Resplandor entre Tinieblas

Capítulo 110. Objetivo Asegurado

Resplandor entre Tinieblas

Por
WingzemonX

Capítulo 110.
Objetivo Asegurado

A pesar de la fuerte lluvia que seguía cayendo, los tres helicópteros negros del DIC sobrevolaban la ciudad en formación, dirigiéndose hacia su destino, ocultos en las sombras de la noche. Transportaban entre los tres alrededor de treinta elementos, incluidos dos pilotos en cada uno. Y, por supuesto, a los dos agentes “invitados” del Nido.

Durante todo ese trayecto, Gorrión Blanco estuvo observando maravillada por su ventanilla hacia las luces de la ciudad. Aunque el viaje en avión igualmente le había resultado impresionante, al mirar hacia afuera sólo había nubes hasta donde alcanzaba a ver. Era igual una vista extraordinaria, pero no se comparaba a ver tan cerca (y a la vez tan lejos) una ciudad tan grande, iluminada y concurrida como Los Ángeles.

Además de la impresión inicial, todo eso le hacía ver que su memoria debía estar más distorsionada de lo que creía, pues todo eso lo sentía como si fuera la primera vez que lo veía. Pero ella sabía bien que no podía ser el caso; de seguro había viajado en aviones y helicópteros como ese muchas veces antes, en otras misiones.

Conforme se iban acercando, los nervios se fueron acumulando en el pecho de Gorrión Blanco. ¿Estaría realmente lista para enfrentar lo que fuera que se encontrarían una vez que llegaran? Se sentía aún tan fuera de lugar en todo ese ambiente…

—Estén preparados, ya tenemos visibilidad del edificio —sonó la voz del Sargento Lewis en los audífonos que todos traían puestos, para así ponerlos en aviso.

Carrie, por mero reflejo, se hizo un poco al frente en su asiento, intentando ver a través de la ventanilla delantera el edificio de departamentos al que se dirigían. Batalló un poco para diferenciarlo entre todos los demás rascacielos en el panorama, pero al final lo reconoció; justo como venía en la foto del expediente. Y apenas lo había vislumbrado con claridad, cuando unos segundos después ella, y todos los demás tripulantes de los tres helicópteros, vieron la tremenda llamarada que surgió desde el pent-house, y llegó incluso llegó hasta ellos el estruendo de los muros siendo derribados, y los cristales botándose de sus marcos.

Gorrión Blanco se sobresaltó asustada, haciéndose hacia atrás y pegándose contra su asiento. Por su parte, instintivamente los pilotos de los helicópteros hicieron una maniobra evasiva hacia un lado, lo que sacudió un poco a los ocupantes.

—¡¿Qué fue eso?! —exclamó el Sargento Lewis, inclinándose hacia el frente para poder ver mejor.

—No lo sé, señor —le respondió el piloto, claramente confundido—. Algún tipo de explosión, al parecer.

Francis y Gorrión Blanco igualmente observaban pegados a sus ventanillas. El helicóptero se aproximó un poco más, pero manteniendo su distancia en caso de que se suscitara alguna otra explosión. En los siguientes segundos no ocurrió nada más, y desde sus posiciones sólo podían ver como un pedazo del departamento y la terraza parecía haber sencillamente desaparecido, y un incendio había comenzado. La lluvia era posiblemente lo único que evitaba que el fuego se propagara por toda la terraza.

—¿Fuimos nosotros? —cuestionó Lewis, molesto pero también preocupado—. ¿Algún proyectil disparado por otro de los helicópteros?

El piloto rápidamente utilizó el micrófono incorporado a sus audífonos para comunicarse a los otros dos transportes. Ambos confirmaron que no habían sido ninguno de ellos.

—Negativo, señor —respondió el piloto como conclusión—. Lo que haya sido, parece que se originó directamente en el departamento.

Lewis contempló pensativo el escenario, ya en esos momentos prácticamente debajo de ellos.

—Sargento, ¿cuáles son sus órdenes? —se escuchó en sus auriculares que los hombres de los otros helicópteros le preguntaban.

—¿El objetivo sigue ahí dentro? —cuestionó con voz templada.

—Los observadores confirman que no ha salido del edificio —respondió alguien más en la línea—. Pero también informan que la seguridad privada del complejo reportó otra irrupción forzada hace sólo unos minutos.

—¿Alguien más fue tras el objetivo? —musitó Gorrión Blanco en voz baja.

No tenían suficiente información para responder ese cuestionamiento de forma acertada, pero era lo más probable. La pregunta importante era quién había sido, y si dicho individuo, o individuos, seguían ahí abajo.

Tras unos segundos de reflexión, Lewis volvió a activar su comunicador para que todos pudieran oírlo claro:

—El plan sigue en marcha. Prepárense para a bajar.

Todos le respondieron de manera afirmativa sin la menor vacilación. Todos, menos la resucitada Carrie White, pues la idea no le convencía del todo.

Se retiró con cuidado sus auriculares y se inclinó hacia Francis sentado a su lado, para hablarle únicamente a él.

—¿Será aconsejable hacerlo sin saber qué ocurre allá abajo? —le preguntó dubitativa, e incluso un poco temerosa.

El rostro de piedra de Francis no reflejaba emoción alguna, como era usual. Aun así, en el fondo, lo cierto era que compartía esa misma inquietud. Pero a diferencia de Gorrión Blanco que era un soldado únicamente porque le habían implantado la idea mientras dormía, él lo había sido durante la mayor parte de su vida. Y su entrenamiento le impedía dejarse llevar por simples inquietudes.




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