Resurrection

Capítulo cinco

Jordan y Eli llegaron a la casa. Peter les sonrió.

—Eli, dijiste que irías con Stiles —dijo buscando a Stiles.

—Sí, pero él se fue a hacer no sé qué —mintió—. Dijo que me dejaría en la casa del sheriff. De casualidad Jordan estaba ahí y me dijo que regresara con él.

—Sí, se fue. Yo lo traje —dijo Jordan sin saber qué decir.

—Ah, ¿y tú qué hacías en la casa del sheriff y no en la comisaría? —señaló a Jordan—. Por lo que sé, necesitan a todos los oficiales disponibles después de lo del Nogitsune —se cruzó de brazos.

—Múltiples personas llamaron a la policía diciendo que habían visto un perro muy grande por ahí, entonces el sheriff me mandó a verificar, pero solo era un 10-48.

—¿Múltiples personas haciendo un 10-48? —miró severo a Parrish, su yerno—. Me sé los códigos de la policía porque Derek me hizo aprenderlos.

—Bien, era un 9-51, invasión a la propiedad. Pero se supone que no debo hablar de eso. Stiles lo dijo, y no le voy a volver a fallar como con Derek —dijo cabizbajo y salió de la casa.

—¿Y tú? —Eli se quedó mirándolo.

—¿Yo qué? —Peter lo miró serio—. No sé nada.

—Sabes... puedo ir a oler la casa del sheriff y saber qué pasó. Preguntar a los vecinos —lo miró—. Pero si tú me dices, yo me podría ahorrar un montón de trabajo.

—Pues puedes ir a oler y preguntar, pero de mi boca no sale nada. Yo no voy a decirlo —salió de aquella casa que, a pesar de estar con todos esos retratos, muebles, utensilios y personas, se sentía tan vacía. Entonces se fue al taller. Ahí estaba el Jeep, pero no se sintió a gusto. No tenía ánimos de escapar en él. ¿Luego quién le daría un sermón por robarlo?

—Supuse que estarías aquí —levantó la mirada al escuchar a Jordan—. Dejaste esto en la patrulla. Regresé para dártelo, pero me encontré con Peter en la entrada y dijo que te habías ido —le dio el funko de Superman, pero él recordaba que Stiles se lo quitó. No sabía cómo había llegado ahí.

—Gracias. Es lo único que no me hace sentir mal, aunque me recuerde a mi papá —observó el juguete.

—Siento mucho lo que pasó. Mi intención nunca fue matarlo a él, pero cuando me pidió seguir lo sentí como una orden, y no pude parar —Jordan se sentía tan culpable.

—No es tu culpa, ni siquiera de Hikari y Liam que cuidaban al Nogitsune —dijo. Sabía lo culpables que todos se sentían. Él no los culpaba, no era necesario que ellos se sintieran así. Nada traería de vuelta a su papá.

—La culpa es la primera fase de aceptar que alguien ya no está entre nosotros —se sentó a su lado.

—Yo no siento culpa —dijo Malia entrando al terreno.

—No, pero a kilómetros se puede sentir tu enojo —le dijo Jordan. Ella lo miró mal.

—Da igual. Peter me mandó a preguntar por la persona con la que Stiles estaba y se fue de la casa del sheriff —Eli tomó eso como que Peter fue a hablar y oler.

—Era una mujer. Él le temía, pero no de una mala manera —mintió. Jordan lo miró y después a Malia, y asintió.

—Todas sus palabras no tienen sentido. Me dicen qué está pasando o yo misma llamo a Stiles —ambos se encogieron de hombros.

—Bien, como quieran —sacó su celular y marcó a Stiles.

—Hola —escuchó una voz muy dulce y femenina.

—Oh, bueno, yo… ¿Está Stiles? —Jordan y Eli trataron de no reír ante lo nerviosa que se había puesto Malia de un momento a otro. Ella pensaba haber interrumpido un momento íntimo.

—Está ocupado, y así estará por un par de días más. Así que tú y tu padre cuiden muy bien de la cría de Derek, ya me ha costado mucho —y se cortó la llamada.

—Me colgó —dijo mirando el aparato. Después fijó su vista en Eli y Jordan—. Ustedes me dirán quién era esa vieja ahora mismo —sacó sus garras. Jordan solo rodó los ojos. Pero Eli:

—Dijo que se llamaba Jenny, sí, Jenny con "i" griega, nada que ver con Jennifer. No, para nada —lo dijo con la velocidad de un correcaminos. Jordan cerró los ojos con frustración, después los abrió y miró a Eli con una ceja alzada.

—Perdón —dijo, y miró a Malia.

—¿Quién carajos es Jennifer? —preguntó seria. Su ceño fruncido causaba gracia en Jordan—. Jordan, te juro que si te sigues riendo te voy a cortar las bolas y no las volverás a meter en nadie otra vez.

—Las bolas nunca entran —dijo Eli distraído. Malia lo miró con el ceño fruncido. Jordan se rió en voz baja. Malia gruñó y se acercó peligrosamente a Eli.

—Déjalo —a toda prisa Jordan la detuvo. Ella le gruñó a él, pero a él no le importó y la apartó. Eli solo los miró y después centró su atención en la figura de Superman en sus manos. Aún no estaba seguro de cómo terminó en la patrulla de Jordan cuando Stiles se la había quitado, pero no le dio más importancia.

—Vayámonos a casa —Eli les recomendó—. Estaba empezando a anochecer.

—Sí, ya mañana hablaremos con Stiles —Jordan apoyó a Eli—. Vamos —ayudó al muchacho a ponerse de pie.

Ya rumbo a la casa, Eli se arrepentía de sugerir regresar. Todos los recuerdos con su padre iban y venían como notas musicales de la canción más triste que haya existido.

Jordan pudo notar el cambio de inmediato, pero no dijo nada. No tenía derecho, por lo que solo se despidió y dejó a Malia y a Eli en la casa. Aparte, tenía que ir a la comisaría. Seguramente el sheriff lo estaba buscando.

Eli quería que se quedara, porque aparte de Stiles, él era el único que intentaba comprender la situación. O quizá solo sentía pena por matar a su padre. No lo sabía, pero trataría de no buscarle más patas al gato y mejor se fue a dormir más temprano de lo que debería y de lo que nunca lo había hecho.
¿Su padre le estaría sonriendo?



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En el texto hay: sterek, teenwolf, teenwolf stiles

Editado: 10.07.2025

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