Resiliente

10

Girls Nigth.

Ada

—¡Sorpresa!

Mis amigas aparecieron en mi puerta, con las manos llenas. Jenny sostiene dos cajas de pizza, Laura una bolsa llena de botanas, y Marianna los refrescos.

—Hoy es noche de chicas—anunció Lau.

Las tres entraron a mi pequeño piso, cálido y acogedor según mis amigas.

Jenny no sonríe, Marianna a su lado deja todo sobre la mesa, y Laura se ha ido a echar al sofá cama junto a Addy, que ve mi pequeño televisor que hice funcionar con un decodificador.

Mi mejor amiga no parece muy contenta de estar aquí, supongo que los problemas con Jim siguen.

—¿Cómo te fue en tu cita con Emiliano?—cuestionó Laura desde el sofá.

—¿No le has dicho? —me dirigí a Marianna.

—Solo les dije que en cuanto lo tenga en frente le pateare las bolas.

—¿Qué hizo para que Marianna quiera patearle las bolas?—inquirió Jenny, tomando asiento en mi deplorable comedor de tres sillas.

—No llegar a la cita es un buen motivo? No crees?

—¿No llegó a la cita?

—Encima la dejó afuera del restaurante, bajo la lluvia y el muy imbécil apagó su teléfono—les informo Marianna—, y no solo eso, ni siquiera hizo la reservación, lo que indica que yo tenía razón y solo quería vengarse por la vez que Ada llegó tarde.

—Yo le tenía fe a Emiliano—murmuró Lau.

—Ni Alec se atrevió a tanto—dijo Jenny viendo la caja de pizza.

—Como cereza del pastel, Ada fue a buscarlo a su trabajo, ¿y adivinen a quien se encontró?

—¿A Shawn Mendez?

—A Alec—le aclaró a Lau—. De todos los malditos hoteles, tuvo que hospedarse justo allí, justo el día que Ada va a buscar al otro imbécil.

—¿No se les hace extraño?—inquiere Jenny.

—¿Qué?—pregunte yo.

—Qué te encuentres con Alec siempre que Emiliano esta involucrado.

—A mi no me parece extraño—dijo Lau.

—Es una ciudad muy grande, ¿cuanta probabilidad hay de que sea casualidad que de encuentre con él seguido?—apoyó Marianna.

—Fueron novios durante tres años, además, Alec no es una persona que se rinda fácilmente—dijo Jenny.

—¿Y si Emiliano y Alec son parientes, y los dos están jugando con Ada?

—¿Parientes?

—Tendría sentido, se parecen físicamente—apoyó Laura—, ¿Cuál se el apellido de Alec?

—Flores

—¿Flores?—Lau soltó la na risilla—su apellido es Flores, y siempre que aparece te manda flores. Eso descarta cualquier teoría loca de Marianna.

—Al menos Alec nunca te dejó plantada en ningún lugar.

—¿Tu por qué estás así, Jenny?—inquirió Marianna.

La conozco, algo pasó. La noche de mi cita con Emiliano Jim la llamó, ella estaba dispuesta a arreglar su situación a pesar de que el estaba algo distante y frío con ella.

—¿Terminaron? —cuestionó Lau.

—Jim me pidió un tiempo—susurró.

—“Un tiempo” es sinónimo de terminar.

—No ayudas mucho, Marianna.

—Solo es la verdad, Jenny tiene que saberlo—tomo asiento a un lado de ella

—No siento que pueda con esto, tres años desde que lo retomamos, seis desde que me pidió ser su novia la primera vez—dijo esto sin derramar una sola palabra.

—Nena, no te cierres a esa relación. Tu mereces algo mejor, eres una gran mujer, no lo necesitas.

—Lo sé, pero no sé… ¿Que voy hacer estos tres meses?

—¿Tres meses?—pregunté.

—Dijo que necesitaba unos meses para aclarar sus pensamientos, para saber si esto es lo que quiere.

El rostro de Marianna fue el mismo que cuando le conté lo que pasó como Emiliano.

—Ese imbécil…

Marianna siempre ha sido protectora con nosotras. La última vez que Laura salió con ese chico que la trató como si fuera un objeto, ella la defendió dejando al hombre en ridículo.

Quiso hacer lo mismo cuando supo lo de Alec, ya ahora no dudo que quiera hacer lo mismo con Jim.

Tomé la mano de mi mejor amiga, ¿qué tanta probabilidad era que ambas estuviéramos en la misma situación?

—Escúchame bien, Jennifer—comenzó Marianna—, vas a olvidarte de Jimmy ahora mismo.

—¿Cómo?

—No literalmente, me refiero a que ahora estas soltera, vas a sanar poco a poco, y aquí estaremos contigo, con Ada, no las dejaré solas.

—No te olvides de mi.

—No me olvido de ti.

—A partir de ahora, no hablaremos de ninguna hombre.

—Se supone que vinimos a una noche de chicas.

En serio, amo a mis amigas, aún con sus locas teorías y personalidades. Ellas siempre tienen el poder de hacernos sentir mejor.

Recuerdo cuando le pedía a Dios fuerzas para sacar a mi hermana adelante, nunca me imaginé que me mandaría a tres amigas increíbles que serían como mis hermanas.

—Yo quiero pizza—se acercó Addy.

—Yo también.

Seguida de mi hermana, ambas se sirvieron unas rebanadas.

La verdad fue una noche increíble, y tal como Marianna lo dijo, no volvimos a mencionar a ninguno de los innombrables, tampoco pensé en él. Jenny creo que lo intento, pero al menos la vi más animada mientras la noche avanzó.

El resto de la noche vimos una saga de películas que Marianna traía con ella, la mañana nos llegó con las cinco dormidas, y amontonadas en mi sofá cama.

°°°

El día de mi cita con Chase ha llegado. Siendo honesta se siente bien poder salir un momento a distraerme, aunque más tarde tendré que ir a trabajar.

—No quiero abusar de la confianza que me dan tus padres, Chase.

Todo está resuelto, Addy estaría en casa de Naya, y antes de ir a mi otro empleo, Chase y yo tendríamos nuestra cita.

Escogí ir al cine, al él le pareció bien. Realmente porque sé que no hay mucho que decir, ya nos conocemos muy bien, y el hecho de que tengamos que estar en silencio más de dos horas durante esto me da un poco de consuelo.

—No abusas, sabes que a ellos les encanta tenerlas en casa—acarició mi mejilla con ternura—, a mis padres y a Naya les encanta que Addyson este con ellos , y a mi me encanta que tu estés conmigo.




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