Epílogo Parte Uno

Lydia estaba feliz, incluso en la muerte. Las voces ya no le susurraban al oído.
Sus ancestros estaban allí. Su abuela fue la primera en recibirla con los brazos abiertos.

Derek estaba a salvo con su manada, tal como lo dijeron Deaton y Malia.

Flashback

—¿Qué me estás tratando de decir, Malia? —preguntó Lydia, intentando leer su rostro.

Después de hablar con su padre, Malia fue a buscarla. Lydia había salido con Jackson y Jennifer, y durante una parada para comprar la cena, Malia aprovechó para hablar con ella.

—Sé que Derek y sus betas regresaron. También sé que amas a uno de ellos, pero si tú no haces algo... van a morir —la seriedad en su voz bastó para que Lydia le creyera. Además, era su amiga. No le mentiría.

—¿Qué tengo que hacer entonces, Malia? —preguntó decidida, dispuesta a todo.

—Tu último grito funcionará. Sé que vas a morir, y sí, es una mierda... pero Deaton descubrió que los mimetistas usaron magia ancestral para obtener poder. Y tu muerte... es la última opción. —Malia no mostraba expresión alguna, pero si Lydia pudiera oler su dolor, la habría abrazado.

—¿Estás segura de que esto va a funcionar? —le preguntó Lydia, mirándola a los ojos. Malia asintió.

—¿Y cómo se protegerá la manada?

—Tendrán que unirse a la manada de Derek y Stiles. Stiles tiene un plan —respondió, justo antes de alejarse al ver regresar a Jackson y Jennifer.

Lydia estaba feliz, incluso en la muerte. Las voces ya no le susurraban al oído.
Sus ancestros estaban allí. Su abuela fue la primera en recibirla con los brazos abiertos.

Derek estaba a salvo con su manada, tal como lo dijeron Deaton y Malia.

Flashback

—¿Qué me estás tratando de decir, Malia? —preguntó Lydia, intentando leer su rostro.

Después de hablar con su padre, Malia fue a buscarla. Lydia había salido con Jackson y Jennifer, y durante una parada para comprar la cena, Malia aprovechó para hablar con ella.

—Sé que Derek y sus betas regresaron. También sé que amas a uno de ellos, pero si tú no haces algo... van a morir —la seriedad en su voz bastó para que Lydia le creyera. Además, era su amiga. No le mentiría.

—¿Qué tengo que hacer entonces, Malia? —preguntó decidida, dispuesta a todo.

—Tu último grito funcionará. Sé que vas a morir, y sí, es una mierda... pero Deaton descubrió que los mimetistas usaron magia ancestral para obtener poder. Y tu muerte... es la última opción. —Malia no mostraba expresión alguna, pero si Lydia pudiera oler su dolor, la habría abrazado.

—¿Estás segura de que esto va a funcionar? —le preguntó Lydia, mirándola a los ojos. Malia asintió.

—¿Y cómo se protegerá la manada?

—Tendrán que unirse a la manada de Derek y Stiles. Stiles tiene un plan —respondió, justo antes de alejarse al ver regresar a Jackson y Jennifer.

Fin del flashback

Lydia había actuado extraño cuando no quiso subirse a la camioneta. No confiaba en Peter. Intuía que él traería problemas al plan.

¿Pero cuál plan?

Ahí se dio cuenta de muchas cosas. Las respuestas llegaron como recuerdos. Estar muerta le otorgaba claridad. Podía ver lo que hacían sus amigos, su familia... lo que hicieron en su nombre.

Samuel había sido Mason, y escuchó el plan de Stiles, y el de los mimetistas.

Vio cómo la abuela de Samuel pidió ayuda a Deaton, y cómo él accedió con la condición de que lo ayudaran a proteger a la manada. Así fue como Malia y Lydia se volvieron esenciales para garantizar la seguridad de Derek y su hijo.

Todo se le aclaró en ese momento.

—¿Puedo ver el pasado y el presente de mis amigos? ¿Todos los muertos pueden hacer eso? —preguntó Lydia, mirando a su abuela.

—No. Solo nosotras, las Banshee. Antes solo teníamos una conexión con la muerte. Ahora estamos con la muerte... pero también tenemos un lazo con la vida —respondió su abuela, sonriendo. Y eso la hizo sentir paz. Estaba segura de lo que había hecho. Solo esperaba que todo saliera bien.

Observó a Peter y Jennifer. Algo los había unido como amigos, y le pareció bonito que Peter tuviera eso. Miró el cambio de Jennifer y supo que eso también sanaría a Peter.

Vio a Allison. Su relación con Scott ya no era amorosa, solo amistad. Ella decidió irse a Francia y no ser parte de la manada.

Miró a Isaac. Tenía una vida hermosa en Francia, con una mujer encantadora y un lobito adorable. Vio sus videollamadas con Derek. Ellos nunca habían perdido contacto. Lydia se alegró por ambos.

Jackson y Ethan seguían igual: dos locos enamorados. Aiden, Erica y Boyd fueron ayudados por la madre de Stiles a obtener el título universitario que habrían alcanzado si no hubieran muerto. Para su sorpresa, la señora tomó bien todo. Sabía que su muerte le dolía, pero supo seguir adelante. Stiles y la manada la visitaban seguido, igual que al Sheriff y a Melissa, a quien Derek y Eli seguían llevando comida en cada turno nocturno.

Chris y Derek seguían siendo socios. Le costó a Derek contar todo esto a la manada... y a Stiles, pero estaba aprendiendo a confiar.

La vida de los vivos había tomado un ritmo esperanzador. Pero había algunos que Lydia no logró salvar.

—Mason... lo siento mucho —le dijo, mirándolo con pena.

—No te preocupes —la abrazó con ternura.

—¿Por qué tardaste tanto en venir a mí? —preguntó Lydia, medio indignada.

—No es fácil aceptar que estás muerto. Megan se aseguró de que me fuera bien aquí —dijo, mirando a la joven, que parecía en paz—. Espero que estés mejor que yo.

Mason había estado en la vieja veterinaria de Deaton, mientras Samuel tomaba su identidad. Pero Megan lo atacó. Mason murió defendiendo a Deaton, quien fue encontrado por Malia, justo antes de contarle su plan y morir también.

—Bueno, estoy con mi abuela —sonrió, y su abuela le devolvió la sonrisa. Los familiares de Lydia saludaron a Mason, y él los saludó con respeto.