Alguna vez sintieron como si su felicidad y mundo girara entorno a algo o alguien?
Porque yo si, en mi caso en alguien... Era el amor de mi vida, podría decirse que mi todo y el motivo por el cual me levantaba todas las mañanas con una sonrisa y con ganas de vivir la vida.
Si me preguntarán qué era la felicidad, yo sin dudar diría que él, sin importar nada ni nadie, ni las situaciones o complicaciones que muchas veces pasan en una relación yo sabría que él era todo lo que estaba bien.
John, porque así se llamaba el hombre que me enamoró perdidamente y logro sobrepasar todas y cada una de las barreras que había levantando a mi alrededor para que nadie las sobrepasara, el las sobrepasó, las derrumbó e hizo de mi vida un caos..un hermoso caos..hasta que él mismo se encargó de destrozar todo eso hermoso que habíamos construido.
Él y yo nos conocimos un sábado en uno de esos festivales anuales que organizaban en el barrio en dónde residía, naturalmente no asistía a este tipo de eventos por el simple hecho de que convivir con varias personas a la vez no es de mis actividades favoritas.Pero por alguna extraña razón una amiga mía, mejor dicho la única amiga que tengo me invitó y después de tantas negativas de mi parte logró convencerme y fuimos.
Las primeras horas fueron de las más comunes;no nos dejábamos llevar por la corriente, íbamos a esos lugares en donde veíamos a menos cantidad de gente reunida.. para mi suerte.
Y en una de esas mi amiga, después de consumir tanta soda decidió que quería ir al baño y por supuesto yo debía acompañarla.
Después de haber gastado minutos de nuestro precioso y valioso tiempo en una laga cola para ingresar al baño, al fin ella pudo entrar.
Mientras ella se perdía tras la puerta, salí de esa fila de mujeres y niñas e hice un pequeño recorrido alrededor.
No es hasta que siento algo frío sobre mí que me percato que choque contra alguien y ese alguien derramó sobre mi su bebida. Veo mi blusa y siento saber que la tendré que tirar porque dudo que esa enorme mancha roja salga de ella.
-Lo siento- escucho decir al culpable de este desastre.
-Pues déjame decirte que tus lo siento te lo puedes meter en..- me quedo callada al alzar la vista y encontrarme con unos ojos verdes que estoy segura jamás haber visto en ninguna otra persona.
-¿Meter a donde?- pregunta y salgo de mi ensoñación, porque me quedé mirándolo como una tonta y es más que obvio que se percató de ello.
-Eh?- en serio?de todas las palabras esa fue la única que se me ocurrió?. Y las respuesta es si.
-Te pregunté que..
-Si, si te escuché- replique, y gracias al cielo la cordura volvió a mí al fijarme en la mancha existente en mi blusa y la molestia de esto, provocó que reaccionara- y te iba decir que lo metieras en donde mejor te plazca, definitivamente tus lo siento no arreglaran el desastre que causaste en mí.
- Qué yo cause? Disculpa pero fuiste tu quién apareció de la nada y chocaste contra mí, de hecho me debes un refresco y una disculpa- mencionó con una sonrisa ladeada.
Cuando estuve por contradecirlo escucho que mi amiga me llama.
-¿Sabes? Mientes pero no perderé mi tiempo explicandote el porqué de tu error, porque a diferencia de ti tengo cosas más importantes que hacer, que estar perdiendo el tiempo aquí contigo, así que si disculpas..
Lo dejé con la boca entre abierta y fui en busca de mi amiga quien al percatarse del estado de mi blusa, pregunto que pasó, pero como ese chico arruinó mi blusa favorita e incluso el día solo le respondí diciendo que fue un pequeño accidente y la convencí de al fin salir de ese lugar.
Y si, ese chico que derramó su refresco de fresa sobre mi, cómo el me explicó días después de volver a encontrarnos en el centro comercial; si, después de ese día nos encontramos en incontables lugares incluso tenía miedo que aparezca en el retrete del baño, incluso llegué a contárselo y terminamos riéndonos de lo absurdo que sonaba eso.
Y así fue como comenzó todo, quizás pareció incluso cliché la forma en que nos conocimos pero funcionó para ambos.
Desde que empezamos a salir sobrepasamos demasiados baches, casi la mayoría era a causa mía; porque admitire que no tuve una vida excepcional o un pasado genial, como me es costumbre decir.
Tuve una infancia y adolescencia que marcaron mi vida y muchas veces eso nos dejaba en pausa sin saber como continuar, pero aún así pudimos seguir hasta el punto en donde nos comprometimos, decidimos casarnos y unir nuestras vidas para siempre.
Estaba ilusionada, extasiada, no creía que yo estuviera viviendo eso, un amor tan increíble como el que él y yo nos teníamos, algo que no aspiraba a tener, pero lo tuve y los disfruté.
Los días antes de la boda me sentía en una nube porque estaba cumpliendo un sueño que no sabía que anhelaba. Y de repente ahí estaba entrando a la iglesia en brazos del hermano de mi mejor amiga para unir mi vida con el dueño de mi corazón.
Pero como sabrán no todo sale como esperamos, al entrar en la iglesia él no estaba esperandome, no estaba ahí para sostener mi mano al terminar la entrada.
5 horas, esas fueron las horas que esperé a que él llegara y me dijera el porqué de su retraso, pero no llegó, jamás lo hizo.
Me asusté, pensé que pudo haber pasado algo, pero no; él estaba bien, bien lejos.
Esa misma noche encontré una nota en mi apartamento que decía lo siguiente:
"Lo siento, pero no puedo hacer esto.
Lamento haber dejado que esto llegara tan lejos, sé que estarás mejor sin mi.
Te deseo una buena vida, que seas feliz.
John"
Y me derrumbe, porque se fue y con él se fueron todas mis fuerzas, mis esperanzas y las ganas de sonreírle a la vida.
Porque si, él era mi felicidad, y no le importó irse dejándome sin nada.