¡respuestas!

Límites.

Es difícil no llorar cuando alcanzas una meta grande. 
Es una sensación que sólo Dios puede hacernos sentir.

No hay límites cuando estás dispuesto a dar tu vida por tu propósito. Simplemente te condenas al éxito.

Llorar no es cambiar, gritar más, quejarte más, no te sacará del agujero en el que estás, ¡entiendelo! deja de preguntarte la misma absurda pregunta: ¿Por qué a mi?... Y yo te pregunto, ¿Por qué a ti no?

El dolor es un regalo, es el único idioma donde todos decimos lo mismo, pero soñamos diferente. Detrás de tu dolor hay una perla, cogela, extirpala y cuelgatela. Esa debe ser tu actitud. Las personas optimista, pesimista y realistas, se olvidan de aprovechar las oportunidades porque siempre, siempre les gustan perder el tiempo pronunciando palabras sofisticadas y positivas pero se olvidan de los hechos. Las personas oportunistas hablan poco y actúan más. ¡Así debemos ser! Oportunistas ante todo, atento a las posibilidades del presente.

Los límites son los causantes de nuestra cárcel. Lo sentimos cuando no podemos controlar la situación que nos acontecen.
Ahora bien, cuando sintamos ansiedad pensemos qué parte de lo que está ocurriendo depende de nosotros y ocupémonos dejando atrás la película catastrófica que nos estamos haciendo sobre algo que todavía no ocurre y piensa: 
1. ¿Qué es lo que me podría pasar??
2. Si pasará lo peor, me preocuparía por mi o por lo que digan los demás?

Señores, lo único que no tiene solución es la muerte. Tengan por seguro que llegará a pasar, lo que es lo peor, esto, aunque aún no lo entiendas es totalmente necesario para nuestra evolución.

No podemos tener el control sobre todo lo que nos ocurre. La vida es un constante cambio con el que hay que fluir por lo que en vez de sufrir por algo en lo que no tenemos el control, debemos aceptar y recalcular la ruta de nuestro GPS confiando y estando seguros que siempre es para mejor, auque no lo entendemos. Acéptalo y deja fluir.

El 100% de las veces que no logramos nuestros sueños es porque nos imponemos límites.

El límite es el cielo. Y el cielo es infinito, mientras más cerca estés de él, más camino por recorrer te va a faltar.

Te volverás una completa basura, si sigues limitando ese don extraordinario que Dios te regaló. 
Dios te lo ha dado por algo, y tienes que usarlo.

Ya deja de llevarte de la gente con mente vacía, aunque encuentro que más vacía es la tuya que te llevas de esas personas que se arrastran porque le temen a las alturas.

¡Sé libre! Actúa, tu eres el mejor, no te límites. Confía en Dios. Sino confías siempre tendrás miedo de arrojarte al precipicio.

Soy víctima de la confianza en Dios. Aprendí a no limitarme, con una gran experiencia que viví en un modelo de las Naciones Unidas, en este concurso tenía que discursar y defender un país, pero había algo que me limitaba, tenía mis amígdalas muy hinchadas al grado de que no podía hablar y la voz no me salía muy bien.

Pues mi deseo de superarme era más grande que el límite que tenía, y aún estando enferma asistí al modelo y participé en el concurso. ¿Y adivinen qué? 
¡Gané el concurso!

Si tu cuerpo tiene algún defecto y tu memoria aún está buena, pues eso quiere decir que no hay nada que te límite. 
Tienes un cerebro, y eso vale mucho. ¡Úsalo! Tu cerebro puede reemplazar cualquier cosa. Así que piensa en grande.

Muchas veces no podemos esperar que el milagro se haga, sino hacer que este se realice.




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