CAPÍTULO 9 – LA COMIDA ES SALUD… ESE ES EL ÚLTIMATUM.

POV de Daniel:

Quiero decirle que también tengo el mismo sentimiento sobre este lugar, y estoy seguro de que este lugar será nuestro lugar.

De repente, su estómago gruñe. Creo que no ha almorzado todavía; yo tampoco he comido.

"¿Aún no has almorzado, verdad? Yo tampoco he comido. Así que, si no te importa, ¿podemos comer algo cuando lleguemos a la ciudad?"

"No, no he comido. Está bien. Creo que ya llegamos a la ciudad. Hay algunos pequeños restaurantes, tomaremos algo en el camino."

Bien, ahora tengo que ser aún más cuidadoso con mi entorno. La gente me reconocerá en cualquier lugar. Me pongo la mascarilla, ya que ya estoy usando una gorra, la gente no me reconocerá fácilmente. Aun así, tengo que tener cuidado.

"¿Por qué te pones la mascarilla?"

"Solo por la contaminación, nada más. Tú también deberías intentar usar una mascarilla cuando estés en la calle. De lo contrario, la contaminación de la ciudad te afectará." De alguna manera logro manejar la situación hoy.

"¡Hey, mira ahí!" Ella señala con su dedo índice izquierdo a mi derecha, pero no hay nada.

"¿Qué? No hay nada."

"Mira ahí. Ese vendedor. Está vendiendo hot dogs." Señala en la misma dirección otra vez. Ahora veo a un hombre de unos 40 años vendiendo hot dogs desde un pequeño vehículo. No me digas que va a comer eso. Creo que esta es la razón de su debilidad. Tiene que comer saludable, no algo como esto.

"No, eso no. No es saludable."

"¿Por favor?" Me está mirando con ojos de cachorro. La expresión en su rostro es muy clara: Si no me dejas comer eso, voy a llorar. Aquí mismo, en la calle. Así que tengo que aceptar su petición y no puedo resistirme a sus ojos de cachorro. Esta será la última vez. La próxima vez, no le permitiré comer algo así, incluso si me pone esa cara.

"Está bien, pero esta es la última vez."

"¡Está bien, está bien! ¡Vamos!"
Ambos nos acercamos al vendedor.

"Hola. ¿Cuánto cuesta esto?" le pregunta al hombre, señalando los hot dogs.

"1 dólar," responde él.

"Está bien. Dénos cuatro. Dos para mí y dos para él." Pide para mí también.

"No voy a comer eso. Tú vas a comerlo."

"No, tú también lo vas a comer," discute.
Estoy seguro de que no lo dejará pasar. Está bien, veamos por qué quiere comer esto.

"Está bien," suspiro.

El hombre nos entrega dos platos. Ella comienza a comer sin ninguna duda. Después de un rato, nota que aún no he empezado a comer. Sin decir nada, toma un pequeño trozo de mi plato y lo sostiene cerca de mi boca. Al principio estoy confundido. ¿Qué está haciendo? Después de darme cuenta de lo que está haciendo, mis ojos se nublan mientras intento con todas mis fuerzas no llorar. Simplemente abro la boca y ella me da el primer bocado.

Después de eso, todavía no como, así que ella comienza a alimentarme mientras come. Estoy disfrutando este pequeño momento.

Entonces veo a un grupo de hombres vestidos completamente de negro caminando hacia nosotros. Entro en pánico al instante. No, no son mis enemigos, son mis guardaespaldas, y el hombre en el centro no es otro que Oliver.

Mierda. Si ella los ve, el día se pondrá patas arriba. Me odiará. No, no voy a permitir que esto suceda.
Mientras ella come su hotdog, le hago una señal a Oliver para que no se acerque más. Sé que entenderá. Se detiene y mueve al grupo hacia el auto, comenzando a escanear los alrededores para averiguar si hay algún tipo de amenaza.

Oliver la está mirando con ojos de águila, como si fuera a matarme en cualquier segundo. Nota que me está alimentando, y sus ojos se agrandan mientras me lanza una mirada de sorpresa.
De repente, su móvil comienza a sonar. Ella deja de darme de comer y mira la pantalla. Maldigo a la persona que arruinó nuestro pequeño momento.

Cuando descubra quién es, definitivamente lo mataré.

Ella responde la llamada: "Hola, Cathy."

La señorita Joseph es la persona a la que quiero matar ahora. Pero no puedo hacer eso, de lo contrario, mi Tesoro me matará a mí.

"¡Oh, mierda! Lo siento, lo siento, lo olvidé por completo. Ya voy. Estaré allí en diez minutos." Corta la llamada y me mira con una expresión de disculpa. ¿Qué pasó ahora?

"Lo siento. Tengo que irme ahora. Olvidé por completo que vamos a conocer a la mamá y la hermana de Cathy hoy y pasaremos este fin de semana con ellas. Tengo que irme ahora, adiós."

¿Qué? ¿Se va? No podré verla por dos días. No quiero que se vaya, pero no puedo detenerla. Tiene que disfrutar su vida. Está bien, la veré cuando regrese. Control, control. Solo se va por dos días.
Entonces, de repente, pienso en algo. "Está bien. Pero no me dijiste tu nombre," digo con esperanza.

"Nos conocimos hoy. Si nos volvemos a encontrar, te diré mi nombre. Tú también puedes decirme tu nombre la próxima vez. No se lo preguntaré a Cathy. Está bien, adiós."
Ella paga nuestros hotdogs y llama a un taxi. Quiero llevarla yo, pero no puedo hacerlo.

El taxi llega en cinco minutos. Ella se sube. Me saluda con la mano diciendo "adiós" a través de la ventana.

"Adiós. Ojalá pueda verte de nuevo. Gracias por este hermoso día. Realmente disfruté tu compañía," dice justo antes de que su puerta se cierre.

"Yo también. Adiós. Buen viaje, disfruta tu fin de semana y cuídate," respondo.
La miro hasta que el taxi desaparece de mi vista.

Podría obtener información sobre ella en segundos, pero quiero que confíe en mí y me la dé por su cuenta. Sé que estoy ocultando mi identidad, pero pronto se la revelaré.

Oliver todavía me mira con los ojos bien abiertos. No quiero, ni necesito, explicarle nada a nadie y ahora me he asegurado de su seguridad porque no está conmigo. Con estos pensamientos, entro en el auto. Después de mí, Oliver también entra al auto y se sienta en el asiento del copiloto.

"Sr. Smith, asegúrese de la seguridad de esa chica a partir de hoy. Es la mejor amiga de mi asistente, la señorita Joseph, y se irá el fin de semana con ella. Así que pueden rastrearla fácilmente con el móvil que le dimos a la señorita Joseph para el trabajo. Rastreen el GPS de ese móvil y asegúrense de que esa chica esté a salvo."