Capítulo 49: Quien debió haber sido

Kael’Thamir tembló.

Por primera vez desde que lo conocían, su forma osciló.
Los fragmentos que lo formaban giraron sobre sí mismos.
Su voz, normalmente constante, se volvió eco quebrado.

—Demasiadas rutas…
Demasiadas posibilidades…
están intentando ocupar el mismo lugar.

...

RED lo escaneó.

—Tu resonancia se está desincronizando.
Este plano no solo registra… contamina.

...

Gary sintió una presión en el pecho.
Una línea invisible tiraba de su conciencia.
Cada vez que parpadeaba, veía… otros lugares.

Otros mundos.
Otras versiones de él.
Algunos felices.
Otros arrasados.
En todos…
Inosuke estaba en el centro.

Y en todos…
el final era el mismo.

...

Ilar’eth se detuvo frente a una gran estructura sin puertas.

Los muros gritaban.
En un idioma sin sonido.

—Este espacio…
fue sellado desde dentro —dijo, con temor.

...

RED intentó escanear.
No obtuvo respuesta.
Solo una línea en el aire:

“El ciclo ha sido elegido.”

...

Kael’Thamir retrocedió.
La ciudad no los estaba guiando.
Los estaba preparando.

...

La figura de Inosuke, aún cristalizada, comenzó a vibrar.

Una grieta fina recorrió su pecho.
No se rompió…
pero dentro de él, algo latía.

...

RED captó un eco en la red resonante:

“No los hizo para recordarlos.
Los hizo para reemplazarlos.”

...

Gary cayó de rodillas.

—Esto no es un museo.
Es… una prueba de reemplazo.

...

Gerard apretó los puños.

—¿Quién quiere reemplazarnos?

...

La ciudad no respondió.

Pero el suelo sí.

Y se dividió.

...

Gerard, separado del grupo, caminó por un pasillo de mármol.

El aire era distinto.

Y al final del camino…
un reflejo.

Pero no uno inmóvil.

El otro caminaba hacia él.

Idéntico.

Pero más firme.
Más seguro.
Más… real.

...

—¿Quién eres? —preguntó Gerard.

El otro sonrió.

—Soy quien debí haber sido.

...

Gerard retrocedió.

—¿Una copia?

—Una oportunidad.
Una versión mejorada.
Una que no duda.
Una que no fallará.

...

La voz del otro se tornó fría.

—Y tú…
ya no deberías estar aquí.