No había sueños.
Solo ecos.
Inosuke se mantenía sentado en el centro de la sala de contención, pero no sentía su cuerpo como propio. Desde hacía días —¿u horas? ¿meses?— una voz lo acompañaba. No como un pensamiento. Como otra voluntad.
—No confíes —susurraba.
—Ellos te temen.
—Te detendrán.
Inosuke no respondía.
Pero escuchaba.
Y lo peor… es que comenzaba a estar de acuerdo.
...
En las proyecciones de su mente, los recuerdos se desordenaban.
Veía a Paul diciéndole: "Si vuelve, lo detendremos."
Pero lo decía con otra voz. Una más cruel. Más seca.
Veía a Gerard sangrando. Pero en lugar de agradecerle, lo miraba con rencor.
Veía a Gary sonriendo… mientras lo abandonaba.
Y Sakura…
Sakura lo observaba desde una distancia infinita.
Sus ojos no brillaban.
Su boca no decía su nombre.
Solo lo juzgaba.
...
—Te dieron la espalda —susurró la voz.
—No… —dijo Inosuke. Pero no estaba convencido.
—¿Estás seguro?
...
RED intentó intervenir.
Programó un escaneo completo de la sala, aislando la frecuencia más baja de resonancia. Pero al iniciarlo, la consola se sobrecargó.
Una grieta digital apareció en la pantalla.
Inosuke no estaba dormido.
Tampoco despierto.
Estaba en otra capa.
Sus ojos estaban abiertos, pero no veían.
Su cuerpo no se movía, pero temblaba por dentro.
La sala entera se oscureció.
Los monitores mostraban rostros deformados.
Paul. Gerard. Gary.
Todos se veían iguales.
Como enemigos.
...
La sombra apareció a su lado.
Pero esta vez no lo tocó.
Se fusionó.
Inosuke jadeó.
Su pecho brilló en espiral.
Su mano se extendió.
Y entonces…
Todo estalló.
...
La sala fue atravesada por una docena de cortes interdimensionales.
Paredes completas se doblaron hacia adentro.
RED apenas alcanzó a levantar un campo de dispersión.
Pero Paul ya había recibido una descarga directa en el torso.
Gerard fue arrojado contra una columna.
Gary cayó sobre el suelo, rodeado de fuego verde.
—¡INO—SU—KE! —gritó RED.
Pero la voz no llegaba.
El aire ya no vibraba con palabras.
Solo con intención.
Solo con poder.
Inosuke, en el centro, era una brecha abierta.
Sus sables giraban en círculos, deformando el espacio.
Su energía no tenía foco.
Solo desahogo.
...
RED activó el cierre automático de la sala.
Y todo quedó en silencio.
...
Minutos después.
Horas.
No lo sabía.
Inosuke abrió los ojos.
Estaba de pie, en el mismo lugar.
Las paredes estaban agrietadas.
Y frente a él…
Paul. Gerard. Gary.
Caídos.
Inconscientes.
Heridos.
RED, apenas sostenido en una pared, lo observaba con una mirada que no acusaba… pero no confiaba.
Inosuke bajó la mirada.
Sus manos temblaban.
Y en el centro de su pecho…
Una luz nueva pulsaba. No era verde.
Era gris.
Casi negra.
Se llevó la mano al corazón.
Y susurró:
—¿Qué hice…?
...
La sombra ya no estaba afuera.
Ahora respiraba con él.
#272 en Ciencia ficción
#1912 en Fantasía
#939 en Personajes sobrenaturales
poderes sobrenaturales, invasionsobrenatural, ciencia ficción futurista
Editado: 22.05.2025