_A ver si terminé de entender…_ vociferó Ev.
Kem la veía acomodar su cabestrillo y mientras lo miraba como si tuviera cuatro ojos.
_ ¿Son ángeles verdaderos?_ aventuró Ev.
_ ¡No!_ la voz de Kem fue tajante _Son demonios, son Caídos, pero diferentes. Los Caídos normales tienen fuerza y velocidad similar a la nuestra. Pero los Caídos que enfrentamos, eran más fuertes, más veloces y estoy seguro que las sombras del edificio se estaban moviendo.
Kem hablaba con tanta emoción que hasta cierto punto parecía paranoico. Él estaba de pie en el medio de la habitación de Ev. Ella estaba recostada en su cama con una bolsa de gel fría en el brazo para bajar la inflamación, con Bea recostada a su lado.
Shael estaba apoyado en el umbral de la puerta mirando como si quisiera lanzar algo por la ventana. Mientras Yof había optado por sentarse al lado de Tab en el medio de la habitación.
_Traten de negarme que no sintieron que algo era superior_ vociferó Kem al ver la duda en el rostro de los Jinetes.
Cada uno de ellos recordó la pelea. Y ninguno era capaz de negar nada.
_ ¿Qué era diferente?_ preguntó Bea tomando enserio las palabras de Kem por primera vez.
_Los Caídos normales a los que nos hemos enfrentado en toda nuestra historia son como peones, seguidores de los ángeles que se sublevaron y fueron enviados al infierno, son demonios normales. Pero los Caídos que nos enfrentamos aquella noche, eran los ángeles que se sublevaron, los primeros, son demonios mayores. Mi abuelo los llamó Los Vigilantes_ vociferó Kem.
_ ¿Tú abuelo, el loco?_ Tab sintió que las palabras se les escaparon. No quería decirlas en voz alta, pero antes de que se diera cuenta su voz había salido proyectada y todos lo miraban.
_Ten más respeto, le estás hablando a un Jinete_ vociferó tajante Shael.
Tab murmuró una disculpa entre dientes y esperó que su natural torpeza no lo afectara otra vez.
_Sé que eres nuevo en el grupo, niño bonito, pero aquí no llamamos loco a los abuelos de nuestros amigos_ le dijo Yof con una sonrisa que pretendía calmarlo. El chico parecía temblar con cada cosa que pasaba.
_El niño bonito tiene un punto_ dijo Bea enderezándose en la cama y tratando entenderlo todo _Los Vigilantes fueron los ángeles que se rebelaron, los primeros que se convirtieron en demonios y nuestros creadores los vencieron. Se supone que ellos están encerrados en el infierno y nosotros peleamos con los emisarios que mandan de vez en cuando.
_Se supone, pero… ¿Cómo explicas que uno de los Caído, cuando vio que mi flecha iba a matar a Calixto se interpuso y se sacrificó por él?
Bea no tenía respuestas para eso. Nunca en la historia de La Comarca alguien había atestiguado algo similar.
_...Porque cuando las puertas del infierno se abran, y el cielo ruja con un grito de batalla estaré listo para ser la espada de los ángeles_ Shael citó el juramento sagrado de La Comarca y todos sintieron que las palabras habían cambiado de significado.
_Entonces el mal caerá sobre la tierra_ aventuró Bea.
_Y los ángeles pelearán con nosotros_ finalizó Ev.
***
El instituto Luz Eterna era una escuela con aire de grandeza. Los árboles de los jardines eran cuidados como esculturas artísticas, los pisos de cerámica blanca estaban más limpios que un hospital, los salones estaban equipados con las mejores pantallas interactivas y Azul se estaba lamentando de la poca vigilancia que tenía. No le había sido difícil entrar ni moverse por los pasillos hasta la oficina de archivos.
Casi sentía que estaba paseando por la escuela, aunque a ella nunca le habían gustado las instituciones educativas.
Sólo pisarlas hacía que Azul se sintiera otra vez prisionera. No se parecían en nada a su lugar de nacimiento, pero ella estaba incómoda en lugares que se centraban en la estructura inflexible.
Cuando Azul llegó a los archiveros se encontró de frente con una pared llena de archivos. Y se dio cuenta que había dejado entrar a su vida a alguien que no conocía. Ev lucía tan delicada que Azul no se molestó en tener algún tipo de cuidado con ella.
Los archivos estaban etiquetados alfabéticamente y Azul fue por lo seguro. Con la luz de su linterna comenzó por la letra E abrió los dos archiveros marcados con esa letra y comenzó a ojear los nombres marcados en las pestañas de las carpetas. Se frustró cuando ningún nombre se parecía al de Ev.
Azul supuso que era un apodo, pero en ese caso no estaba segura sobre cual letra buscar. Trato de ser ingeniosa y fue hacia la letra B, aún no se lamentaba de no preguntarle nada a Luz, ella estaba segura que su compañera de apartamento sabía las respuestas a sus preguntas, pero Azul quería saberlo por sus propios medios, no acababa de creer que Luz dejara entrar a una cazadora en sus vidas.
No encontró el nombre de Bea pero en cuanto leyó Beatiel Aniel Shamsiel su corazón saltó de anticipación; sacó la carpeta.
Dentro de ella estaba la foto de la chica que Ev había llevado al club. Azul volvió a leer el nombre.
_Beatiel Aniel Shamsiel_ murmuró.