Capítulo 35: El Trono Vacío del Caballero Verde

La grieta se estabilizó con dificultad.

No era una puerta, ni un túnel. Era un pliegue suave entre universos, tan delgado que solo podía ser sostenido por memoria resonante.

RED lo encontró.

Y lo reactivó.

—Punto de Frontera —anunció, mientras el umbral se abría—. Una estación abandonada que… según mis registros… fue creada por nosotros mismos.

Gary y Gerard se miraron.

—¿Cómo que por nosotros?

—En otro ciclo. En otro intento. Tal vez en otro eco.

El silencio los acompañó al cruzar.

...

La estación flotaba entre planos.
Cada ventana mostraba un mundo distinto.
Algunos intactos.
Otros… ruinas flotantes.

La base tenía solo una función: reunir.

Y esta vez… RED la usaría con todo su potencial.

...

RED activó el Proyecto Centinela.

Era un protocolo sellado. Una red dormida que rastreaba ecos de resistencia: entidades que, en algún momento, habían resistido o sobrevivido al contacto con fragmentos de resonancia.

En minutos, las coordenadas comenzaron a aparecer.

—Tenemos candidatos —dijo RED—. Mundos donde el caos no fue total. Individuos que aún luchan.

Gerard fue el primero en partir.

En un mundo de gravedad variable, encontró a una joven que manipulaba campos gravitacionales con movimientos lentos y calculados.
Había perdido a su pueblo.
No dudó en unirse.

...

Gary localizó a una estratega ciega en un mundo de sonido puro.

Ella no veía.
Sentía.

Vibraciones, intención, disonancia.

—Ya escuché el nombre que buscan detener —dijo sin que nadie lo mencionara—. Está… creciendo.

...

En poco tiempo, la base comenzó a llenarse de ecos de otras guerras.

Y la esperanza… se volvió estrategia.

...

Mientras analizaba las primeras conexiones, Gary escuchó algo extraño.

Dos reclutas hablaban en su idioma original. RED tradujo automáticamente:

—“¿Has visto el emblema del Trono Vacío?”
—“Dicen que el Caballero Verde ya no pertenece a ninguna realidad.”

Gary se detuvo.

—¿El qué?

RED revirtió la traducción.

Y lo escucharon de nuevo.

Caballero Verde.
Trono Vacío.

...

Pero nadie en ese mundo conocía a Inosuke.

Ni habían oído su nombre real.

Solo la idea.

Y eso… era peor.

—No se propaga su historia —dijo RED—.
Se propaga su… significado.

...

Cuando todo parecía en marcha, RED se detuvo.

Una de las coordenadas —recién detectada— no tenía nada especial.

Un mundo estable.
Sin anomalías.
Sin guerras.

Pero su estructura energética… era familiar.

Demasiado familiar.

RED la amplificó.

Una base.
Una sala de entrenamiento.
Un espacio-tiempo artificialmente estabilizado.

—No puede ser —dijo RED en voz baja—. Este diseño…

Gerard se acercó.

—¿Qué pasa?

RED mostró la imagen.

Era la misma base donde entrenaron… antes de la caída.

Solo que estaba recién construida.

—Inosuke… —dijo Gary, paralizado— está construyendo.

RED asintió.

—Ya no quiere solo destruir.
Ahora quiere gobernar.

...

El Trono ya no estaba vacío.

Estaba esperando.