sangre White, ensombreció un poco mi día ya que en el tiempo que lo conocí, supe que pudo ser capaz de volverse una buena persona, pero la vida se lo llevó pronto y con eso dejó a mi chica triste y por ese lado lo lamentaba.

Sadashi cumplió su palabra luego de una semana de aquel enfrentamiento en donde una de nuestras mejores piezas pereció por el bien de todos, le entregó las cenizas de Demian a Rahsia y todavía recordaba lo mucho que mi chica lloró al ver convertido a alguien que pudo ser un grande, en algo tan pequeño. Pero comprendió que la vida era así y seis meses después se sintió preparada para despedirlo de verdad.

Ella también había establecido una relación cercana con su abuela, la señora supo la verdad sobre su familia y terminó pidiéndole perdón a su nieta por cosas que no le correspondían, pero que aplaudimos ya que fue algo humilde de su parte; era muy amable, aunque empalagosa a veces y eso me obligaba a buscar un poco de rudeza luego de compartir mi tiempo con ella. Mi chica igual logró relacionarse de manera perfecta con tío Darius y su familia y juntos se encargaron de destruir aquella caja de pandora que una vez amenazó la vida de todos. El club Karma pasó a ser posesión de ambos ya que Rahsia aseguró que no estaba preparada para asumir esa responsabilidad y tío Darius no merecía perder en totalidad algo que cuidó con esmero y eso fue un acto de bondad por parte de mi bella novia que todos le admiraron; tía Laurel la adoraba y se encargaba de según ella, aconsejarla para que disfrutara más de nuestra relación y la verdad, no podía quejarme de ello.

Incluso cuando mi inocente Rahsia iba despareciendo un poco más con cada visita.

Cada vez que veníamos a Richmond para visitar a la familia, tía pretendía acapararla solo para ella y eso provocaba peleas divertidas entre Brianna y la morena que ponía de cabeza el mundo de los Black Stone y mientras ellas discutían, madre aprovechaba para llevársela a comer o hacer cosas de chicas junto a Sadashi, Abby y Leah. Esta vez habíamos vuelto a la ciudad a celebrar el año nuevo juntos, aunque también la juramentación de mi copia como miembro oficial de Grigori y La Orden del Silencio, pues madre tomó la decisión de cederle su lugar en vida para dedicarse por completo a su pasión que era la fotografía y así poder disfrutar más de sus dos nenas, Abby y Asia.

Rahsia decidió aprovechar la oportunidad para hacer el acto en memoria de Demian y esparció sus cenizas en un lago cercano a la propiedad de Caleb que era especial para ella.

Angie y Lucas nos acompañaban esa vez, la pelirroja ya sabía de la condición de mi amigo y lo aceptó, al parecer lo de ellos se volvió serio, pero como ambos decían: solo estaban disfrutando al máximo de su presente. Angie y yo logramos tener una relación cordial dejando los celos de lado y no por lo que una vez sucedió entre nosotros, sino por lo que intentó con Rahsia; pero me prometí que el pasado lo dejaría en donde pertenecía y lo estaba cumpliendo.

—¡Joder, padre! ¡Eso es juego sucio! —espetó Aiden cuando padre lo lanzó al suelo de una manera poco honorable.

Padre rio divertido y con la mano lo instó a que se pusiera de pie, yo me encontraba bebiendo un poco de agua saborizada y preparándome para cuando mi turno de luchar llegara. Esos momentos entre los tres eran de los mejores de mi vida, pues mientras hacíamos algo que nos apasionaba, también compartíamos tiempo de calidad y nos reconectábamos como cuando yo vivía en la ciudad.

Aunque aquellos días distaban mucho de ser los que me hacían feliz.

—No chilles, colega porque no estoy jugando, solo te demuestro que afuera te enfrentarás a cosas peores —lo chinchó él y reí.

Tras la operación a la que se sometieron meses atrás con madre, les tocó mantenerse mucho tiempo fuera de juego y esa era la primera vez que luchaba. Tanto él como madre evolucionaron de manera perfecta y ambos volvieron a sus vidas normales, aunque siendo más cuidadosos que antes; y está demás decirlo, pero padre era el más feliz con la decisión de su mujer de retirarse y no lo culpaba, yo también lo agradecía.

—A ver, viejo vamos a quitarte un poco el polvo —dije cuando fue mi turno y le saqué una carcajada.

Pero después de eso nos fuimos a la lucha cuerpo a cuerpo y nos reíamos cada vez que uno acertaba o el otro esquivaba. Aiden por su parte disfrutaba de burlarse de nuestros errores o descuidos.

—¡Puta madre, D! Veo que Rahsia te mantiene cansado —se burló Aiden cuando padre golpeó detrás de mis rodillas y me hizo caer al suelo por tercera vez.




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