CAPÍTULO 41 – EL PURO DIABLO

POV DE DANIEL:

Ella apunta el arma a mi Tesoro. Quiere dispararle a mi Tesoro. Voy a matarla de la forma más cruel que pueda imaginar. Ella aprieta el gatillo...

No pasa nada. Ella me mira y aprieta el gatillo de nuevo; la bala no sale del arma. ¿Cómo podría salir? No hay bala en esa arma.

Todos están sorprendidos. Mi Tesoro está mirando el arma en sus manos con confusión y miedo. “¿Por qué no funciona esta arma? ¡Dame la otra arma!” Les pide a los hombres, pero ellos están parados como estatuas, sin responderle. No le van a responder. “¿Por qué están parados así? ¡Dame la otra arma!” Ninguna respuesta. “¿Por qué no hacen lo que les pido? Antes hicieron todo lo que pedí, ¿qué cambió

ahora?”

“Te lo voy a explicar, Brainless Bella. Solo espera un segundo,” digo calmadamente, luego miro a uno de los hombres y le pido que me desate. Me desata y luego vuelve a pararse en el mismo lugar con la misma postura de antes.

“¿Por qué diablos lo desataste?”

“Deja de gritar, Brainless Bella.” Camino hacia ella y le arrebato el arma. Ella grita como una loca.
Voy hacia uno de los hombres. “¿Balas?” le pregunto. Me da balas, cargo el arma y miro a Brainless Bella. Ella me mira con una expresión de terror. Sí, así debe ser, porque ambos de sus planes fallaron.

“¿Qué demonios estás haciendo? ¿Por qué le diste las balas? ¡Deténlo, va a matarme!”
Miro a estos hombres de la mafia italiana. Ellos entienden el significado de mi mirada. Dos hombres se colocan a los lados de Brainless Bella y uno de ellos le sujeta la mano izquierda mientras el otro hace lo mismo con la derecha. La hacen pararse recta. Todos, excepto los hombres de la mafia, me miran con confusión, incluida mi Tesoro. Tengo tanto que explicarles a todos.

Miro a los otros dos hombres. Uno se me acerca y me da un silenciador, otro se acerca a Brainless Bella y le cubre la boca con cinta porque odio el ruido. Sin pensarlo dos veces, le disparo.

No le disparé solo una vez. Le disparé dos veces en su mano derecha, dos veces en su mano izquierda, dos veces en su pierna derecha y dos veces en su pierna izquierda. No le disparé en la frente, porque no quiero que muera rápido. Ella está gimiendo de dolor. Ese es el único sonido que se escucha en la habitación.

Mi Tesoro y mis otros amigos están congelados en su lugar ya que nadie había visto al puro diablo hasta ahora. Están realmente en shock. Me siento en el centro del sofá como un rey. Sí, el verdadero rey.
Miro a los hombres que la sostienen. La hacen arrodillarse frente a mí. Todo el lugar está cubierto de la sangre de Brainless Bella.

Empiezo a hablar, “Así que, Brainless Bella, escucha con atención. No te queda mucho tiempo. Estás perdiendo sangre. Si obtengo lo que quiero, llamaré a un doctor para que te atienda. Si estás de acuerdo, asiente con la cabeza.” Ella asiente sin perder un segundo.

“Bien. Ahora te quitarán la cinta, pero te advierto, odio el ruido. Si gritas o lloras, la última bala de esta pistola será en tu cabeza.” Mientras le hablo, mi Tesoro me llama con una voz muy baja. Miro hacia ella; tiene lágrimas rodando por sus mejillas.

“Da-Da-ni-e-l,” solloza entrecortadamente. Creo que tiene miedo del diablo que hay en mí. No quiero eso, así que dejo la pistola en el sofá, camino hacia ella y la desato. Luego me arrodillo frente a ella.

“Tesoro, ¿por qué lloras? ¿Tienes miedo de mí?”

“N-No,” responde inmediatamente.

“¿Entonces qué pasa, Tesoro? ¿Por qué lloras?” Le limpio las lágrimas con mis dedos.

“Daniel, el-ella está…” Ella habla tan suavemente que apenas puedo oírla. Sus ojos están enfocados en Brainless Bella.

“Dime, Tesoro. Puedes decirme lo que sea.”

“Ella está sangrando, Daniel. Por favor, trátala, Daniel, si no lo haces, morirá. Por favor, Daniel.” Baja la mirada.

Le tomo el mentón y la hago mirarme. “Tesoro, tú tienes que darme órdenes. No tienes que pedírmelo, Tesoro. Tienes el derecho de ordenarme. ¿Quieres que la traten ahora, verdad?”

“Sí, por favor llama al doctor, Daniel. Ella está perdiendo mucha sangre.”

“Como tú digas, mi Reina.” Miro a uno de los hombres de la mafia. “Llama al doctor inmediatamente, y desata a los demás.” Él hace una leve reverencia, sale, y vuelve con el doctor en cuestión de segundos. Hmm, reglas de la mafia. Deben tener doctores con ellos todo el tiempo. Es el mismo doctor que trató el brazo de mi Tesoro cuando esa inútil de Stella le clavó las uñas.

Él me mira pidiendo permiso. Asiento con la cabeza hacia Brainless Bella. No dice nada, ni se sorprende porque ha visto a muchas personas en esta condición, muchas de ellas por mí. El otro hombre desata a todos.

“¿Es el mismo doctor que me trató, verdad?”

“Sí, Tesoro, él es.”

Mi Tesoro mira al doctor tratando a Brainless Bella y la sangre por todo el tapete. Inmediatamente cierra los ojos. Sé que esto es nuevo y aterrador para ella. Me levanto, y la hago levantarse conmigo. “Tesoro, vamos a la terraza hasta que él termine su trabajo.”

Luego miro de nuevo a los hombres de la mafia. “Avísenme cuando termine, y quiero este lugar limpio cuando regrese.” Ellos hacen una leve reverencia en señal de reconocimiento. Entonces yo, mi Tesoro, Cathy, Eva, Oliver, Jason y Watson vamos a la terraza.

Todavía me miran en estado de shock, especialmente Jason, Cathy, Eva y mi Tesoro ya que Watson y Oliver ya me habían visto matar a Mr. Weismann, así que están algo más tranquilos.

Todos se sientan. Me arrodillo frente a mi Tesoro. “Tesoro, ¿no tienes miedo de mí, verdad? ¿Por qué sigues en shock?”

Le pregunté eso porque, de todo esto, lo único que no quiero es que mi Tesoro tenga miedo de mí.

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