Revelación de Sangre (crónicas de Revelación de Sangre 1)

PREFACIO

"Cada vez que piensas en esa persona que amas es difícil saber que lo has perdido, pero es mucho más difícil saber que esa persona ya no te recuerda como alguien que estuvo en su vida.  A cada paso que das lo recuerdas, miras su rostro y te pones a llorar en silencio sintiendo como gotas de lluvia resbalan por tu rostro y una tormenta cae sobre tu cabeza dejándote tirada en el suelo, pero después de un tiempo de sufrir y dormir con esas interminables pesadillas sabes que has mejorado, vuelves a sentirte fuerte para ir por el camino cantando y bailando".

Skarlett Feldman  intentó abrir los ojos después de aquel sueño. El teléfono empezó a sonar con un tintineo, estiró su brazo hacia el suelo para recogerlo, pero otra persona lo contestó, volvió su brazo a la posición de antes. Tenia frío en las piernas, de vez en cuando intentaba alargarse el vestido rojo para llegar por lo menos a las rodillas aunque eso signifique dañar la tela.  

Eran apenas las doce de la noche, su madre Reese Johansson ya se encontraba dormida, o eso era lo que Skarlett esperaba porque si su madre la veía  en el sillón blanco con los zapatos de seguro moriría. La otra persona que en esa casa vivía era su hermano Connor Feldman de dieciocho años, le encantaba la musica, la mayor parte de tiempo pasaba componiendo canciones en un cuarto extra en donde había hecho un estudio, era pequeño pero tenía de todo. 

Skarlett escuchó la voz de su hermano en el segundo piso, agudizó el oído para escuchar mejor pero era imposible entenderlo, se acomodó de cualquier forma ya que su brazo estaba empezando a amortiguarse, en el intento de girar tuvo que poner el brazo en el piso para no caerse, Skarlett suspiró y se quedó en la posición anterior. 

Unas fuertes pisadas bajaban por las gradas , la persona no usaba zapatos, así que la reconoció de inmediato, era Connor que seguía hablando por teléfono.

-Skarlett-llamó él antes de acercarse a la chica-es Jackson, quiere hablar contigo-Skarlett se giró para verlo y extendió el brazo para coger el teléfono.

-hola, Jackson -saludó Skarlett a su otro hermano.

Jackson tenia veintiún años, sus facciones eran similares que las de su madre con el cabello castaño rizado, sus ojos eran de un café claro , casi no se parecía a Connor o Skarlett. Hace un año se fue a Austria con el segundo de los hermanos, Julián de diecinueve años, el tenía distintas facciones pero era igual de guapo que  Jackson, Connor y Skarlett. Sus ojos eran de un azul oscuro como el mar, su cabello negro lo hacía ver imponente y era tan blanco, como si nunca hubiera recibido la luz del sol. Cuando los dos chicos estudiaban en el instituto las chicas morían por salir con uno de ellos, solían dejarles notitas en sus puestos o en los casilleros, tenían la personalidad perfecta para atraer gente sin problema.

-¿está todo bien?- preguntó él de improviso. La chica se quedó en silencio.

-si ¿Por qué preguntas?-dijo después de aclararse la garganta, Connor la miró y sus mejillas se sonrojaron.

-me contaron que tuviste una pelea con Connor- apuntó Jackson con una voz acusadora.

-ese alguien fue él ¿verdad? -Skarlett abrió los ojos, se giró para mirar a su hermano con el ceño fruncido.

-quizás.

-bien, sí tuve una pelea, pero él no fue por mí al colegio-se quejó con un timbre de voz-la pelea no fue por mi culpa ¿o si? 

-pero tu sabes coger el autobús, porque haces que el te vaya a ver, se supone que es su semana de vacaciones por ganar el torneo de futbol.

Un grupo de su curso incluido su hermano se había apuntado a un campeonato de futbol, los chicos pasaron cuatro semanas fuera compitiendo con otros colegios y a la final ganaron, eso le dio mayor prestigio al colegio y como premio la directora les regaló dos puntos a cada materia y una semana de vacaciones.

-ya lo sé, Jackson. El problema es que yo no le obligue, Connor se ofreció a retirarme, estuve esperando casi por dos horas.

-bien, entonces para la próxima no le creas nada -dijo Jackson. 

Al otro  lado de la line se escuchaban varios carros, quizás estaba fuera de la casa o en la terraza.

-eso es lo que aré-Skarlett se incorporó y suspiró-tengo que dormir, te llamaré mañana, te quiero, Jackson.

-yo también, pequeña. Descansa y no te ensañes con el pobre chico-Ella rió y negó con la cabeza.

-ok, adiós-los dos colgaron al mismo tiempo, Skarlett miró  a Connor, él no sabía que decir, pero ella con una sonrisa burlona echó su lacio cabello negro hacia atrás.



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En el texto hay: hadas

Editado: 03.03.2018

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