Retorno a Young

Cap. 1 El escape de Alana

Lo que pasó en Grendich

   Sábado, 6 de enero del 2007, 20:00

—¡Alana! ¡Alana! ¡Vuelve, no estoy enojada contigo!

    La voz de Cora se perdía en medio de la noche, de una fría noche, por cierto, corría desesperada para tratar de alcanzar a su amiga, Alana corría tan rápido como alma que lleva el mismo diablo. Entonces la vio dirigirse hacia el bosque, inmediatamente supo lo que iba a hacer: Iba a desaparecer. Intentó detenerla, pero el auto del comisario se estacionó frente a ella y él la detuvo diciendo:

—Esto es un asunto oficial.

—Hay que detenerla—decía desesperada—ella va, ella va…

—Vuelve a tu casa muchacha ya has causado suficiente daño.

    La joven lo empujó y le dijo molesta:

—¡Algo malo le va a pasar a Alana!

—¡Basta muchacha!— la sujetó.

   Cora luchaba por zafarse de su presión:

—¡Hay que detenerla! ¡Alana! ¡Alana!

    Entonces sus ojos se abrieron enormemente al ver que el bosque literalmente ardía frente a ella:

—¡Por Dios!—exclamó.

    El comisario se dio la vuelta y vio como el bosque estaba prendido en un fuego intenso y luego, volvía a su normalidad, se quedó de una pieza, Cora aprovechó para correr hacia el bosque, así la vieron, Ginger, la madre de Alana, el falso padre y los curiosos.

—El bosque se incendió…—decía exaltada Ginger— lo vi, lo vimos… Ardió.

—¿Qué fue lo que pasó aquí?—se cogía la cabeza el padre de Alana— mi hija por Dios.

    Cora llegó al bosque y gritó el nombre de su amiga varias veces, sin obtener respuesta alguna, todo era silencio allí y hasta el viento se había ausentado del lugar. La joven recordaría esa noche por el resto de su vida: La quietud desusual del bosque la impresionaba, todo era demasiado irreal y ni rastro del fuego que vio momentos antes, la luna parecía mudo testigo de lo que sucedía. El comisario se le unió y le dijo:

—Vamos muchacha, mañana buscaremos a tu amiga.

—Ella, ella… Ella se fue—dijo compungida.

—Nadie desaparece, de seguro…—pero no estaba seguro de lo que iba a decir; sin embargo, solo pudo comentar— de seguro tu amiga está escondida por ahí.

    No pegó los ojos en toda la noche recordando ese fuego intenso que vieron sus ojos, escuchaba el ruido de las sirenas de los carros de bomberos, de la policía: había alerta general por un posible incendio en el bosque. Los comentarios de la gente no se hicieron esperar, comenzaron las primeras especulaciones sobre ese asunto, los vecinos reunidos en las esquinas viendo hacia la mole oscura que tenían como escenario. Ovnis, decían, extraterrestres en el bosque, luces sobrenaturales disparadas desde sus pistolas de rayos, o de sus naves. Los bomberos revisaban el área y uno de ellos se acercó al comisario y le preguntó:

—¿Está seguro de que vio fuego?

—Seguro, muy seguro, un fuego intenso que… Se disipó inmediatamente, además tengo testigos.

—Pues no hay nada, ni rastro de humo o cenizas o nada…

—Sé lo que vi—vio que los curiosos se amontonaban— ¡vamos! ¡Vamos, esto es un asunto oficial!

   Uno de los vecinos se acercó indignado y le dijo al comisario:

—Comisario vi ese fuego tanto como usted, y si el bosque no se está quemando, ¿entonces qué está pasando en ese lugar?

—No lo sé.

—Lo único que le digo es que no voy a morir quemado o asfixiado por el humo.

   Una reportera estaba en la escena y decía ante la cámara:

—La conmoción general invade Grendich al conocerse qué testigos presenciaron que el bosque ardía en llamas, más se ha hecho una exhaustiva investigación por parte del cuerpo de bomberos de Grendich y no se ha dado con la causa de ese fuego…

—Son los ovnis—decía una persona gritando— los ovnis se la llevaron.

La reportera fue tras la persona y le dijo:

—Señor, dígame ¿qué sucede?

—Se la llevaron. Se la llevaron—estaba exaltado.

—¿Hay un desaparecido?

—Sí—decía el anciano—una chica corrió al bosque y este ardió. Ardió y no lo han encontrado.

   La reportera se apartó desconcertada por el giro que habían dado las cosas y dijo a la cámara:

—La historia del fuego en los bosques de Grendich ha dado un giro impresionante, al informarnos que hay una adolescente desaparecida y que tal vez inició el fuego…

   Enfocaron el bosque oscuro y un bombero que salió del interior fue interceptado por la reportera:

—¿Hay indicios de fuego en el bosque?

—La alarma de fuego ha sido falsa, no hay indicios de que se haya iniciado un fuego en el bosque de Grendich, tampoco señas de humo o cenizas… Todo está en orden allá.

—¿Y la adolescente?




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