Resplandor entre Tinieblas

Capítulo 143. Propiedad Privada

Resplandor entre Tinieblas

Por
WingzemonX

Capítulo 143.
Propiedad Privada

La travesía de Cody Hobson y Lucy para descubrir el misterioso paradero de Lisa Mathews, había resultado más extenuante y agotador de lo que ha Cody le hubiera gustado. Para empezar, Lucy no aceptó subirse a un avión, sino que en su lugar prefirió que recorrieran todo el largo camino desde Dakota del Norte hasta Maine a bordo de su New Beetle, un viaje que en situaciones normales tomaría al menos unas treinta horas; en su caso, Cody intuía que serían afortunados si sólo les tomaba eso.

—Cómo ya te dije, no tengo aún una idea clara de dónde está ese sitio —le había explicado Lucy con una calma que parecía casi robótica, estando sentados ambos en la sala de ella, bebiendo cada uno una taza de té—. En estos momentos sólo tengo la dirección a la que debemos ir desde este punto en el que estoy ahora. Y conforme nos vayamos acercando al lugar, poco a poco, es probable que la ubicación exacta se vuelva más clara en mi cabeza. Pero para poder lograrlo, necesito ir avanzando a mi ritmo, siguiendo la brújula que tengo en mi cabeza. Si me subo a un avión y cambió en un santiamén mi punto de referencia de una forma tan abrupta, lo más probable es que pierda por completo mi rumbo, y no te puedo asegurar que lo pueda recuperar. He hecho esto muchas veces, y conozco bien cómo funcionan mis habilidades de rastreo. Te aseguro que no sólo es la mejor forma, sino la única.

Cody se mantuvo escéptico ante tal explicación. No estaba seguro qué tanto de aquello era cierto, y qué tanto era que simplemente le daba miedo subirse a un avión. Como fuera, no le quedó más que aceptar a regañadientes. Después de todo, sabía bien que sin Lucy no sería capaz de encontrar a Lisa.

El viaje por carretera resultó en efecto largo y cansado. Tuvieron que parar algunas noches para descansar en alguna ciudad o pueblo de paso. A veces en algún motel (haciendo Cody uso de sus pastillas mágicas para dormir y prevenir cualquier pesadillas indeseada), y a veces simplemente estacionando su vehículo en algún área de descanso.

A pesar de que Cody no acostumbraba conducir muy seguido, y menos en carretera, no le quedó más remedio que turnarse con Lucy para hacerlo, no sólo para que ambos estuvieran más descansados, sino para que su compañera pudiera calibrar mejor la “brújula que tenía en su cabeza” para asegurarse de que iban por el camino correcto, y no hubiera surgido algún cambio en el paradero de Lisa. Hasta el final, la poca información que tenían los seguía dirigiendo hacia Maine.

En un momento durante el último tramo del viaje, pasaron bastante cerca de Boston, y Cody se preguntó si acaso Matilda ya habría vuelto a su casa. Lo más probable era que no. La última vez que se vieron en Oregón, ella se dirigía hacia Los Ángeles para descansar la herida de su hombro en casa de su madre, así que lo más seguro era que optara por quedarse allá hasta después de Acción de Gracias. Igual se sintió tentado a llamarla, sólo para hablar con ella y saber cómo seguía, pero desistió al último momento.

«De seguro si se le dijera lo que estoy haciendo, me daría un discurso entero para convencerme de que diera media vuelta y me regresara a casa»

Y el sólo hecho de sacar él mismo esa conclusión debería bastar para que tomara la decisión de hacerlo por su propia cuenta, pero no fue así. El sentimiento apremiante de que algo no estaba bien con toda la partida tan repentina de Lisa pudo más que su sentido común.

Cody pensó que una vez que llegaran a Maine, todo lo demás sería mucho más simple. Sin embargo, para su mala suerte no fue así. Al estar ya tan cerca del punto que Lucy había logrado detectar en el mapa, sólo le confirmaba que en efecto “algo” la bloqueaba. Pero no todo estaba perdido, y sorprendentemente Lucy se mantenía optimista. Estaba convencida de que podrían dar con el sitio correcto… a su tiempo.

Comenzaron a prácticamente cada día recorrer cada carretera y camino alterno de Maine, y poco a poco Lucy sentía que podía ir ubicando con más claridad hacia donde tenían que ir. Hasta ahora todo parecía indicar que tenían que ir hacia el norte; ¿qué tanto?, eso sólo el tiempo lo diría, y ciertamente esa última parte estaba tomando bastante más tiempo del que cualquiera de los dos hubiera querido. Aunque Lucy parecía bastante tranquila al respecto.

—¿Segura que puedes tomarte más días libres del trabajo? —preguntó Cody en algún  momento mientras conducían por una carretera secundaria, rodeados de un paraje boscoso.

—Soy freelancer —se explicó Lucy—. Significa que no trabajo formalmente para una empresa, sino que lo hago por proyecto. Ellos me contactan directamente, y…

—Sé lo que freelancer significa —le cortó Cody, algo abrupto.

—Sí, bueno… al final tengo mayor flexibilidad con mis horarios y días libres. Antes de irnos entregué el último trabajo que tenía pendiente, así que estaré bien si me ausento un par de días más.

«Si es que esto en verdad dura sólo un par de días más» pensó Cody con desgano.

—¿Qué hay de ti? —preguntó Lucy con curiosidad—. ¿Puede el profesor de biología seguirse ausentando por más tiempo?

—Para eso están los profesores suplentes —respondió Cody con tono burlón—. Dije que tenía una emergencia familiar, y que necesitaba ausentarme un par de semanas.




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