Retrato De Una Familia.

Capítulo 18.

Todo parecía estar en calma, los días continuaron su curso… Eduard sentía una extraña sensación en el pecho de traición, pero no podía aún adelantarse a los hechos, estaba en su obligación de descubrir lo que sucedía en realidad entre su hermano y novia, así que contrató un detective privado para que siguiera cada uno de los pasos de ambos sospechosos. 
…  
Por otro lado, Esteban y Estefanía se seguían viendo a escondidas… era inevitable estar juntos, su amor había vuelto a ser el de antes. Una tarde, mientras el agonizante atardecer estaba a punto de desaparecer, ambos se encontraron en la orilla de un lago apartado de la ciudad, allí observaron el cielo, juntaron sus manos y se entregaron el uno al otro. Aquella noche fue especial para los dos, en la que los besos, las caricias desnudaron sus corazones al caer la noche… lo que ellos nunca imaginaron era que las fotografías que el detective privado les  estuvo haciendo durante todo su seguimiento llegarían a manos de Eduard para así aclarar sus dudas acerca se la traición que su propio hermano le estaba clavando por la espalda. La traición estaba descubierta y era difícil de evitar las consecuencias. 
… 
Era un nuevo día, cargado con una fuerte lluvia y con el cielo color gris. El Sr. Ricardo se había marchado desde muy temprano como era de constumbre a la empresa, cada día tenia varios asuntos pendientes por atender, la empresa iba en ascenso y se había convertido en una de las mejores exportadoras de café y otros productos de manera internacional.  
Esteban estaba feliz, aquella felicidad que una vez había perdido estaba de vuelta en su rostro, muy temprano decidió levantarse de su cama e ir a encontrarse con ella, era necesario verla todos los días a cada hora y si por el fuera, a cada segundo.  
Cuando salió de su habitación y se dirigió a la puerta principal, la voz de su hermano lo detuvo.  
—A donde crees que vas tan temprano. —Se levantó del sofá y se acercó a Esteban.  
—Te dije que tenemos algo de que hablar. 
—Puede ser en otro momento. —Propuso Esteban.  
—No, ahora… te espero en tu habitación.  
Esteban respiró profundo e imagino que nada grave podía ser, todo estaba bajo control.  
Esteban entro y se recostó contra la pared mientras esperaba que su hermano se diera vuelta para que le dijera lo importante que debia decirle… Eduard se acerco a Esteban y sin rodeo le dijo.  
—Iras a verte con Estefanía a estas horas de la mañana. 
Esteban de inmediato cristalizó los ojos de asombro y respondió en su defensa.  
—Por favor hermano no digas tonterías, solo…  
—¡No mientas más!. 
De inmediato Eduard sacó las fotografías de uno de sus bolsillos y se las lanzó a Esteban en la cara, estas cayeron al suelo y Esteban al verlas dedujo que ya era imposible mentir.  
—Que tratas de hacer, hace unas semanas pensé que usted y ella no se conocían y valla sorpresa… mi hermano es un maldito traicionero de mierda, que me juega sucio con la que creo que es mi prometida... no solo se besan, hasta se han revolcado juntos, mientras que, me ven la cara de idiota. —Dijo Eduard sumamente alterado.  
—Hermano no es lo que piensas, por favor déjame explicarlo. 
—No me llames hermano, no lo hagas o te rompo la cara, eres un maldito desgraciado… te desconozco.  
—Eduard, no es lo que piensas.  
En ese instante Eduard tomo a Esteban de la camisa y Gritándolo fuertemente a la cara le pregunto con desespero y decepción.  
—¡Dime, dime entonces que es lo que pienso, por que yo no entiendo.  
Le grito una y otra vez mientras le daba golpes bruscos contra la pared. Esteban se enojó y se  quito las manos de su hermano de encima y le respondió en voz alta. 
—!Basta!. Así es iré a verme con Estefanía, se que lo que hicimos no tiene perdón pero debes entender que lo nuestro no es algo de ayer, ya escuchaste lo que querías escuchar. 
Esteban dio la vuelta para marcharse y Eduard en baja voz murmuro. 
—No, no lo harás...  
En ese instante tomo a Esteban por el hombro derecho, lo giro y le dio un golpe en la cara que lo hizo caer al piso, de inmediato este recupero el equilibrio y empujo fuertemente a Eduard y sin alternativa alguna se agarraron a los golpes. 
La Sra. Maribel escucho el alboroto de ambos hermanos y corrió rápidamente hacia la habitación de donde provenían los golpes a ver que era lo que estaba sucediendo, al entrar al cuarto se sorprendió al ver que sus dos hijos se estaban matando a golpes, trato de separarlos, pero Eduard la tomo del brazo y la saco de la habitación cerrando la puerta para que no pudiera entrar. 
