Reunión de almas perdidas

CAPÍTULO 6 – LA SENSACIÓN CÁLIDA

POV DE DANIEL:

No sé quién es la chica al otro lado de la línea, pero comienza a dispararme preguntas sin detenerse a tomar aliento.

Me encuentro perdido en sus palabras, una sensación cálida extendiéndose por todo mi cuerpo. No recuerdo la última vez que alguien me preguntó si estaba bien y realmente lo decía en serio. Puedo escuchar la preocupación detrás de sus palabras y, por alguna razón, nunca quiero que esta conversación termine.

Intento tranquilizarla, pero ella vuelve a hablar sobre mí, exigiendo saber quién soy. Si fuera cualquier otra persona, ya habría perdido la paciencia, pero de alguna manera me encuentro pidiéndole pacientemente que me dé tiempo para explicarle. No quiero asustar a esta chica, lo cual es una novedad para mí.

La tranquilizo diciéndole que la familia de la señorita Joseph está bien, preguntándome si ella y la señorita Joseph son amigas cercanas. Deben serlo, si su primer instinto fue preocuparse por la familia de la señorita Joseph. Me pregunto si ella es tan cercana a su propia familia, pero me detengo. No tengo ningún derecho a pensar en la vida personal de la amiga de la señorita Joseph.

Le agradezco por preguntar por mi bienestar, dándome cuenta de que es la primera vez en años que le doy las gracias a alguien. Se siente bien saber que alguien se preocupa por mí sin saber sobre el dinero o el poder que tengo. No muchas personas se han preocupado por mí solo por ser yo. Todos quieren mi dinero o algún tipo de favor.

Mientras hablo con ella, noto que el vacío en mi corazón ha desaparecido. De alguna manera, esta chica, cuyo nombre ni siquiera conozco, ha arreglado todo lo que está mal en mi vida. Me siento completo por primera vez en años.

Me informa que la señorita Joseph está durmiendo "como un búfalo muerto" y casi me río a carcajadas, pero logro simplemente estar de acuerdo cuando ella se ofrece a despertarla y me pide que espere. Esta es la primera vez en ocho años que alguien me dice que espere, pero descubro que no me importa, siempre y cuando aún pueda escuchar su voz.

Ella murmura dulces palabras a la señorita Joseph, tratando de sacarla del mundo de los sueños, y de repente deseo poder cambiar lugares con la señorita Joseph. ¿Qué tan agradable sería despertar con el sonido de esa voz cada mañana?

Sacudo la cabeza. ¿Qué me pasa? Odio a las chicas, y aun así quiero que esta me despierte a diario.
Ella habla de nuevo antes de que pueda llevar a cabo un autoexamen exhaustivo.

“Señor, ella está realmente cansada y va a ser casi imposible despertarla. Su jefe realmente le dio mucho trabajo hoy. Si me envía su trabajo a su número, lo terminaré para que no tenga problemas con su jefe y así usted también podrá dormir un poco. Usted solo está trabajando porque tiene miedo de su jefe, ¿verdad? De todas formas, no tengo ninguna posibilidad de dormir ahora, así que bien podría ayudarle para que pueda descansar y estar listo para enfrentarse a su jefe en la mañana."

Me doy cuenta, con una punzada en el pecho, de que ella no sabe quién soy y decido que eso me gusta bastante. No quiero que me conozca como el jefe despiadado y cruel que hizo que su amiga trabajara hasta la extenuación. Quiero que le guste, algo que no es probable una vez que sepa mi verdadera identidad.

También sé que no puedo dejarla trabajar hasta tan tarde. Sí, soy plenamente consciente de que llamé a la señorita Joseph con la intención de hacerla trabajar, pero es diferente con su amiga. Ella no es mi empleada, y aun así me importa, aunque eso no tenga sentido, ya que ni siquiera sé su nombre.

“Señor, ¿sigue ahí?" pregunta suavemente, rompiendo mis pensamientos.

“Sí, todavía estoy aquí. No se preocupe por el trabajo de la señorita Joseph. Simplemente le pediré a mi jefe que posponga la reunión hasta mañana por la tarde. Ambos necesitamos dormir ahora. ¿Es usted amiga de la señorita Joseph?"

“¿Está seguro de que él pospondrá la reunión? Cathy me dijo que no escucha a nadie y que hará lo que le plazca. Sí, soy amiga de Cathy."

“No, no es así. Estoy seguro de que aceptará posponer la reunión hasta mañana por la tarde cuando se lo pida."

“Si no acepta su solicitud, solo llámeme y yo terminaré el trabajo de Cathy."

Sonrío porque finalmente la he convencido de irse a dormir. La tranquilicé asegurándole que realmente no será necesario y que soy perfectamente capaz de manejar a mi ‘jefe demonio’, agregando que no tiene que explicarle nada de esto a Cathy y que yo le explicaré todo a la señorita Joseph una vez que llegue a la oficina. De esta manera, espero que la amiga de la señorita Joseph nunca descubra que yo soy el jefe demonio.

Ella acepta y me desea buenas noches antes de expresar su deseo de que no tenga problemas con mi jefe. Sonrío, reflexionando que quiero concederle cada deseo solo porque eso la haría feliz, y creo que si la amiga de la señorita Joseph es feliz, yo también seré bastante feliz.

Después de que cuelga, notifico a todos que la reunión está pospuesta hasta mañana por la tarde y luego procedo a prepararme para dormir.

Sé que dormiré bien por primera vez en años, porque tengo el recuerdo de una conversación con una chica que no conocía hace quince minutos.

De repente, me doy cuenta de que no sé su nombre, así que le doy un apodo italiano. Mio Tesoro. (mi tesoro).

¿Le gustará? ¿Y si no le gustara el apodo? Daniel, espera… primero deberías conocerla, luego deberías preguntarle su nombre, luego deberías acercarte a ella, luego puedes decirle el apodo y solo entonces sabrás si le gusta o no.

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