Capítulo 42: Lo que quedó entre ruinas

—¿Estás seguro de que quieres abrir esto? —preguntó Gerard, observando los patrones flotantes.

RED no respondió de inmediato.

El mensaje aún vibraba en el núcleo del Punto de Frontera:
“También encontrarán lo que jamás debió recordarse.”

...

—El canal ya está trazado —dijo RED al fin—. Pero este plano no existe en los registros estables.
Solo se menciona en fallas estructurales de resonancia.

Gary miró la grieta.

Kael’Thamir habló con voz baja:

—Este lugar no fue olvidado.
Fue enterrado.

...

Cuando cruzaron…
no fue un viaje.

Fue una caída.

...

La realidad no encajaba.
No era deformada…
era incongruente.

El cielo se repetía.
Los árboles nacían al revés.
Las sombras corrían antes de los pasos.

RED intentó mapear la zona, pero su conexión comenzó a fallar.

—Esta dimensión rechaza la resonancia.
Me estoy desanclando.

...

Gerard jadeaba.
El entorno lo aplastaba.

—¡Todo aquí está mal!

Gary lo sostuvo, colocando una mano en su pecho.

—No mires lo que ves.
Escucha lo que aún no pasa.

Gerard lo miró, atónito.

—¿Qué?

Gary se sobresaltó.

—No sé por qué dije eso.

Kael’Thamir se detuvo.

—Esta realidad está viva.
Y nos está leyendo.

...

Al fondo de la distorsión, surgió algo que no debió poder surgir:

Una ciudad flotante.
Hecha de estructuras vivas, en constante mutación.

Cada torre era un corazón latiendo.
Cada pasaje… un suspiro sostenido.

En el centro, una figura.

Humana.
Pero errónea.
Como si estuviera dibujada por una mente dormida.

...

Caminaba sobre el aire.
No flotaba: lo decidía.

Y los miraba como si ya hubiera vivido esta escena.

...

Kael’Thamir retrocedió.

—No puedo seguir.
Si entro, este plano colapsará.

...

RED, a medio funcionamiento, logró establecer una conexión base.

—Entidad localizada.
Patrón emocional: desconocido.
Nivel de amenaza: inconmensurable.

...

La figura se detuvo.
Levantó el rostro.

Y por un segundo…
el escuadrón vio algo reflejado en sus ojos.

No odio.
No poder.

Dolor enraizado.

...

La ciudad se replegó ligeramente.

Y la voz de RED, distorsionada, transmitió una última línea del sistema:

“Ya no buscan aliados.
Buscan lo que quedó entre ruinas.”