Rápidamente Anna María junto con su abuela la Sra. Marlene, corrieron en busca de las llaves de la habitación, luego de encontrarlas de inmediato la abrieron para evitar que Eduard golpeara aún más Esteban, ya que lo tenía en el piso inhabilitado para poderse defender.  
—!Ya basta! Se han vuelto locos... —Exclamo la Sra. Maribel totalmente angustiada.  
Anna María ayudo a levantar a su hermano Esteban que se encontraba tirado en el suelo lleno de sangre alrededor de su cara.  
—Que fue lo que sucedió aquí. —Pregunto Maribel esperando una respuesta clara y precisa.  
—¿Que sucedió aquí?. —Se pregunto Eduard y soltó una pequeña carcajada, tomó una de las fotografías que se encontraban en el piso y se la entregó a Maribel diciendo.  
—Esto es lo que sucede madre.  
Maribel no podía creerlo, su hijo Esteban estaba con la novia de su hermano.  
—Esteban, por Dios… dime que esto no es cierto hijo. Dime que no es verdad por favor. —Pregunto la madre mientras se acercaba a su hijo Esteban y le limpiaba la sangre que tenia alrededor de su boca.  
El no contesto nada y se giró su rostro apenado.  
—Yo responderé a tu pregunta madre, tu hijo es un desgraciado, traicionero... ya lo viste con tus propios ojos.  
Anna María dedujo que paso, lo que temía que pasara entre sus dos hermanos.  
—Te voy a matar enserio lo haré. —Amenazo con ira Eduard a Esteban.  
—Basta por favor, no digas eso… ustedes son hermanos. —Recalco Maribel y se rompió en un desgarrador llanto.  
—No puedo creer que seas hermano. —Dijo Eduard mientras trago un poco de saliva.  
—No es como tu lo crees o lo piensas. —Comento Anna María certeramente.  
—Anna por favor no digas nada. —Pidió Esteban a su hermana menor.  
—Ya no importa hermano, la culpa ha sido de los tres… paso lo que temía que pasara y lo que ahora queda es la verdad.  
Anna María se acerco a Eduard, lo miro fijamente y le dijo.  
—Antes que tu y Estefanía estuvieran juntos, Esteban y ella tenían una relación, se amaban… mucho, como tu lo haces ahora.  
Eduard se sorprendió al escuchar a su hermana y sonrió con amargura.  
—Así que tu lo sabias y no me dijiste nada, valla sorpresa Anita quien lo pensaría de ti. Hoy, no solo perdí un hermano también te perdí a ti hermanita. —Respondió Eduard.  
—Quien más lo sabía. Solo dígame.  
—Por favor hijo cálmate. —Pidió la Sra. Maribel, pero no fue posible que el la escuchara.  
—No mamá, no me calmo.  
Tomando a Esteban de la camisa y jalándolo hacia afuera le dijo.  
—Ven aquí, pedazo de mierda que contigo no e terminado.  
Entre palabras de rabia y empujones Eduard sacó a Esteban de la casa y lo llevó hacia donde Estefanía, donde todo debía aclararse por completo y marcar un punto final en esa relación.  
… 
Varios minutos después de haber sucedido la fuerte discusión entre los dos hermanos, Eduard caminaba junto a Esteban rápidamente hacia la casa de Estefanía. Al llegar allí toco fuertemente a la puerta. Ella al abrirla y verlo le sonrió, pero noto inmediatamente que algo en el rostro de Eduard no estaba bien. Su sonrisa acabo desvaneciéndose cuando el la tomo del brazo y la saco de la casa hacia la calle mientras le dijo...  
—Tenemos algo muy importante de que hablar… me lo contaras todo, absolutamente todo...  
Ella se sorprendió al escuchar el interrogante de Eduard. 
El la miro fijamente y le dijo.  
—¿Qué tipo de relación tienes con mi hermano?... y por favor, evita mentir y verme la cara de idiota. —Inclino su cabeza hacia un lado.  
Estefanía bajo su mirada al suelo y solo dijo una palabra. 
—Perdón.  
—¿Perdón?. Así respondes, después de hacerme todo esto… eres más descarada que Esteban, nunca pensé lo mala mujer que eres, una cualquiera, una sínica que pensó que no me iba a dar cuenta de la traición que me jugaban con mi hermano, con mi propio hermano. ¡dime en qué cabeza cabe todo esto!. Dímelo.  
Ella solo guardó silencio con las lagrimas al borde de sus ojos.  
—Yo de verdad te amaba, te amaba. Solo te diré una sola cosa… no verás a ver a mi hermano, hoy lo verás por última vez y todas las cosas que tienen pendiente hoy se cerrarán. No dejaré que sus sentimientos indecentes se junten otra vez, tu y yo seguimos con nuestra relación, a no ser que quieras que te deshonre, que te vean como una cualquiera y el orgullo de tu familia se valla al piso. —Aclaro Eduard tajantemente.  
