Reto Peligroso

Epílogo

 


Hunter

 

El dolor en mi hombro no es nada más que un recuerdo de lo sucedido. Debo decir, que han pasado tan solo unas horas desde que me levanté en una habitación de hospital vacía. Parece que gracias a la bala que puso Bryton en mi hombro perdí más sangre de lo que corresponde, eso explica el por qué lo último que recuerdo es haber visto el rostro de Sam mientras me alejaba en una camilla.

Es un sentimiento extraño el que se ha apoderado de mí. Sé que estoy a salvo en este lugar, sé que ella también lo está a pesar de que no la he visto desde que desperté; aun así, siento que todavía no estamos a salvo. Quién iba a decir que cuatro días en pleno correr de balas me iba a dejar con un sentimiento de desasosiego.

El yeso colocado en mi brazo me dice que en efecto todo ha terminado, podría agregar el hecho de que no me había sentido tan limpio en días.

Toques en la puerta se hacen presentes, una voz que reconozco como la del amigo de Samantha se hace audible. Segundos después, la voz que escucho es perteneciente a ella, abre la puerta refunfuñando algo sobre que debería de haberlo dejado acampar en los bosques de Ohio por un tiempo para ver si dejaba de joder tanto. La respuesta del muchacho se ve ahogada en el momento que ella cierra la puerta detrás de sí.

Sus ojos no tardan en conectar con los míos por unos segundos. Ya no trae puestas las ropas sucias de la última vez que la vi. Luce de lo más decente y simple con unos jeans, camiseta de tiras roja y botas. Me encuentro dándome un golpe interiormente al nunca haber notado lo bellamente sencilla que es.

Las comisuras de sus labios se elevan dibujando una ligera sonrisa en su rostro. No me había fijado de la venda que rodea uno de sus muslos, hay algunas partes en sus brazos que se puede ver con claridad alguno que otro raspón. Sam arquea una ceja en mi dirección antes de hablar:

—Es lo más limpio que te he visto en días.

—La limpieza es la clave del éxito, por si nunca lo has escuchado.

—A decir verdad, nunca la he escuchado.

Ambos nos quedamos en silencio unos segundos. Ella expulsa una bocanada de aire antes de comenzar acercarse en mi dirección. En una de sus manos lleva una bolsa que extiende a mí con suavidad.

— ¿Qué es? —cuestiono, aunque para ese entonces con la mano que tengo movilidad comienzo a retirar el cierre que obstruye la bolsa.

—Es un, lamento que tu traje de agente se haya vuelto una porquería gracias al lodo y dentro de uno de los bolsillos está el gracias por haberme ayudado en todo el conflicto sucedido.

Efectivamente lo es. Un traje de seda azul parecido al que tenía antes de que todo sucediera. Luce nuevo y sin un rasguño; de hecho, luce mucho más caro que el que tenía y de mejor calidad. Hago lo que dijo ella encontrando un pequeño sobre en uno de los bolsillos del pantalón. Arqueo una ceja hacia la castaña de ojos verdes. Sam rueda los ojos al tiempo que recuesta su cadera en el borde de la cama de hospital, cruzando los brazos sobre su pecho.

Al principio pienso que el sobre es dinero, me sorprende encontrarme con una carta que al leerla contiene...

— ¿Qué...?

—Estuviste día, noche y tarde en el hospital, yo tenía unas cuantas heridas pero tú habías perdido mucha sangre —informa—. Le pregunté a papá si este tipo de trabajos tienen algún requisito para entrar a la Universidad. En un principio pareció creer que era yo la que iba a renunciar al trabajo, estaba a punto de chillar de felicidad —rueda los ojos—. Es tuyo, te ayudará a estudiar lo que quieras tomando los resultados de tu examen al término de bachiller. Eso quiere decir que no tendrás que presentar examen para entrar a una Universidad, entrarás y ya. Nunca es tarde para aprender.

—Esto es...

—No lo vayas a decir ¿quieres? Me ayudaste, ahora yo te ayudo a ti —hace un gesto de desdén intentando quitarle importancia al asunto. El caso es que esto es más generoso de lo que creí recibir. A veces algo pequeño causa emociones grandes—. Bryton está en otro hospital resguardado por guardias, cuando se encuentre bien lo internaran en la cárcel. Algunos de los otros que estaban de su lado a pesar de la gravedad de sus heridas están vivos. Uno de ellos habló acerca de qué hacían, las personas que tenían y todo lo demás; muchos de los que han secuestrado ahora están bien, vivos.

—Eso quiere decir que acabamos con lo que sea que ese grupo haya estado teniendo.

—Así es —asiente ella. Su vista se dirige a la ventana en donde entran los rayos de luz provenientes del exterior antes de posarla en mí—. Tengo un avión que tomar en una hora, papá está afuera seguramente conversando con el tuyo por celular. Lo llamó para avisarle que estabas bien pero parece el juego de los Knicks está de por medio —ahora soy yo quien sonríe. Supongo que no podía esperar menos de mi padre—. Lo que te di... Ahmmmm, el requisito, utilizarlo queda a tu disposición. Eres tú él que decide.



#32226 en Otros
#4628 en Acción
#4464 en Aventura

En el texto hay: peligro, accion, aventura

Editado: 24.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.