Después de tres semanas la pira funeraria no era tan grande. Los humanos habían pensado que todo había sido un extraño evento natural. Jazi se había encargado de que nadie pisara La Comarca para hacer investigaciones, después de todo era propiedad privada. Fueron ellos mismos los que se encargaron de limpiar el área y quemar a sus muertos.
Aún no habían sacado todos los escombros, pero con el pasar de los días los cuerpos para quemar habían disminuido.
Ev sentía que no había podido quitarse el olor a carne quemada por más que se lavaba el cabello.
Jazi había encendido la pila. Ella junto con todos los niños se había quedado en la mansión Aniel. Alguien tenía que cuidarlos y tácitamente toda la responsabilidad había caído sobre la hermana mayor de Kem.
Luego estaban Shael, Ev, Bea y Yof.
Mientras que Ev sujetaba la mano de Uri por un lado, por otro se aferraba a la mano de Yof.
Desde que todo había terminado, Yof no había levantado sus ojos del suelo, y su rostro parecía haber quedado atrapado en una expresión de terror. Tampoco había hablado y Ev no podía culparlo, de todos ellos él era el único que se había mantenido con Azul, protegido por su cuerpo y mirando cómo los demonios mataban rostros conocidos. Ev sentía que si dejaba de verlo, abrazarlo o tocarlo él se desmoronaría.
Shael y Bea habían tomado todo de una mejor manera, hablaban tanto entre sí que Ev había visto como la tristeza abandonaba los ojos de su primo, pero cuando fue el turno del cuerpo de Mabel de ser quemado Shael lloró por primera vez en frente de todos.
Ev no lloró por su madre ni por Kem, se había aferrado a la mano de su hermano. Ahora era la única familia que le quedaba y debía ser fuerte para él.
_ ¿Qué haremos ahora Levana?_ preguntó Uri mientras el cuerpo de Kem se convertía en cenizas.
Ev había limpiado su cuerpo y su ropa, había pasado sus manos en torno a su arco y sus flechas y Bea había trenzado su cabello. Lucía hermoso y tranquilo, como nunca lo había estado en vida.
_Seguiremos donde estamos, y todo estará bien_ aseguró Ev.
Mientras pasaban los días esas palabras parecían más reales.
_ ¿Entonces si me voy a poder quedar con Trueno?
_Sí, pero ya deja de jalarle el pelo o te va a morder.
_ ¿Mamá nunca va a volver?
Ev se tomó un momento para responder. Había cuerpos tan cercenados que ninguno pudo identificarlo, y Ev no estaba segura de en qué punto había quemado el cuerpo de su madre. La pregunta hizo pesar en ella. Ev no se había detenido mucho esas semanas en pensar en su madre. Sentía que extrañaba tener una madre, pero no a su madre.
La madre que había sido Teza murió cuando tomó el cargo de Suprema.
_No Uri, no volverá_ no se molestó en suavizar la notica a su hermano.
Al menos La Comarca había hecho que todos allí entendieran que con la muerte no tenían más remedio que aceptarla.
Nadie habló mucho después de que el fuego se extinguiera, tampoco se despidieron; simplemente caminaron cada uno por su propio camino.
Ev esperaba que Yof se despidiera de todos, había visto que llevaba un bolso con sus cosas, pero estaba tan ido que sólo se liberó de la mano de Ev y comenzó a caminar.
_Necesito olvidar_ fue lo primero que había dicho en semanas y lo último que le dijo.
Ev sólo pudo ver su cabello rojo mientras se alejaba.
_Ya volverá_ aseguró Uri mientras veía la silueta de Trueno a lo lejos y corría tras él.
Ev suspiró medio derrotada, sentía que un amigo se le iba de su vida. Pero ella no había sido entrenada para mirar hacia atrás.
Caminó tras Uri mientras Shael y Bea les decía que se adelantaban al apartamento. Ellos se habían mudado al apartamento de Luz y Azul, aunque dormían en la sala y Luz siempre se quejaba del desorden. Ninguno de ellos se veía regresando a vivir en La Comarca, sentían que no podrían soportarlo.
Ev primero vio la figura de Mateo. Él parecía desentonar con el desorden de alrededor con su camisa polo y sus zapatos lustrados.
_Todavía no entiendo porque ella está aquí, es la menos fuerte y está ensuciándose como bebé_ vociferó él.
_No entiendo porque estás tú aquí, eres el más inútil_ vociferó Azul.
Ev aún sentía escalofríos cada vez que escuchaba su voz era como si no pudiera creer del todo que estaba viva.
Después de que Ev gritara su nombre todo se había vuelto muy confuso. Los demonios tan rápido como aparecieron desaparecieron, y las nubes se aclararon para mostrar un cielo azul y Kem murió. Pero Azul no había despertado de forma tan inmediata, estaba en una especie de sueño y mientras el resto de los vivos trataba de recomponer su mente de los horrores que había visto; Ev cuidaba de Azul.
La había bañado, vestido y asegurado que su suero estuviese bien colocado. Su papel de enfermera había durado varios días en los que trataba de tener fe de que ella despertaría.
Azul despertó en su último día de clases. Luz había convencido a Ev de que terminara el año, y luego de apenas poder aprobar su última materia, Luz fue a buscarla a la escuela para llevarla al apartamento porque Azul había despertado.