—No me puedes hacer eso. —Respondió ella.  
—Si puedo, que pensaste… que todo iba a terminar normal como si nada hubiera pasado e irías ya mismo a revolcarte con el. Solo espero que todo halla quedado claro.  
Finalizando lo dicho, Eduard dio la vuelta para marcharse pero ella le tomo de la mano y le dijo.  
—Por favor no me hagas esto, si lo que quieres es que te pida perdón de rodillas lo haré, entiende que todo se salió de control yo no pude hacer nada, mis sentimientos hacia Esteban eran difíciles de controlar, por favor perdóname. Todo sucedió de repente, busque el momento mas indicado para contarte toda la verdad, solo la verdad.  
Eduard escucho las palabras de ella, cerro sus ojos y al abrirlos rápidamente hizo un movimiento brusco para liberar su brazo de ella, sin dar vuelta ni mirada atrás se marcho sin prestarle atención.  
… 
Estefanía quedo parada en medio de la calle y observo con tristeza a Eduard mientras se marchaba y desaparecía de sus ojos, cuando su vista no logro verlo más, torno su mirada hacia el otro lado de la calle, allí estaba Esteban puesto en pie frente a ella con el rostro afligido y lleno de golpes. Esteban a paso lento se acercó a ella… Estefanía al verlo se lanzo a los brazos de Esteban, el la abrazo y ambos lloraron en silencio por su triste amor.  
… 
Minutos después, decidieron caminar en silencio y buscar un lugar tranquilo para solucionar el gran problema que se les había venido encima, buscaron el lugar donde todo empezó el mismo sitio donde se dieron su primer beso varios meses atrás. Mientras observaban las hojas que caían lentamente de los arboles por las bruscas sacudías del viento, Estefanía tomo la mano de Esteban y le dijo. 
—Todo a sido una mentira, una mentira en la que es imposible esconder lo que yo siento por ti…  ya no tiene importancia esconder mas secretos.  
—Tienes razón. —Respondió Esteban y retomo la conversación.  
—Si todo inicio aquí en este lugar que me trae tan bellos recuerdos, debemos empezar también por donde termino, aquella noche fría en la que a nuestra relación tuvo su fin... y donde tuvo que haber quedado. —Respiro con amargura.  
—Pero desde ese justo momento, nunca entendí que todo termino y por más que quise no me acostumbre a vivir sin ti. Todo esto cobro la vida de una persona inocente. 
—No digas eso Esteban. Miguel iba conduciendo esa noche, nosotros solo íbamos discutiendo en los asientos de atrás. —Aclaro Estefanía tratando de salvar a Esteban de su oscuro secreto.  
—Es lo mismo, esa noche juramos que nadie lo iba a decir… entre Miguel, Alejandra tu y yo. Si esa noche no hubieras mal interpretado la situación con Romina, yo hubiera podido conducir y evitar que Miguel completamente ebrio hubiera tomado el volante, solo por evitar que mi amor por ti se terminara por que un beso que Romina me dio sin mi consentimiento, todo termino en tragedia, tu lo viste que yo no la besé.  
—Claro que lo vi y de verdad que me dolió. —Respondió Estefanía con tristeza.  
Los sentimientos que Estefanía sentía por Esteban era fuertes y muy reales, le dolía el corazón y el lo noto en sus ojos.  
—¿Quién era la persona que atropellamos?... —Pregunto ella, tratando de cambiar la conversación.  
—No lo sé, a los pocos días traté de conocer su identidad, pero no lo logré… solo se que era una persona solitaria sin familia… esa noche atravesó la carretera y sucedió lo que sabemos, esa noche todo se perdió, ya no hubo un los dos.  
Ella suspiro, cerro sus ojos y al abrirlos miro al cielo.  
En ese momento la conciencia de ambos revivieron aquel trágico momento... Donde las ganas de salvar lo perdido se perdió fue la vida de una persona inocente.  
Ella miro fijamente a Esteban, le sonrió y luego le dijo 
—Ya no podemos cambiar el pasado, lo hecho esta hecho… secreto; en ese lugar, en medio de la carretera quedo nuestro secreto que se refugiara en nuestras mente hasta el ultimo día que nos quede. Así queda todo.  
—¿Y nuestro amor?. —Pregunto Esteban contundentemente.  
—Nuestro amor, se desmoronó. —Respondió Estefanía con tristeza.  
—Aunque no lo queramos, también murió esa noche, ero se cristaliza como un recuerdo de los más hermosos en un rincón de nuestra memoria.  
Inmediatamente se levantó, ocultando las lagrimas amargas de dolor y se marcho... dejando así a Esteban con el corazón hecho pedazos.  
 




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