Capítulo diecisiete

Casi todas las heridas se curan, hasta las las heridas del alma tienen curan, y todo gracias al tiempo. Pero dirás, ¿Cómo es eso posible, si para las heridas físicas tenemos antibióticos que nos ayudan a sanar? Yo diré; Claro, las heridas del alma no son diferentes a las heridas físicas, solo que para cada alma necesitamos un antibiótico diferente, ¿Y sabes cuáles son?... ¿No?.. pues, nesesitas buscar apoyo, familiar, ya sabes tu familia no solo es de sangre, familia incluye, amigos, personas que no son de sangre, pero que sabemos que siempre estarán ahí. Ellos serán el antibiótico para tu alma, una forma de dejar cosas atrás.

—¿Que pasa si mis antibióticos del alma no funcionan, o no son compatibles con mi alma? —Eli mira a Stiles con confusión.

—Creas nuevos antibióticos supongo —le dijo Derek mientras ponía comida en la pecera que tenía Argent. Todos se habían ido a quedar a uno de los hoteles que el viejo tenía y nadie sabía de ellos. O quizá Derek si, porque había entrado como si conociera el lugar y hasta sabía dónde estaba la comida de los peces.

—No lo sé, quizá si —le dijo Stiles —pero es un libro, no siempre tienes que hacer caso a lo que dicen.

—Si supongo —dijo Eli nada más y se retiró a leer en silencio al otro lado.

—¿Derek, que hacemos aquí todavía? —Stilea se acercó a él.

—Esperamos a Chris —dijo mirando por la puerta, Chris no aparecia.

—Acabas de regresar de la muerte, necesitas descansar
—lo miró serio.

—Estoy bien —dijo nada más, y no lo miró.

—Entonces nos vamos Eli y yo a casa —Dijo mientras tomaba su abrigo, y antes de que diera otro paso Derek tomo su mano con fuerza.

—No —Stiles se confundió al ver el miedo en los ojos de Derek —Jennifer ya te a contado lo que hizo, así que te digo de frente, Si intentas quitarme a mi hijo voy a pelear por él, piensa en él antes de hacer algo. —Stiles frunció el ceño.

—No pienso quitartelo, idiota —Se alivió al escuchar el suspiro de Derek. —Todavía no hablamos con él y nada de como surgió esto.

—Yo no sabía nada, yo solo tenía ganas de ser padre y Jennifer dijo que tenía el método —Sonrió avergonzado
—pero no tengo idea porque te eligió a ti.

—Te lo contaré mientras viene Chris —lo hizo sentarse.

Ya sentado, Stiles le empezó a contar todo, como eran almas gemelas y como eso despertó la chispa en Stiles, le contó todo con lujo de detalles.

—Debo confesar que siempre supe lo que éramos tu y yo —Derek apartó la mirada, no podía con su vergüenza
—preferí guardar silencio porque no quería que salieras lastimado, después de todo lo que me a pasado no creo ser el mejor hombre para alguien, no creo llegar a confiar en alguien otra vez, y no te mereces eso.

Stiles lo entendía a la perfección, el sentía exactamente lo mismo y había cayado su amor por la misma razón.

—Lo sé, te entiendo, después de todo lo que a pasado
—Cerró sus ojos —pero cuando supe que habías muerto, cuando lo sentí y lo vi, yo, yo no podía respirar, sentía que me habían arrebatado lo más valioso, y quise morir —No le había dicho eso a nadie desde que llegó. Derek tomó su mano —pero recordé a Eli, Scott habla maravillas de él.

—Caundo morí vi a mi familia, todos los que murieron en el incendio —Apretó su agarre en la mano de Stiles y este devolvió el apretón —Los vi a todos, Laura, mamá, mis otros tíos, y los niños, era invierno, nuestra época favorita para hacer parrillada —Stiles lo miró extrañado —Si, parrillada en invierno, somos demasiado calientes, no podemos agregar más calor a un verano caloroso por eso lo hacíamos en invierno. —Stiles le sonrió entendiendo el asiento —Estando ahí con ellos no fue igual como lo hubiera sido normalmente, no se sintió para nada bien y me mataba lo culpable que me sentí al desear estar con vida y no ahí, pero es que no podía, no quería estará ahí si tu no estabas ahí.

—Derek.. —dijo su nombre de una forma muy tierna —ven aquí —lo abrazó.

—Quiero intentarlo, quiero que seamos Eli, tú y yo —Derek lo apretó más —Prometo intentar confiar más, y prometo no ser gruñó, aún cuando hables tonterías hasta por los pies, las orejas o la nariz.

Stiles rio de felicidad —Dios si no lo propones tú lo hubiera hecho yo y de una manera demasiado humillante.

—Quiza estaría pensando demasiado como para notar que era humillante —Derek le sonrió.

—Si, probablemente —rio y se abrazaron de una forma más suelta y tranquilos.

Ambos estaba en su mundo que no habían notado que Chris y Eli los miraban, afortunadamente Eli no había escuchado la parte que dicen que es hijo de ambos, sería demasiado que procesar.

—¿Los dejamos solos? —preguntó Eli a Chris.

—No, pero quisiera, tengo asuntos pendientes con Derek —carraspeó para llarmar su atención —Tengo una sorpresa para tu padre
—le susurró.

Eli sonrió, Stiles y Derek los miraron con temór, más a Eli, ya que puedo haber escuchado de más, afortunadamente no fue así o si no estaría pidiendo explicaciones.

—Hola —saludó Stiles.

—Hola —Saludó Chris —Mm, si me disculpas, me tengo que robar a Derek por unos minutos.

—Claro —El y Derek se miraron y sonrieron cómplices.

—Tu y Eli pueden quedarse en la suite nupcial puerta 125
—le aconsejo Derek —tiene jacuzzi. —Stiles sonrió como niño pequeño. Después salió con Eli y se fue a la habitación.

—Tu la vas a pagar —Chris lo señalo.

—Aún con todos tus hoteles soy más rico que tú —se río Derek, Chris no puedo evitar reírse también.

—¿De dónde sacas tanto dinero por cierto? —siempre había querido sacar el tema.

—Mis otros tíos y mi madre tenían empresas y negocios fuera y dentro del país, por alguna razón todo quedó a mi nombre —le contó, ahora que habia vuelto a verlos sentía que podía hablar de ellos, ahora que sabía de sus bocas que no lo culpaban de nada.

—Tienes una habilidad para ocultar las cosas —le sonríe.