Capítulo 16. Inesperado. l #PartyRed.
Maydelinne Hanae.
Muerdo la uña de uno de mis dedos nerviosa, no sé si podré hacer esto. Es una locura, una estupidez.
Pero quiero hacerlo.
Por primera vez en mi vida quiero hacer algo que yo no haría, quiero arriesgarme sin que nadie se dé cuenta. Quiero saber lo que se siente hacer algo sin que sepan que soy yo. Aunque... ¿Alguien va imaginarse que aquella chica que va bailarle a Devan podría ser yo? No creo.
Al principio si estuve muy asustada, el plan de Michi no me gustaba, me parecía insensato e imprudente. Cada palabra que salía de la boca de mi amiga me asustaba más. Nunca en mi corta vida me imagine hacer algo así, lo había visto en algunas películas pero nunca hacerlo. Sé que solo sería un simple baile, y es que tampoco sabía bailar.
—Cálmate mujer que te va dar un ataque —dejo de jugar con mis dedos para ver a Michi seguir buscando algunas cosas en su armario—. Ni que fueras a bailarle como una cualquiera —gira con un short negro en sus manos—. Solo vas a acercarte a él entre todas las personas, va estar oscuro, vas a tener todo su rostro pintado, no va reconocerte y si no se pone de difícil van a bailar... Vas a manosearlo un poco... —pasa una de sus manos por sus pecho mientras va bajando poco a poco.
—¿Estás loca? ¡No haré eso! —pongo mis manos en mis mejillas al sentirlas calentarse. Su carcajada se escucha en toda la habitación.
—Bueno, bueno, si yo fuera tú, lo haría —guiña uno de sus ojos en mi dirección antes de seguir buscando.
Suspiro hondo tomando una bocanada de aire, si me da un ataque de asma ahí mismo me declaro muerta. Si me descubre me declaro frita y avergonzada.
—¿Por qué voy a hacer esto?
—Porque harás algo que nunca has hecho, porque será excitante hacerlo y que nadie sepa que eres tú. No sé, por muchas cosas —se sienta a mí lado—. Porque he encontrado el conjunto perfecto —sonrío al ver su gran sonrisa.
—Está bien, ya no hay vuelta atrás.
—Ese chico sí que te tiene mal, mi amor.
Vuelvo a bajar mi vista a mis uñas pintadas de morado fosforescente. Una idea llaga a mí cabeza fugazmente. ¿Le gustare yo a Devan? Ha sido muy lindo conmigo pero nunca me ha dicho nada que confirme que le gusto, aunque yo tampoco le he dicho absolutamente nada, no me animo.
—¿Lo tendré igual yo?
—Diablos, ni lo dudes —me da una sonrisa para que me tranquilice. Escucho el timbre de su casa y me levanto—. ¿Esa es tu amiga?
—Es lo más seguro, ahora vengo —la veo asentir antes de salir de su habitación, escucho hablar a Anisa con mí pequeño hermano en la cocina, sonrío. Abro la puerta encontrándome con Steffi—. Pasa.
—Primera vez que vengo a tu casa.
—De hecho esta no es mi casa, la mía es tres puertas más atrás—explico y la guio hacia la habitación de la pelirroja. En cuanto entramos no tardo mucho en presentarlas. Sé que van a llevarse muy bien, además necesito la ayuda de Steffi.
・゜✩ 。*
—Ese short se te ve fabuloso —sonríe Steffi.
—Y esas mallas de red —Michi coloca sus pulgares arriba con una sonrisa.
—Siento que la blusa está muy arriba.
—¡Ese es el chiste! Es para que se vea cool —vuelve a acomodarla, suspiro mirando a las dos chicas frente a mí.
—Va tener una erecci...
—¡Michelle! —tapo su boca rápidamente con el rostro ardiendo.
—¡Exactamente! —la apoya Steffi—. Tú si sabes.
Fulmino con la mirada a las dos chicas, estoy tan asustada y ellas están bromeando. Tal vez debería estar más tranquila porque yo nunca me pondría esta ropa, no es fea, de hecho me gusta pero no es mi estilo. Yo prefiero un vestido suelto o un pantalón.
Gracias a Dios no me hicieron ponerme un vestido debajo del trasero.
Mi maquillaje es ligero, no me gusta mucho lo extravagante. Steffi me coloco la pintura fosforescente como más le gusto, no he visto que hizo ya que no hemos apagado las luces y no quieren dejarme ver.
Me siento en la cama de la pelirroja mientras veo como se maquillan, veo mi vestimenta de nuevo, lo más seguro es que Devan vaya con algo negro, sonrío al imaginármelo.
De repente las luces se apagan, elevo mi cabeza de golpe viendo brillar a mis amigas, sonrío y me levanto un poco impresionada por los colores.
—Se ven fabulosas —digo sincera.
—Pues entonces deberías verte tu amiga.
—¡Hasta tus pestañas brillan! —chilla Michi emocionada. Suelto una risita y volteo hacia el espejo, muerdo mi labio. No parezco yo. Mi cabello tiene algunos mechones fosforescentes, mis ojos simulan ser soles ya que recordé como me llama Devan.
Con razón necesitaban un cepillo, por eso el salpicadero que se ve en la habitación de Michelle.
—Dios, son las mejores —me giro y las envuelvo en un abrazo a ambas, mis ojos pican pero parpadeo varias veces para no dejar salir las lágrimas. Hace tanto que no tenía amigos—. Gracias.
—No tienes que agradecer, May.
—Bueno basta, no quiero llorar y arruinar mi maquillaje.
Tomo una pequeña bocanada de aire tratando de mentalizarme que todo saldrá bien, como bien dijeron mis amigas: Solo voy a divertirme. Sí es que le encuentro algo de divertido a esto, sé que nadie va reconocerme pero el miedo de que si lo hagan está ahí, no se va.
Hoy voy a olvidar todo, voy a ser una chica diferente, una que no le tiene miedo a fallar, que no le tiene miedo a nada.
Porque si algo he aprendido este último año es que no puedo seguirle temiendo a todo, si continúo así no lograre hacer nada.
Siento mi celular vibrar en la bolsa del short, lo saco viendo el nombre de Devan <3 en él, sonrío sin poder evitarlo.
Devan <3: ¿Vas a ir a la fiesta?
Tecleo rápidamente.