Resonancia Infinita

Capítulo 38: Nos vigila… él mismo

Las sondas de RED comenzaron a fallar.

No por interferencia externa.

Sino porque se confundían.

Cada vez que rastreaban la figura que los había observado, encontraban más.
Una en cada plano cercano.
Inmóviles.
Idénticas.

Todas compartían un mismo patrón:
no interferían.
Solo observaban.

—Esto no es vigilancia —dijo RED—.
Es… curiosidad.

...

Gary intentó entrar en sincronía con una frecuencia temporal inestable para detectar cualquier patrón predictivo.

En el proceso, quedó atrapado en una cascada de visiones.

Vio a Inosuke…

Destruyendo mundos.
Salvando niños.
Liderando ejércitos.
Cayendo de rodillas.
Matando con una palabra.
Rezando en silencio.

Todo era él.
Y nada era él.

...

Gerard entrenaba como si no hubiera mañana.
Golpe tras golpe.
Corte tras corte.
Hasta sangrar.
Hasta gritar.

Su único enemigo… era la sensación de inutilidad.

...

Mientras Gary recuperaba el control, RED interceptó una señal.

No provenía del espacio.

Ni del tiempo.

Era un eco atrapado entre capas de resonancia.
Un mensaje sin voz:

“Recuerden el origen.
Ya lo vivieron.”

RED intentó rastrear el origen.
Y allí lo encontró.

Una figura.

De pie.

Esperando.

Él.

...

No fue una aparición violenta.

Fue natural.
Silenciosa.

La figura atravesó el umbral de resonancia como si siempre hubiese estado allí.

Y los miró.

Era Inosuke.

Pero no el que conocieron.
No el que amaron.
No el que temieron.

Este era sereno.
Adulto.
Inalterado.

...

—¿Viniste a terminar esto? —preguntó Gerard, alzando el brazo.

Inosuke alzó una mano. No como amenaza.
Sino como pausa.

—Si quisiera, no estarían aquí.

RED dio un paso al frente.

—¿Entonces por qué apareces?

—Porque necesitan saber lo que viene.

...

Gary lo miraba. En sus ojos no había odio.
Solo abismo.

...

—Les dejaré algo —dijo Inosuke.

Y con un movimiento casi imperceptible, liberó una proyección de datos.

Mundos. Nombres. Frecuencias. Entidades.

Seres que lo odian.
Por lo que es.
Por lo que hizo.
Por lo que será.

—¿Por qué…? —susurró Gary.

—Porque quiero que lleguen al final… con todo lo que puedan reunir.
No sería justo si no lo intentan con fuerza completa.

RED procesó la información.

—¿Esto es misericordia?

—No.
Es curiosidad.

...

Y sin más palabras…

desapareció.

...

La proyección quedó activa.

Mundos desconocidos.
Seres dormidos.
Armas prohibidas.
Entidades selladas.

Todo con un solo vínculo:
todos odian a Inosuke.

...

Gerard bajó el puño.

Gary tragó saliva.

RED habló con firmeza:

—Nuestra misión… ya no es detenerlo.

...

Es reunir a los que podrían hacerlo.

...

Y en el lugar donde Inosuke estuvo, una última frase quedó grabada en el aire, sin sonido ni color:

“Nos vigila…
él mismo.”




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.