Resplandor entre Tinieblas

Capítulo 150. Combate en dos frentes

Resplandor entre Tinieblas

Por
WingzemonX

Capítulo 150.
Combate en dos frentes

—¿No oyeron eso? —comentó Lucy con aprensión, deteniéndose y volteando a ver hacia atrás sobre su hombro—. Sonó como una explosión…

—No te quedes atrás, Lucy —exclamó Cody como reprimenda; él y los otros ya se habían adelantado varios pasos, por lo que la rastreadora tuvo que apresurarse para alcanzarlos.

El grupo se adentró a un largo pasillo de luces blancas, que al parecer terminaba en perpendicular a otro corredor. De momento todo parecía bastante más calmado en esa zona, en comparación con las demás partes que habían cruzado. Tendrían bastante suerte si todo se mantenía de esa forma hasta llegar a su objetivo final.

Y claro, suerte era lo que menos tenían en esos momentos.

Al girar en la esquina del siguiente corredor en dirección a los ascensores, tuvieron que frenar de golpe pues justo al otro extremo del pasillo ya los esperaba un grupo numeroso de hombres armados, que apuntaron sus armas directo en su dirección en cuanto los tuvieron en mira.

—¡Fuego! —exclamó con potencia la voz de alguien detrás de los hombres armados, y a su orden todos presionaron los gatillos de sus armas al mismo tiempo.

Los sonidos de detonación cubrieron el pasillo entero, y las balas volaron por los aires en su contra. Rápidamente Francis empujó a los demás para que se refugiaran de nuevo tras el muro, mientras Gorrión Blanco se esforzó por desviar la mayor cantidad de disparos con sus poderes, y luego ponerse en cobijo junto con los demás. Todos se quedaron quietos, con sus espaldas contra la pared hasta que el sonido de los disparos cesó.

—Los ascensores están del otro lado —susurró Gorrión Blanco, jadeando entre respiro y respiro—. Tendremos que cruzarlos…

Se giró en ese momento a mirar al sargento en busca de la siguiente indicación. Sin embargo, notó de inmediato con horror como Francis se presionaba firmemente el costado derecho con una mano, y como la sangre comenzaba a mancharle los dedos. Gorrión Blanco supo en ese momento que no había logrado desviar todas las balas, y una de éstas la había pasado de largo, alcanzándolo a él.

—¡Sargento! —exclamó la muchacha, alarmada.

—Estoy bien —respondió Francis. Y aunque su voz sonaba firme y segura, su mirada no lo parecía tanto.

—Se los dije —murmuró Lucy con voz áspera.

—Ahora no, Lucy —le prendió Cody, mirándola sobre su hombro.

Francis comenzó a retirarse rápidamente la chaqueta azul de su uniforme, quedándose sólo con su camiseta negra sin mangas que usaba debajo. Le indicó a Gorrión Blanco que rasgara las mangas de la chaqueta, y ésta lo hizo lo más rápido que pudo con la ayuda de la fuerza adicional que le proporcionaba su telequinesis. Francis amarró ambas mangas, y comenzó a atarlas alrededor de su torso, presionando con fuerza la parte herida.

En todo ese rato, los hombres en el pasillo se mantuvieron en silencio, posiblemente aguardando a ver qué hacían a continuación.

—¿Y ahora qué? —cuestionó Cody, inquieto.

Antes de que Francis o cualquiera pudiera responder, una voz desde el pasillo se hizo presente primero, hablando con fuerza ayudada del eco de los altos techos.

—Sgto. Schur, esto no tiene que terminar mal para usted. Entréguenos a la chiquilla resucitada, y usted, y también los que lo acompañan, podrán irse en paz. Se lo prometo.

—¿Resucitada? —susurró Cody confundido, mirando a Lisa y a Francis. Ninguno dijo nada o lo miraron siquiera. Sin embargo, un pequeño vistazo de soslayo que Lisa hizo en dirección a Gorrión Blanco, fue suficiente para dejar en evidencia lo que pasaba por sus mentes.

—No es cierto —exclamó Lucy con fuerza—. Está mintiendo, no dejará salir a nadie con vida de esta base.

—¿Leíste su mente? —le preguntó Francis, acompañado justo después de un pequeño jadeo de dolor.

—No… Sólo es un presentimiento.

—¿Se refieren a ella? —preguntó Cody directamente, mirando a la joven mujer de cabellos rubios, que en esos momentos parecía también algo confundida—. ¿A qué se refieren con “resucitada”, Lisa? ¿Qué fue lo que hicieron?

—Ahora no —le susurró Lisa despacio, con un tono que no dejaba lugar a que le insistiera más.

Lisa miró de reojo hacia Gorrión Blanco, y ésta igualmente parecía tener preguntas dibujadas en su rostro. Lamentablemente, ella no era quién tenía las respuestas que buscaba. Y no las obtendría de ningún lado, si no lograban salir vivos de ahí.

— — — —

Mientras el ascensor bajaba rápidamente hacia el nivel -20, Mabel aprovechaba para revisar cada una de sus armas, y ver que estuvieran cargadas y listas para lo que vendría, pues presentía que no podría abrirse paso hasta donde necesitaba ir utilizando únicamente sus nuevos trucos. Se había ya retirado la chaqueta que había robado de aquel soldado, para poder moverse con mayor libertad; además de que le quedaba grande, para esos momentos ya había cumplido su propósito de pasar un poco más desapercibida.




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