Buscó a Scott. Lo encontró en casa de su mamá; todo era miel sobre hojuelas ahí. Chris y Scott no se querían perder detalle de lo que pasaba con Allison. Entendía a Chris, la que volvió fue su hija, pero Scott actúa como un adolescente de nuevo.
—Stiles, qué bueno que estés aquí. Sabía que estabas de vuelta, pero Scott no me dijo que vendrías —Melissa lo abraza; él le devuelve el abrazo con gusto.
—Descuida, seguro está ocupado con Allison aquí —se separa del abrazo—. Solo vine a preguntarle a Scott dónde está Deaton —juega con sus manos al sentir una repentina desesperación por salir de ahí, visualizando en su mente a Derek con su hijo, así de felices como Chris y Allison.
—Dijo que tenía que ir a la antigua veterinaria. La demolerán y él está pensando en sacar todas las cosas sobrenaturales y dejarlas con Peter en la bóveda de los Hale —Stiles le sonríe y asiente, sigue jugando con sus manos.
—Gracias, Melissa. Te quiero —le da un beso en la mejilla y sale antes de que alguien interrumpa su curso.
De camino a su camioneta se encuentra a Eli apoyado en esta. Stiles lo mira y le pregunta:
—¿Qué estás haciendo aquí?
—No quiero estar en la casa. Cada cosa ahí me recuerda a mi papá —jugaba con un mini Funko de Superman. Stiles lo miró y sonrió. Eli lo notó y le mostró el juguete—. Mi papá lo compró para mí cuando se dio cuenta de que me gustan los cómics de superhéroes —medio sonríe—. Con ayuda de Liam y Hikari le puse luces rojas a los ojos, y si presiono este botón —toca un botón pegado con silicón en la cabeza del Funko y los ojos brillan en rojo— me recuerda a los ojos de papá antes de morir. No sé si lo soñé, pero sus ojos se volvieron rojos justo antes de ser incinerado, y yo pensé...
—Espera, ¿rojos? —pregunta asombrado.
—Sí, rojos, como los de Scott —menciona mientras aprieta y suelta el botón del juguete una y otra vez, hasta que Stiles se lo arrebata de las manos por el irritante sonido.
—Espera, no...
Stiles lo hace callar alzando una de sus manos frente a él.
—Sube y ponte el cinturón de seguridad —manda. El chico obedece, se sube al auto, y siguiendo sus acciones, Stiles también lo hace y arranca rumbo a la casa de su padre para dejar al chico ahí. No le dirá que va hacia la veterinaria para investigar la mejor forma de revivir a su papá.
—Una semana más y es luna llena —dice Eli cuando ya van de camino. Está preocupado por su situación. Stiles toma la salida más rápida.
—Lo sé, pero no te preocupes. Estarás bien y te ayudaré a controlarte —le sonríe, y se guarda el Funko en uno de los bolsillos de sus pantalones.
—Papá dice que le enseñaste a Scott cuando no tenías experiencia en esto —Stiles sonrió; Derek le habló a Eli de todo.
—¿Te contó la vez que casi me hizo que le cortara el brazo? —Eli rió. Stiles se sentía bien al hacerlo reír.
—Sí, me contó todo, casi con lujo de detalles. Solo que evitó contarme de sus betas cuando fue alfa —Stiles sabía por qué—. Le pregunté a Peter, pero solo me dijo que dos de ellos estaban muertos y el otro estaba en Francia.
—Sí, yo estuve ahí cuando uno de ellos murió. Tu padre estaba desconsolado. ¿Y sabes por qué? —Stiles pregunta a mitad de camino.
—Chris dice que el lazo de un beta con su alfa es más fuerte que el de un padre y un hijo. Por eso papá estaba muy mal, y creo que lo siguió estando aún después de tanto tiempo —respondió.
—Dijiste que irías a la antigua veterinaria. ¿Por qué vamos en otra dirección? —pregunta confundido mientras reconoce las calles en dirección a la casa del sheriff, donde su padre lo ha dejado a veces cuando tienen algún problema en la ciudad.
—Porque te traigo a la casa de mi papá. Te vas a quedar con él, solo por hoy. Yo le diré a Peter que venga por ti —le sonríe. Cuando llegan a la casa del sheriff, Stiles se da cuenta de que Parrish está sacando a una mujer esposada de la casa.
—¿Jordan, qué pasa?
Se queda helado al ver a la mujer. Ella solo le sonríe.
—Los vecinos llamaron a la policía, asustados por alguien sospechoso merodeando en la zona —Parrish ve que Stiles estaba mirando con miedo a la mujer—. ¿La conoces?
—Sí, se llama Jennifer —miró a la mujer—. Déjala ir, es inofensiva —mintió.
—Pero estaba dentro de la casa estando sola. Eso es un delito —dijo incrédulo.
—Lo sé, y los vecinos la vieron merodeando —siguió. Estaba en el FBI, se sabía las leyes, ahora mejor que antes—. Pero la necesito para algo, y creo que ella viene a lo mismo.
—Sé lo que le pasó a Derek —dijo la mujer, y Parrish la soltó al escuchar eso.
—¿Derek sabía que sigues viva? —preguntó Stiles.
—Quizá —rió.
—Parrish, llévate a Eli a casa, y dile a Peter que vendré pronto. Y no le digas sobre Jennifer. NI TÚ TAMPOCO, ELI.
—¡AL MENOS DIME QUIÉN ES! ¿POR QUÉ CONOCÍA A MI PAPÁ? —gritó, bajando de la camioneta de Stiles.
—Fui su novia por un corto tiempo. Que Stiles te cuente el resto después —le dice muy campante, y le sonríe a Stiles—. ¿Nos vamos?
—¿Stiles, a dónde irán? —Jordan mira preocupado a ambos, a Jennifer más, con desconfianza.
—Con Deaton. Quiero pedirle algunos consejos —Eli se fue a la patrulla con Parrish, y Stiles y Jennifer a la camioneta del FBI. Ambos tomaron caminos opuestos del camino.
Stiles miraba los rasguños en el cuello de Jennifer.
—¿Cómo sobreviviste a eso? —Stiles señala el cuello.
—El nemeton, otra vez —sonrió, recordando—. Después de enfrentar a Scott y Deucalion, estaba débil. Incluso Deucalion cortó mi cuello, pero con la fuerza que me quedaba llegué al nemeton. Pero Peter apareció diciendo que era el alfa, que siempre fue el alfa, e hizo otro corte. Creí morir, pero el nemeton estaba más vivo que nunca. Él me dio la última fuerza y las heridas curaron, y estuve bien.
—Peter no sirve para morir ni mucho menos para matar —se quejó Stiles. Jennifer rió.
—Sigues de buen humor, aún en estos momentos —le sonrió.
Editado: 10.07.2025